- La enajenación de los terrenos del cuartel de Loiola en favor del Ayuntamiento de Donostia pactada ayer por entre el PNV y el Gobierno español no ha sentado nada bien en el Ministerio de Defensa, cuya titular Margarita Robles intentó frenar el traspaso de la propiedad, que finalmente Pedro Sánchez posibilitó para amarrar el voto de los diputados jeltzales a los Presupuestos.

Esta histórica reclamación finalmente recibe luz verde y se estipula en el acuerdo que el traspaso de la titularidad de los terrenos en la capital guipuzcoana, que ocupan 20 hectáreas, se culminará durante el año 2021.

Defensa salió ayer a aclarar que el cambio de propietario será siempre previo pago de un precio por parte del Consistorio y que esto en ningún caso supondrá que el Ejército abandone su presencia en Donostia. “La permanencia está garantizada y no es negociable”, indicaron desde el departamento de Robles.

Los cuarteles fueron construidos en 1926 y llegaron a albergar 2.000 militares, pero ahora tienen “una ocupación muy inferior a aquella capacidad máxima”, lo que, según el PNV, permite “desocupar la actual ubicación y proceder a su traslado a un emplazamiento más acorde y mejor dimensionado a sus necesidades actuales sin perjuicio a su operatividad”.

El acuerdo para la marcha del Ejército de Loiola se produce dos semanas después de que la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, informara en el Senado de que, tras estudiar las diferentes propuestas del Ayuntamiento de Donostia para reubicar el cuartel, no se habían encontrado emplazamientos que reunieran las condiciones necesarias. Ahora, sin embargo, Defensa se verá obligada a acometer dicha reubicación.

Finalmente, el líder del PP en la CAV, Carlos Iturgaiz, aprovechó el histórico acuerdo para denunciar que el PNV y Sánchez “borran la presencia de España en Euskadi” mientras EH Bildu “tumba el régimen”.