- La tercera sesión del juicio contra el policía Derek Chauvin tras la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd continuó ayer por la tarde. Benjamin Crump, activista y abogado principal de la familia del afroamericano, aseguró en la pasada jornada del juicio que “es la hora de demostrar que Estados Unidos está a la altura de sus principios, de que es el faro de la libertad, la igualdad y la justicia igual para todos”.

Su muerte, a manos del policía, de 44 años, conmocionó al país el 25 de mayo, desató una oleada de protestas contra la discriminación y el maltrato que aún sufre la población negra y se contagió a otros países a pesar de las restricciones de la pandemia, llegó el lunes a la fase crucial de la vista oral, tras la elección del jurado. El último suspiro de Floyd fue captado en un vídeo grabado por uno de los transeúntes y se reemitió en el juicio para dejar constancia de los actos.

En la tercera sesión dio su testimonio en calidad de testigo el cajero que vendió cigarrillos a George Floyd pocos minutos antes de su muerte. En el juicio, el tendero afirmó que Floyd “parecía estar colocado”, aunque lo describió como “un tipo muy amigable y accesible”, durante su testimonio.

“Parecía muy amigable, accesible, era conversador. Estaba teniendo un Memorial Day (Día de los Caídos) promedio, simplemente viviendo su vida, pero parecía estar colocado”, dijo Christopher Martin, empleado de la tienda Cup Foods y una de las personas citadas a testificar en el proceso.

Dentro de la sala se reprodujeron imágenes grabadas aquel fatídico 25 de mayo de 2020 en el interior de Cup Foods, en la esquina de la calle 38 y la Avenida de Chicago, en el sur de Mineápolis, donde Floyd fue detenido por la policía.

En ese vídeo, se puede ver cómo Floyd y Martin interactuaron cuando el cliente quiso comprar un paquete de cigarrillos con un billete supuestamente falso. “Cuando vi el billete, noté que tenía un punto azul, algo así como un billete de 100 dólares. Me pareció extraño y lo primero que pensé es que era falso”, rememoró Martin.

El empleado pensó inicialmente en aceptar el billete falso y no decir nada, aunque luego recordó que la política de la tienda era que “si aceptaba un billete falso, tendría que pagarlo” de su propio bolsillo.

Así que más tarde decidió contárselo al encargado del comercio y ambos salieron a buscar a Floyd a su coche en dos ocasiones para reclamarle el pago. De acuerdo a su testimonio y las imágenes que muestra el vídeo, Floyd se negó a volver al establecimiento y fue entonces cuando “alguien” llamó a la policía, declaró el empleado, sin especificar quién realizó esa llamada.

La situación se puso tensa cuando llegaron cuatro agentes de policía, entre ellos Chauvin. Comenzaron a discutir y, poco después del episodio en la tienda, Chauvin inmovilizó a Floyd en el suelo, presionando su rodilla contra el cuello de la víctima, que falleció tras quejarse de manera repetida de que no podía respirar.

El expolicía está acusado de los cargos de asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.

Sin embargo, como no tiene antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12,5 años de prisión por los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero.