- La comunidad autónoma vasca avanzará mañana hacia la fase uno en la vuelta paulatina a la normalidad por criterios científicos y porque cumple objetivamente las metas en la lucha contra el coronavirus, pero en los detalles del plan que aplicará el Gobierno Vasco se ve que también ha habido cocina y negociación, y la sigue habiendo, con el Ejecutivo español de Pedro Sánchez. La apuesta por la cogobernanza y por que sean los presidentes autonómicos quienes apliquen las medidas, como pedía el PNV, se va a plasmar en unas actuaciones específicas para la comunidad que son distintas a las que contempla el Boletín Oficial del Estado con carácter general. Las medidas obedecen al orden de prioridades del Gobierno Vasco. En unos ámbitos se avanza menos (se limita la movilidad entre municipios a supuestos muy específicos para evitar aglomeraciones en las zonas costeras) y en otros se acelera: la vuelta a la enseñanza presencial en las aulas de manera gradual a partir del día 18 de mayo para 2º de Bachillerato y cursos superiores de Formación Profesional (1º y 2º de FP Superior, 2º de FP Básica y FP de grado medio).

El Gobierno Vasco ha trabajado con el Ejecutivo español en una percha o "autorización normativa" para que la comunidad autónoma actúe en la enseñanza. Las fuentes del entorno de la consejera Arantxa Tapia, que dirige la desescalada, aseguran que cuentan con el compromiso de la ministra Teresa Ribera, la coordinadora del plan para la vuelta a la nueva normalidad en el Estado. El Boletín Oficial del Estado no recogió ayer este regreso a las aulas en el listado de actuaciones permitidas, y solo contempla entrar en los edificios para realizar labores de limpieza y de carácter administrativo, pero el compromiso existe y la consejera Tapia también lo había dado por hecho en una comparecencia a la mañana.

Al mismo tiempo, el Gobierno Vasco cerró ayer la negociación interna entre departamentos sobre su plan Bizi Berri, y ultimaba a la noche una orden específica para plasmar las medidas de la fase uno, un texto que se conocerá hoy y será publicado en el Boletín Oficial del País Vasco. A sabiendas de que el asunto de la vuelta a las aulas es delicado, Tapia apeló al consenso con los agentes educativos y lanzó mensajes de tranquilidad en el sentido de que el regreso será gradual y solo para los cursos superiores, donde los alumnos se juegan su futuro académico.

El Gobierno de Sánchez ha visto también con buenos ojos que el Ejecutivo vasco establezca límites importantes en la movilidad entre municipios. Las mismas fuentes aseguran que el Ejecutivo español les ha confirmado que hay "barra libre en el horario de las terrazas", y eso puede ser conflictivo a la hora de evitar aglomeraciones en la costa, de ahí que Lakua haya decidido limitar la movilidad. Tampoco se va a aplicar en la comunidad autónoma la luz verde a las actividades de ocio con hasta 200 personas al aire libre. El Estado ha dado margen para realizar este plan específico, y en el Gobierno Vasco resumen que las instituciones autonómicas, por ejemplo, han "priorizado la educación frente a que se permita llenar las plazas con 200 personas".

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró ayer a preguntas de los periodistas sobre las mayores limitaciones para el movimiento en suelo vasco que van en la línea de la prudencia que él mismo predica para afrontar el virus. El socialista no ha querido ejercer como una apisonadora su mando único esta vez y se ajusta a lo pactado con el PNV: cogobernanza y que sean los presidentes autonómicos quienes apliquen las medidas. Por el contrario, desde EH Bildu, Arnaldo Otegi recurrió al asunto de la movilidad para insinuar que en puridad la comunidad autónoma no pasa a la fase uno. "Si todo iba tan bien, ¿por qué en la comunidad autónoma vasca se mantienen restricciones de la fase cero en la fase uno?", preguntó en Twitter, para matizar que no es una crítica y que él defiende la prudencia.