El Gobierno de Ruanda ha cerrado este lunes definitivamente el campo de refugiados de Gihembe, uno de los mayores y más longevos del país, con el traslado de las últimas 900 personas que aún permanecían en las instalaciones, por el mal estado de las mismas.

El lugar, que en los últimos 24 años ha sido el hogar de más de 12.000 personas, ha estado en los últimos tiempos sujeto a las inclemencias, habiéndose registrado varios deslizamientos de tierra que han dañado las instalaciones, especialmente en época de lluvias, cuenta el diario ruandés 'The New Times'.

Si bien no se han registrado víctimas mortales, las autoridades han explicado que el número de lesiones han aumentado alarmantemente debido al mal estado del terreno y a los daños causados a las instalaciones del centro, situado en el distrito de Gicumbi, en la provincia Norte. Los últimos 911 refugiados han sido evacuados este lunes rumbo al campamento de Mahama, en Kirehe, en la provincia Este, donde las instalaciones son "más seguras" para los refugiados, han explicado las autoridades del Gobierno ruandés.

Con el cierre de Gihembe son cinco los campos de refugiados que actualmente siguen abiertos en Ruanda, el ya mencionado de Mahama, Mugombwa, Nyabiheke, Kiziba y Kigeme, además del Centro de Tránsito de Gashora, una iniciativa internacional para acoger a refugiados africanos de diferentes nacionalidades llegados desde Libia.

El país africano acoge actualmente a cerca de 127.400 solicitantes de asilo, según un último balance, publicado en agosto.