MADRID - La rebaja del Tribunal Supremo no mitiga la dureza de las penas para los jóvenes de Altsasu acusados de agredir a dos guardias civiles y sus parejas, una sentencia que, pese a esta disminución, tanto partidos como los familiares de los condenados consideran “injusta y desproporcionada”. En la sentencia dada a conocer ayer, el alto tribunal rebajó las penas que pasan de entre los 2 y 13 años a entre un año y medio y 9 años y medio de prisión para los ocho acusados.

Con la sentencia del alto tribunal, que les condena por delitos de atentado a la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y/o amenazas, las penas más altas quedan para Oihan Arnanz (de 13 a 9 años y medio de prisión), y Jokin Unamuno y Adur Ramírez (de 12 a 8 años y medio). Las de Jon Ander Cob y Julen Goikoetxea pasan de 9 a 7 años y medio; la de Aratz Urrizola, de 9 años a 4 años y 2 meses; la de Iñaki Abad, de 6 a 3 años y medio; y la de Ainara Urkijo -la única que no entró en prisión provisional- de 2 años a año y medio.

La reducción de penas se debe a la no aplicación de la agravante de “discriminación” ni la de “abuso de superioridad” en el caso del delito de “atentado a la autoridad”. No obstante, el alto tribunal considera que ha existido “prueba bastante y válida de las agresiones y lesiones físicas y psicológicas causadas a las víctimas” para condenar por delitos de “atentado a agentes de la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y amenazas”. El fallo del Supremo contó sin embargo con dos votos particulares, el de los jueces Vicente Magro y Antonio del Moral que consideran que se debía haber mantenido la agravante de discriminación porque, a su juicio, ha quedado probado que el ataque se motivó en la presunción de que los agredidos tenían una ideología “diferente” simplemente por pertenecer a la Guardia Civil

Desproporcionada Desproporcionada e injusta son los calificativos que se repitieron en la valoración de los partidos y de los familiares de los jóvenes condenados. Para los padres y madres de los condenados, la sentencia del Supremo “da continuidad a la injusticia y mantiene a nuestros siete hijos en la cárcel”. Los familiares de los jóvenes convocaron ayer mismo una concentración en Altsasu. ‘Un pueblo unido ante la injusticia’ era el mensaje de la concentración que acabó convirtiéndose en una manifestación -en la que participaron cientos de personas-, que recorrió las calles de la localidad navarra.

Geroa Bai lamentó que “el Supremo sigue manteniendo la desproporción en el caso Altsasu, a pesar de rebajar las condenas impuestas por la Audiencia Nacional. En un comunicado, la coalición resaltaba que la sentencia del alto tribunal “evidencia precisamente la falta de proporcionalidad que ha rodeado desde el inicio este caso, al no reconocer los agravantes de discriminación, ni el de abuso de superioridad en el caso del delito de atentado a la autoridad, sí impuestas por la Audiencia Nacional, así como al suprimir a dos acusados de algunos de los delitos por falta de pruebas”.

La portavoz de EH Bildu en el Parlamento de Navarra, Bakartxo Ruiz, afirmó que la sentencia del Supremo “no subsana en absoluto la injusticia y la desproporción que ha rodeado a este caso desde el primer momento”. Por su parte, el portavoz de Podemos Ahal Dugu en el Parlamento foral, Mikel Buil, señaló que, a pesar de “haberse desmontado todas las acusaciones interesadas que se hicieron” la pena impuesta “resulta absolutamente desproporcionada”. En un nota recordaba que, “a pesar de las primeras acusaciones interesadas, se ha confirmado que no fue terrorismo”.