- JxCat y ERC llevaron ayer al límite su pugna interna, hasta el punto de causar una alteración en el funcionamiento del comité de crisis contra el covid-19, en el que los consellers del Govern discuten qué medidas tomar para hacer frente a la pandemia.

El origen de este nuevo choque entre socios del Govern, en pleno clima preelectoral ante las elecciones previstas para el 14-F, fue la publicación el martes de un borrador de plan de desescalada que permitiría reabrir parcialmente la hostelería, la restauración, la cultura y las instalaciones deportivas.

En paralelo, trascendió que el conseller de Empresa y Conocimiento, Ramon Tremosa, de JxCat, había consensuado con los restauradores una propuesta para reabrir los locales que difería de la que barajaba la conselleria de Salud, en manos de ERC.

El episodio generó enorme malestar en las filas de ERC, que interpretan que desde JxCat se filtró el borrador del plan de desescalada para situar en el ojo del huracán a la consellera de Salud, Alba Vergés, y poder presentarse ante los sectores económicos como los verdaderos defensores de sus intereses.

Este malestar tuvo impacto directo en la reunión telemática que ayer celebraron, como es habitual, los consellers que forman parte del comité de crisis por el coronavirus, una mesa de la que decidieron levantarse los republicanos. “ERC ha abandonado la reunión covid hasta que paren las filtraciones y haya un pacto de lealtad. Por respeto a la ciudadanía y por responsabilidad. Se trata de salvar vidas y no generar más confusión a la ciudadanía”, subrayaron los de Pere Aragonès.

Por su parte, desde JxCat explican que “en ningún caso” las filtraciones proceden de su partido, sugieren que tienen su origen en algún departamento en manos de ERC y las atribuyen a “problemas internos” de la formación republicana.

Según JxCat, en la reunión el único que se levantó de la mesa fue el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, porque tenía que acudir al pleno del Parlament, mientras que al menos tres consellers republicanos permanecieron en el encuentro, junto a los representantes de Junts presentes. En cambio, fuentes de ERC acusan a algunos consellers de JxCat de actuar como “lobistas” y subrayan que un Gobierno de coalición “no puede funcionar en base a deslealtades”.

En un intento de rebajar tensión y reconducir la nueva crisis entre socios de coalición, Pere Aragonès y la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, se reunieron ayer por la tarde en un receso de la sesión de control al Govern en la Cámara catalana.