El Gobierno vasco ha ordenado la retirada de las mascarillas fabricadas con grafeno ante una alerta del Ministerio de Sanidad hasta que se lleve a cabo una investigación de los potenciales riesgos de la inhalación de sus partículas. El Ejecutivo de Gasteiz tiene centralizada la compra de material sanitario, así como convenios con otras instituciones de Euskadi, por lo que se ha alertado a todas las entidades.
El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria del Ministerio de Salud ha enviado una notificación tras la alerta publicada por las autoridades sanitarias de Canadá, en relación a las mascarillas faciales que utilizan grafeno o biomasa de grafeno en su fabricación. En la misma se pide que, por motivos de precaución, se cese la utilización y distribución de dichas mascarillas, "hasta que se lleve a cabo una investigación sobre los potenciales riesgos de la inhalación de partículas de grafeno".
Se trata de la mascarilla quirúrgica IIR, desechable de grafeno y biomasa, del fabricante Shandong Shengquian New Materials Co. Ltd., distribuida por Amevisa SAU, así como las mascarillas FFP2 con números de referencia SNN70369B, SNN70370B y SNN200647, del mismo fabricante.
Estos equipos de protección habían sido adquiridos por el Gobierno vasco, que es la institución que realiza la compra centralizada del material sanitario en Euskadi por lo que, "desde un principio de prevención", Osakidetza ha procedido a ordenar el cese de su utilización y distribución.
Desde un centro logístico situado en Amorebieta, todo el material de protección ante la covid se distribuye a más de 700 puntos de destino entre los que se encuentran hospitales, centros de salud, residencias, servicios municipales de toda Euskadi y centros educativos de la red pública.
El departamento de Salud ha alertado a todas las entidades para que retiren las mascarillas, cuya cifra no ha cuantificado.
Se trata de una medida preventiva, a la espera de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios valore la situación y adopte las medidas en su caso. Una vez que se conozca la decisión, Osakidetza decidirá si deben ser utilizadas de nuevo.