- La junta militar birmana ha aumentado la represión contra el movimiento de desobediencia civil, que ayer domingo prosiguió con las movilizaciones y paros en gran parte del país para oponerse a la toma del poder por los uniformados. Las autoridades suspendieron los artículos 5, 7 y 8 de la Ley de Protección de la Seguridad y la Privacidad de los Ciudadanos, que exige una orden para poder detener a alguien y retenerlo más de 24 horas, entre otras garantías legales, según informó el medio True News Unit.

A partir de ahora, los policías y militares tampoco necesitarán órdenes para realizar registros, al tiempo que tendrán carta blanca para interrumpir las comunicaciones de los ciudadanos y pedir sus datos a las operadoras de internet. Estas medidas dan cobertura legal a las prácticas de represión como las detenciones arbitrarias y los cortes de internet realizados desde el golpe del pasado 1 de febrero encabezado por el jefe del Ejército, el general Min Aung Hlaing.

Por otra parte, las autoridades también exigirán que los ciudadanos tengan que informar de los invitados que pasen la noche en sus hogares. En medio de este ambiente de recorte de libertades y tras una nueva jornada de protestas, el ejercito desplegó tanques en el centro de Rangún, la mayor ciudad del país, la noche del domingo mientras se espera un nuevo corte de internet nocturno. Algunas embajadas en Birmania, como la de EEUU y España, advirtieron a sus ciudadanos de que permanezcan en sus domicilios.

Las protestas multitudinarias continuaron ayer en las calles de diversas ciudades contra los militares. Desde el golpe militar, al menos 384 personas han sido detenidas.