El PP y Cs han perdido este viernes la mayoría absoluta en las Cortes de Castilla y León al abandonar el grupo naranja la procuradora salmantina María Montero, crítica con la "falta de liderazgo" y "regeneración", lo que deja en el aire la moción de censura presentada por el PSOE que se debatirá el próximo lunes y que necesita de al menos 41 apoyos, con 37 asegurados ya.

Sin desvelar aún si votará a favor o si se abstendrá, Montero ha publicado una carta en la que defiende que su decisión es "fruto de una profunda reflexión, de un ejercicio de honestidad" con las personas que la votaron y a las que representa, tras lo que Cs le ha pedido que entregue su acta de procuradora y ha defendido que el resto de procuradores (11) se mantendrán en el acuerdo.

"Me voy de un grupo sin liderazgo, en el que no existe el trabajo en equipo, en el que unos pocos deciden por todos y con continuos cambios de opinión respecto de las decisiones políticas, algunas de gran trascendencia respecto del futuro de la Comunidad", ha argumentado.

En su escrito ha recordado que se presentó en 2019 a las elecciones "con ilusión, pensando en que el cambio y la regeneración llegarían a esta tierra después de más de tres décadas de gobiernos del Partido Popular"."Sin embargo, se pactó con el PP y dos años después compruebo con tristeza que no ha sido así", ha añadido.

"En estas circunstancias, no puedo seguir perteneciendo a un Grupo Parlamentario que ni ha cumplido con las promesas hechas a los ciudadanos de Castilla y León", ha referido antes de pedir que se respete su decisión y "no se someta a ningún tipo de acoso por parte de quienes no la compartan".

Con Montero como procuradora no adscrita, el Gobierno autonómico del presidente Alfonso Fernández Mañueco (PP) y el vicepresidente Francisco Igea (Cs) depende de que, más allá de los votos favorables del PSOE (35) y Podemos (2), alguno de los cuatro procuradores restantes -UPL, Por Ávila, Vox y la propia Montero- no voten a favor de la moción de censura.