- El ministro de Sanidad, Salvador Illa, puso ayer de manifiesto la disconformidad del Gobierno con la decisión de la Comunidad de Madrid de desoír sus recomendaciones para hacer frente a la pandemia, y aunque afirmó que "corresponde a las Comunidades ir tomando las medidas que estimen oportunas", también señaló que van a ver "cómo evolucionan las cosas en los próximos días", tras ser preguntado en varias ocasiones sobre si se plantean tomar las riendas de la situación. Así, las dos administraciones rompen una tregua que ha durado apenas cuatro días y Moncloa no descarta aplicar un estado de alarma y hacerse con el control de la gestión sanitaria si el escenario se complica.

En esa línea se expresó Illa durante la rueda de prensa que ofreció en Moncloa, y que fue convocada de urgencia, con menos de diez minutos de antelación, y a la misma hora que la que estaba prevista ya desde hace días en la Comunidad de Madrid para que los responsables autonómicos informaran de las nuevas restricciones que finalmente han decidido adoptar ante el avance del virus. Por su parte, el Gobierno exigió a Madrid que limite "al máximo los movimientos innecesarios" y aplique las restricciones implantadas en varias áreas de salud de la región a toda la ciudad de Madrid e, incluso, a todos los municipios en los que haya más de 500 casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, la Comunidad ha preferido ampliar de 37 a 45 las zonas con restricciones de movilidad, desatando así un nuevo enfrentamiento con el Ejecutivo de Sánchez.

Este desencuentro se ha producido tan solo cuatro días después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudiera a la sede del Gobierno autonómico en la Puerta del Sol a reunirse con la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, para reforzar la coordinación de las dos administraciones en la lucha contra la pandemia.

De esta reunión salió el acuerdo de crear un espacio de cooperación y el denominado Grupo Covid-19, con presencia de miembros de los dos Ejecutivos, para estudiar las medidas a adoptar para frenar los contagios, y canalizar ahí las "recomendaciones" del Gobierno español, en la medida en que Sánchez sigue defendiendo la "cogobernanza" y que son las comunidades las que ahora ostentan las competencias para hacer frente a la pandemia.

En cualquier caso, la mayor parte de lo acordado en el encuentro del lunes ha quedado ya en papel mojado tras desobedecer la Comunidad de Madrid las recomendaciones sanitarias estatales. Así, ayer se vivieron recomendaciones en un sentido pero medidas en otro; criterios técnicos dispares; y estrategias de comunicación que aparentemente van por libre.

En resumen, Salvador Illa, defendió que su recomendación al Gobierno de Díaz Ayuso había sido ampliar las restricciones de movilidad a toda la ciudad de Madrid y a aquellos municipios que superen los 500 casos por 100.000 habitantes. También abogó por extender otras medidas a toda la comunidad, como la prohibición del consumo en barra en bares y cafeterías o la ocupación al 50% de las terrazas.

A la misma hora, en otra rueda de prensa, el viceconsejero madrileño de Salud Pública, Antonio Zapatero, anunciaba que las restricciones de movimientos aplicadas a 37 áreas sanitarias de la comunidad se extenderán desde el lunes a otras ocho, lo que afectará en total a un millón de personas. Sin embargo, la Comunidad desoye gran parte de las recomendaciones del Gobierno, como la reducción de aforos en las terrazas, o la extensión del confinamiento a toda la ciudad.

Por el momento, Moncloa descarta tomar el control y recuerda que "en este estadio" son las comunidades autónomas las que deben tomar decisiones, aunque no descarta que la situación cambie en los próximos días.

"Madrid ha hecho públicas sus medidas y yo expongo las que creo que deberían tomar"

Ministro de Sanidad

"En los últimos días no ha pasado nada que nos obligue a endurecer las restricciones"

Viceconsejero de Sanidad de Madrid