Los partidos políticos catalanes han puesto en marcha su maquinaria electoral con actos de pequeño formato y pensados para ser seguidos por internet. Las formaciones tienen por delante el reto de movilizar a un electorado indeciso, puesto que prácticamente la mitad de los catalanes afirman desconocer a quien van a votar.

Además, la campaña electoral ha dado inicio sin un ganador claro, y lo único que parece seguro es que ninguno de los candidatos contará con la mayoría suficiente para formar un gobierno sin recurrir a pactos. Tampoco está claro que el bloque nacionalista logre los votos necesarios para reeditar su coalición, en un momento en que su división es más que evidente. Así estas elecciones están más abiertas que las anteriores citas electorales catalanas.

CAMPAÑA MARCADA POR EL VIRUS

La campaña electoral comienza en plena tercera ola de la pandemia. Ante la alta incidencia del virus no habrá mítines multitudinarios y los actos electorales estarán muy condicionados por el cierre perimetral decretado en los municipios catalanes. El Govern tuvo que rectificar y finalmente no permitirá que los ciudadanos acudan a un mitin en otra localidad.

Se ha establecido un protocolo de seguridad para que los actos sean preferiblemente al aire libre, se evite el contacto físico y se respete la distancia. Además, durante al jornada electoral se buscará mayor espacio y ventilación en los centros en los que se ejerza el derecho al voto. Habrá franjas horarias para que no coincidan los distintos colectivos en los centros electorales. Se prevé un aumento significativo del voto por correo.

¿CONSEGUIRÁ EL BLOQUE NACIONALISTA LA MAYORÍA?

Los partidos independentistas llegan divididos a estas elecciones tras una legislatura marcada por notables diferencias en el gobierno de coalición. La inhabilitación de Torra y la postura a adoptar en cuestiones de política estatal han enfrentado en diversas ocasiones a JxCat y ERC.

Se presentan cuatro candidatos independentistas: Laura Borràs por Junts, Àngels Chacón por el PdeCat, Pere Aragonès por ERC y Dolors Sabater por la CUP. Según el CIS, Junts y ERC sumarán entre 59 y 71 escaños -la mayoría absoluta está en 68-, lo que les daría la opción de formar gobierno. Sin embargo, los pactos parecen lejanos y Aragonès ya ha mostrado su intención de entenderse con esos partidos y también con Catalunya en Comú, algo que rechaza Junts.

Los comunes abogan por un tripartito junto a ERC y el PSC. Una posibilidad que no ve factible ninguna otra formación. Mientras que Ciudadanos, ante la bajada notable de votos que le auguran las encuestas, propone ya una coalición al PSC, en la que también podrían estar PP, e incluso, Vox.

EFECTO ILLA

La victoria en estas elecciones se debate entre Junts, ERC y el PSC, sin duda aupado por su candidato, Salvador Illa, que puede tener la llave para formar gobierno. Todos los sondeos vaticinan un aumento de votos para el PSC que ahora es la quinta fuerza en el Parlament.

Por otra parte, las candidaturas de Junts y ERC también contarán con una baza importante ya que se ha concedido el tercer grado a los presos de procés que ahora podrán participar en actos de campaña.

ELECCIONES CONDICIONADAS POR LA JUSTICIA

La campaña electoral ha comenzado sin que se sepa si las elecciones se celebrarán el 14-F. La Generalitat aplazó los comicios al 30 de mayo por la pandemia, pero el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña suspendió el decreto del Govern y, de forma cautelar, decretó que las elecciones se mantendrían el 14 de febrero.El tribunal considera que el aplazamiento de los comicios puede vulnerar el derecho al voto, y decidirá antes del 8 de febrero si los catalanes votan el 14 de febrero o el 30 de mayo.