- El Gobierno español intenta calmar a los partidos políticos y a las comunidades autonómicas ante la creciente soledad día tras día del presidente Pedro Sánchez en su manera de ejercer el mando único para mantener el estado de alarma. La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, apeló ayer a la “responsabilidad” de todos los partidos políticos para mantener esta situación excepcional hasta “finalizar” el plan de desescalada y no tener así que volver atrás, incluso con “rebrotes sanitarios”. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, Montero consideró que es de “coherencia” mantener este marco jurídico que ha permitido pasar la parte más aguda de la crisis y es también el más adecuado en la nueva fase porque “permite adaptarse mejor” a las condiciones de restricción de movimientos de las personas.

A su juicio, no tendría ningún sentido haber llegado hasta aquí con sucesivas prórrogas de la alarma para que, ahora al iniciar la desescalada, “por razones no debidamente justificadas no se pudiera producir ordenadamente y tuviéramos que volver atrás, en rebrotes sanitarios, aquellas cuestiones que hemos ganado”, advirtió. Porque cree, además, que esta postura contraria a la prórroga del estado de alarma “no se entendería” por parte de la ciudadanía, según apuntó ante las críticas vertidas por los partidos de la oposición, que ponen en duda que puedan apoyar, en estos momentos, una nueva prolongación de este estado a partir del 10 de mayo.

Ese día el Congreso de los Diputados celebrará una nueva sesión para prorrogar por cuarta vez el estado de alarma. Sánchez llegará a la votación con la desescalada ya activada pero con los apoyos menguados. Vox, Junts per Catalunya y la CUP ya votaron que no en la última votación, pero ahora el PP le ha advertido que “si quiere hacer el ridículo con su plan que lo haga, pero que él [Pablo Casado] no le seguirá”, dejando en el aire su respaldo.

ERC, EH Bildu y PNV, aliados en la moción de censura a Rajoy que propició a Sánchez llegar a la Moncloa, advierten cada vez con más enfado que, sin contar con las autonomías y manteniendo la unilateralidad y la recentralización, no tendrá su apoyo. Pese a estas advertencias, el Gobierno español insiste en que no hay alternativa posible al estado de alarma y sostiene que cuenta con las comunidades autónomas. Sin embargo, las autonomías no lo ven así y así se lo expresaron el pasado jueves en la comisión de Comunidades Autónomas del Senado.