bilbao ? ¿Qué conclusiones extrae el PNV de la fallida negociación presupuestaria?
?Que la izquierda abertzale no es aún un agente político de fiar. No es de fiar para llegar a acuerdos sostenidos en el tiempo, y su forma de negociar es puramente táctica, son muy calculadores pero al final siempre es que no. Entre el país y no darle un supuesto tanto al PNV, prefieren lo segundo. La izquierda abertzale sigue construyendo su opción política como una alternativa destructora, anti, cuando sería mejor que fueran una oposición colaborativa, que da réditos en todos los países civilizados y democráticos. Nadie llega al poder desde las barricadas. En Euskadi al poder nunca se va a llegar ya desde las barricadas. Esta negociación la han hecho con la calculadora electoral.
¿Va a provocar que la ciudadanía no perciba a EH Bildu como opción de gobierno?
?Con esto no han ganado ni un adepto, y probablemente hayan perdido alguno, porque yo sé que en su mundo había mucha gente que, por diferentes motivos, por poner los dos pies dentro del cuadrilátero institucional, quería el acuerdo. Y el no de Bildu ha frustrado a mucha gente dentro de su casa, porque este tema no ha sido pacífico. Pero les ha podido querer debilitar a Urkullu, porque en los barómetros sale por las nubes. El lehendakari y Azpiazu hicieron un esfuerzo titánico por acercarse a Bildu, pero cada vez endurecían más la respuesta. El último día nos mandaron la misma propuesta que unos días antes, y no cambiaron ni la fecha.
¿Qué papel ha tenido Arnaldo Otegi? Él salió públicamente a lanzar un ultimátum al Gobierno Vasco...
?El papel de Arnaldo Otegi ahora mismo es ser un comercial. No creo que esté en la sala de máquinas de la toma de decisiones.
¿No se dan las condiciones para una unidad abertzale?
?Nunca he sacralizado la unidad abertzale, como no me gusta la unidad española. Hay que tener capacidad de acuerdo. Lo que da pena es que no sepamos llegar a un mínimo común denominador. Con este Bildu es imposible.
Entonces, ¿el PNV se reafirma en su política de alianzas con el PSE? ¿Queda el PSE como única opción viable tras las municipales y forales de mayo?
?No, tendremos que mirar la aritmética y la realidad electoral. Pero sí que, más allá de las diferencias normales que siempre hay en una coalición, estamos a gusto con la coalición con el PSE. Estamos contentos pero no la sacralizamos ni la damos por hecha para el futuro.
¿Queda comprometida la estabilidad del Gobierno de Urkullu?
?No. No hay alternativa a Urkullu y a su Gobierno. La oposición tiene poca chicha. Se juntan para oponerse, para poner palos en las ruedas, pero nunca se juntan para hacer nada en positivo. Sería antinatura juntar al PP con las izquierdas, pero sobre todo por la competición un tanto infantil que se está dando entre Podemos y Bildu por quién es la izquierda vasca genuina.
¿El PNV está tratando de recomponer sus relaciones con el PP en el Parlamento Vasco para que vuelva al cauce de la estabilidad?
?No, el PP está en el inicio de la travesía del desierto en España y también en Euskadi. Yo no preveo que el PP vaya a moverse antes de las municipales y forales porque rompería la línea de limpieza ideológica de no contaminación en la que se ha embarcado Pablo Casado: ningún contacto con los nacionalistas, porque todos somos tóxicos. No veo yo que el PP vasco tenga margen de maniobra con lo radicalizado que está en Madrid. Tendremos que visualizar en lo que resta de legislatura un Parlamento en el que vamos a seguir proponiendo y poniendo cosas encima de la mesa, y el que se ocupe de cargárselas tendrá que responder ante la ciudadanía.
¿Asume la posibilidad de que la oposición les tumbe sistemáticamente las propuestas, como la subida del sueldo a los funcionarios?
?No creo que sea capaz de aguantar ese tirón. Pegan a lo que sale en los periódicos, lo que dicen los titulares tiene luego reflejo en sus iniciativas parlamentarias. Y sería curioso ver un bloque del no conformado por Bildu, PP y Podemos.
De este rechazo de Bildu a implicarse en la estabilidad, ¿el PNV extrae alguna conclusión, también para el debate del estatus?
?Sabemos con quiénes nos estamos tratando. El estatus es un camino que está abierto. Nosotros vamos a ser leales con lo que hemos dicho y escrito, y vamos a intentar que en las fases sucesivas se ensanche el acuerdo. Iremos viendo si Bildu es leal o no a estos planteamientos. Lo que no vamos a hacer es darle la llave del país. La llave la dan los ciudadanos en las elecciones y, de momento, la tiene el PNV.
¿Fue una injerencia que Pedro Sánchez dijera el otro día que el estatus no se puede pactar solo con EH Bildu?
?Fue una equivocación. El PSOE tiene que llevar un coche con dos volantes: con uno tiene que guiar las relaciones con los que le pusimos en La Moncloa, pero con otro tiene que corregir los desvíos que le puedan traer supuestas pérdidas electorales en España por no ser suficientemente firme con los nacionalistas. Es muy fácil la respuesta a Sánchez: estamos dispuestos a negociar. El que ha hecho renuncia ha sido el PSE. Encantados de que nos ponga una alternativa en la mesa. Hasta hoy, no ha sucedido.
¿Qué le llega de los trabajos que está haciendo Mikel Legarda en la Ponencia del estatus? ¿Hay bloqueo entre los juristas?
?No, están empezando a hablar. Están en una fase muy tentativa. Y no va a haber bloqueo. No es fácil bloquear unos trabajos. Lo que habrá es que unos escriben la realidad jurídico política que queremos para el futuro de una manera, y otros la escribirán de otra manera.
Pero, entonces, habría dos textos...
?Bueno, ya veremos. No prejuzguemos.
Se lo pregunto porque López Basaguren y Del Burgo dicen que lo que plantean PNV y Bildu no tiene encaje y no es legal.
?Veremos cuando esté escrito. Hay mucho prejuicio frente a las bases y no se las han leído bien.
¿Cómo le sentó que el PSE hiciera pública su discrepancia en la Ponencia de Memoria?
?Este es un tema en el que PSE, PP y Bildu están más anclados en el pasado que en las necesidades del presente. Aquí hay una pelea por el relato. Para mí es muy frustrante que Bildu sea incapaz de asumir el injusto daño causado. No entiendo por qué con los estatutos de Sortu y el pacto que hicieron con el fiscal los cargos históricos de la izquierda abertzale reconociendo lo que reconocieron, ahora no pueden decir que matar estuvo mal y que lamentan el daño injusto causado. ¡Es de cajón! Y tampoco entiendo por qué el PSE se aferra tanto a la doctrina tradicional antiterrorista. Ese tiempo ya ha pasado. ETA ya no existe. Claro que hay que hacer un relato justo, pero lo que no puede ser es que sigamos todavía, por la pelea por el espacio con el PP, anclados en los años 2000. Hay que dar pasos adelante. No vamos a quedar impasibles ante tácticas de paralización de la Ponencia.
¿Hay algo en el documento que se ha presentado que suponga rebajar el reconocimiento del daño injusto causado como insinúa el PSE?
?(Ríe) No, yo creo que no. Es difícil de entender que, por un lado, Bildu diga que es inasumible porque estigmatiza solo a unos y que, a la vez, sea cierto lo que dice el PSE.
¿No teme que el PSE se levante de la mesa, como en 2013?
?No. Hay que buscar reconducir los trabajos.
Tras la sentencia del ‘caso Cabacas’, dimitió Jorge Aldekoa. ¿Era necesario que alguien asumiera responsabilidades políticas?
?De los actuales, no. Siento mucho lo que sucedió con Cabacas, pero no puedo estar de acuerdo con la manipulación que se ha hecho en los últimos tiempos por parte de la defensa, que tiene un evidente cariz político. Poner el punto de mira en la sailburu actual, que no era responsable cuando sucedieron los hechos... Eso es pura manipulación política. Pidan otros nombres, pero no es Estefanía Beltrán de Heredia.
¿Debería hablar el exconsejero Rodolfo Ares?
?No lo sé. Lo mismo que han pedido a quienes no tenían responsabilidad política, tendrían que decírselo supuestamente a quien la tuvo. l