Londres - Los vuelos de Gatwick, el segundo aeropuerto más grande del Reino Unido, fueron suspendidos ayer nuevamente durante casi una hora en medio de temores de nuevos avistamientos de drones en el espacio aéreo del aeropuerto.

Tras recuperar la actividad a las seis de la mañana, después de casi 36 horas de cierre, las operaciones en la pista se detuvieron a las 17.10h por una información no confirmada de la presencia de otro dron, que el aeropuerto estaba investigando, según aseguró una portavoz.

La policía reconoció que estaban investigando a “personas de interés” en sus esfuerzos por identificar a quienes habían estado operando los drones, pero por el momento no ha habido detenciones. Aproximadamente 160 de los 837 vuelos programados para ayer fueron cancelados, pero la mayoría de los 126.000 pasajeros con reservas para volar desde el aeropuerto salieron según lo planeado.

En la terminal de Gatwick, la gallega Ana Triñanes, de 49 años, esperaba poder volar a casa para pasar la Navidad con sus dos hijos. Llegó por primera vez al aeropuerto a las seis de la mañana del jueves, pero su vuelo fue cancelado debido al caos de los drones y después vio como su segundo vuelo fue retrasado por la sospecha de un nuevo avistamiento sospechoso.“Quiero llorar, es increíble. La primera vez me reí y estaba hablando con mi familia y les expliqué todo, no sé, todavía no lo creo. Es solo un pequeño dron, contra toda la policía y el ejército y todo el mundo. Es increíble”, explicó Triñanes.

El aeropuerto había dicho que las “medidas de control adicionales” establecidas por los servicios de seguridad permitían a los aviones volver a volar. La primera llegada tras la vuelta de la actividad fue un avión que aterrizó procedente de China alrededor de las seis de la mañana, y la primera salida, un vuelo de Laponia, que despegó poco después.

La policía de Sussex dijo que estaba llevando a cabo varias líneas de investigación importantes y que una protesta ambiental era una posibilidad, pero repitieron una vez más que no lo estaban vinculando con el terrorismo.

El asistente del jefe de policía, Steve Barry, dijo que la policía estaba trabajando en la teoría de que había más de un dron. “En términos de la motivación, existe un amplio espectro de posibilidades, desde el comportamiento criminal realmente de alto nivel hasta las personas que intentan ser maliciosas”, dijo.

Hablando en las inmediaciones del aeropuerto, Barry explicó que las medidas para enfrentarse a la amenaza incluían “opciones técnicas y sofisticadas para detectar y mitigar las incursiones con aviones no tripulados, hasta otras opciones como el uso de escopetas si fuera necesario”.

La policía y el Gobierno no confirmaron el equipo que se estaba utilizando, pero las fotos de Gatwick sugirieron que se habían traído máquinas de interceptación de aviones no tripulados de grado militar.

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas Británicas (Balpa) dijo que se habían instalado equipos de detección y rastreo alrededor del perímetro del aeropuerto, pero que el sindicato seguía preocupado por los riesgos. Así, su secretario general, Brian Strutton, explicó como “corresponde a las autoridades relevantes decidir si es seguro reabrir Gatwick, dado que el dron todavía está alrededor y se espera que vuele de nuevo”.

Además, añadió que seguían “muy preocupados por el riesgo de una colisión y que el posible uso de drones no autorizados puedan pasar desapercibidos alrededor del perímetro u obstruir las rutas de vuelo fuera de la zona de detección inmediata”. Por su parte, el ministro de Transporte, Chris Grayling, añadió que no estaba claro si había más de un dron. Ante las crecientes críticas llegadas desde el Partido Laborista, Grayling negó haber ignorado las advertencias y dijo que planeaba mantener conversaciones con los aeropuertos para discutir lo ocurrido en Gatwick y tratar de evitar interrupciones similares.