Nueva York - El secretario general de la ONU, António Guterres, abrió ayer la Cumbre de Acción Climática con un mensaje de urgencia, pero también de esperanza: “Nos estamos quedando sin tiempo, pero aún no es demasiado tarde”. “La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero es una carrera que podemos ganar. La crisis climática está causada por nosotros y las soluciones deben venir de nosotros. Tenemos las herramientas: la tecnología está de nuestro lado”, dijo Guterres en un discurso ante decenas de líderes internacionales. El secretario general de Naciones Unidas insistió en que la cita de ayer no era una cumbre ni de discursos ni de negociaciones, sino una reunión para la “acción” que deberá mostrar compromisos concretos.

En la Cumbre de Acción Climática está previsto que intervengan unos 60 jefes de Estado y de Gobierno, que junto a autoridades locales y regionales y responsables de empresas presentarán los nuevos planes que han desarrollado de forma individual o en coaliciones.

El principal ausente de la cita es el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, un escéptico del cambio climático y que ha decidido sacar a su país del Acuerdo de París. Trump se sentó ayer brevemente en el auditorio de Naciones Unidas, pero no intervino en esa reunión de alto nivel a la que no estaba previsto que acudiera.

Hemos fallado “Mi generación ha fallado en su responsabilidad de proteger nuestro planeta. Eso debe cambiar”, dijo Guterres en la primera intervención de la Cumbre, en la que alabó la movilización de los jóvenes en las calles. “Los jóvenes están ofreciendo soluciones, insistiendo en la responsabilidad, demandando acciones urgentes. Hacen lo correcto”, insistió. El secretario general de la ONU señaló los recientes desastres naturales en varios países como Bahamas y las temperaturas récord que se registran a nivel global como un adelanto del futuro que está por venir si no hay un cambio de rumbo. “La naturaleza está enfadada. Y nos engañamos a nosotros mismos si creemos que podemos engañar a la naturaleza, porque la naturaleza siempre contraataca. En todo el mundo, la naturaleza está devolviendo el golpe con furia”, dijo.

Guterres admitió que la respuesta al cambio climático requiere de “transformaciones fundamentales” en todos los aspectos de la sociedad, unos cambios que tendrán costes, pero insistió en que el mayor coste es el de “no hacer nada”.

El diplomático portugués puso el foco, especialmente, en la necesidad de acabar con los subsidios a los combustibles fósiles y en la importancia de dejar de construir más y más centrales de carbón.

“Es hora de mover los impuestos de los salarios al carbono y de gravar la contaminación, no a la gente”, defendió. Guterres urgió además a cumplir con los objetivos de reducir las emisiones en un 45% para 2030 y de lograr la neutralidad del carbono para 2050, con el fin de limitar para final de siglo la subida de la temperatura a un máximo de 1,5 grados centígrados.

El compromiso de los 66 Un total de 66 gobiernos se comprometieron ayer en llegar a las emisiones de cero de carbono para 2050, informó Naciones Unidas, una alianza a la que se van sumando regiones, ciudades y empresas. A medida que la contaminación por carbono, el aumento de las temperaturas y la destrucción del clima continúan en ascenso, y aumenta la reacción pública, la Cumbre de ayer en Nueva York se ofrece como un “punto de inflexión”, según la ONU, a la inercia y el impacto global climático, pero siempre que haya muchos países unidos en esta dirección.

La ONU estima que el mundo necesitaría aumentar sus esfuerzos entre tres y cinco veces para contener el cambio climático y evitar el aumento del daño climático que ya se está produciendo en todo el mundo.

Muchos países utilizan la Cumbre para demostrar los próximos pasos sobre cómo para 2020 actualizarán sus Contribuciones Determinadas Nacionalmente con el objetivo de reducir colectivamente las emisiones. Esta es una alianza que reúne a las naciones para mejorar la acción en 2020, así como a aquellas que trabajan para lograr emisiones netas de CO2 cero para 2050.

59 naciones manifestaron su intención de presentar un plan de acción climática mejorado (o NDC), y otras nueve han comenzado un proyecto interno para impulsar la ambición y hacer que esto se refleje en sus planes nacionales. En términos del denominado “grupo 2050”, la ONU informó de que son 66 los gobiernos comprometido en emisiones cero, a lo que se unen 10 regiones, 102 ciudades, 93 empresas y 12 inversores.

España avanzó ayer que aportará 150 millones de euros en los próximos cuatro años al Fondo Verde Para el Clima de Naciones Unidas, el principal mecanismo financiero para apoyar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo. - Efe