Argel - El Ejército argelino reiteró ayer su apoyo a las reivindicaciones populares y defendió su apuesta por el artículo 102 de la Constitución, que el martes obligó a Abdelaziz Bouteflika a presentar su dimisión como presidente tras veinte años en el poder. En un editorial publicado en el último numero de la revista Al Djeish (El Ejército), órgano de propaganda del Ministerio de Defensa, se asegura que ese artículo de la Carta Magna “permite a Argelia atravesar la coyuntura actual de forma segura” y evitar situaciones con posibles efectos adversos.

No obstante, el texto, titulado La voz del pueblo soberano, advierte de que, aunque la propuesta “fue bien acogida por el pueblo argelino, “ciertas partes intentan socavar la credibilidad y la imagen de la institución militar” El objetivo de ello sería “frustrar las reivindicaciones legítimas claramente expresadas por el pueblo”, que mantiene “un estrecho vínculo con su Ejército que se ha fortalecido y consolidado en los últimos años”. “La posición del Ejército ante la evolución que experimenta el país no ha cambiado: se adhiere plenamente a las demandas legítimas del pueblo argelino”, subraya la institución militar.

“Y las apoya, al igual que el pueblo argelino, que ha acogido con aprecio esta iniciativa, viendo en ella la solución más adecuada para superar la crisis y llevar al país hacia la seguridad y la estabilidad”, concluye el texto. Ayer se mantuvo la presión popular en las calles, pese a la renuncia el martes del anciano y enfermo presidente Bouteflika, la principal reivindicación de la población.

Continúan las movilizaciones Desde primera hora de la mañana, miles de personas comenzaron como cada viernes a concentrarse en la plaza de la Grand Post y otros puntos del centro de la capital para exigir también la caída de la cúpula del poder que durante los últimos años ha protegido y manejado al presidente.

En el mismo ambiente de fiesta y civismo que caracteriza a las protestas desde que estas arrancaran el pasado 22 de febrero, los manifestantes corearon consignas contra la “triple B” en referencia a los tres políticos elegidos para tutelar la transición -el presidente del Senado, Abdelkader Bensalah; el del Consejo Constitucional, Tayeb Belaiz, y el primer ministro y antiguo titular de Interior, Nouredin Bedaui- a los que los manifestantes consideran miembros “de la mafia del poder”.

También se escucharon gritos contra el jefe del Ejército, general Ahmed Gaïd Salah, quien el martes forzó la renuncia de Bouteflika con su insistencia en la aplicación del artículo 102, que permite inhabilitar al presidente, y su denuncia de una supuesta conspiración contra las Fuerzas Armadas.

Uno de los últimos decretos que firmó el expresidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, horas antes de dimitir el pasado martes fue el cese del jefe de la División de los Servicios de Seguridad (DSS), el general Othman Tartag, informó ayer la prensa local. Según la televisión privada Ennahar, Bouteflika también rubricó el mismo martes, 2 de abril, el cese del controvertido Tartag como asesor de la presidencia responsable de la coordinación con los servicios de seguridad, un puesto creado en 2015 tras la disolución del antiguo DRS (servicio de Inteligencia).

Más poder a Salah De acuerdo con la cadena, el DSS vuelve ahora a depender del ministerio de Defensa, dirigido por el poderoso general Ahmed Gaïd Salah, como lo fuera antes de la disolución del poderoso e influyente DRS. Un cambio que concede mucho mayor poder a Gaïd Salah, convertido en el hombre más influyente de Argelia tras la renuncia de Bouteflika, que el mismo forzó en la última semana en una suerte de golpe de Estado encubierto.

El diario digital Tout sur Algérie, precisó, por su parte, que Tartag presentó su dimisión el martes pasado al todavía presidente Bouteflika que la aceptó horas antes de que presentara su dimisión.

Tartag fue designado director del DSS en el otoño de 2015, poco después de que fuera destituido por sorpresa el general Mohamed Medienne, alias Tawfik, considerado entonces uno de los posibles sucesores del presidente Bouteflika y fuera desmantelado el DRS, cuerpo que lideró durante 25 años.

Mediane, del que apenas existían fotografías, regreso a la actualidad el pasado sábado -poco después de que Gaïd Salah denunciara una conspiración contra el Ejército por parte de fuerzas anticonstitucionales que no identificó- para negar que hubiera participado en un complot con agentes extranjeros.

“Soy conocido tanto dentro como fuera de Argelia por haber luchado contra todas las injerencias externas ya sean políticos, culturales o económicos. Sea cual sea la gravedad de los problemas políticos que atraviesan el país, no puedo eludir el principio de defensa de la soberanía nacional”, explicó. - Efe