Ginebra - La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se mostró ayer alarmada por las más de 1.500 muertes de inmigrantes indocumentados y refugiados registradas en lo que va de año en su intento de cruzar el Mediterráneo hacia la Unión Europea. Solamente en junio y julio perdieron la vida más de 850 personas, lo que “convierte el Mediterráneo en la ruta marítima más mortal en el mundo”, señaló ACNUR en un comunicado.
A esta agencia de las Naciones Unidas le preocupa especialmente que el ritmo de muertes aumente, pese a que el número total de personas que llegan a las costas europeas se ha reducido de manera importante en comparación con los años anteriores. En torno a los 60.000 inmigrantes y refugiados han cruzado el Mediterráneo en lo que va de año, la mitad de los que lo consiguieron el pasado año. A diferencia de años anteriores, cuando Italia recibió a la mayoría de los inmigrantes y refugiados, este año España se ha convertido en el destino principal de aquellos que huyen de sus países en busca de una vida mejor o de protección internacional de la violencia que sufren en sus lugares de origen.
En lo que va de año, España ha recibido a más de 23.500 inmigrantes a través de la ruta del Mediterráneo Occidental, frente a los aproximadamente 18.500 que llegaron a Italia y unos 16.000 que lograron arribar a las islas griegas.
Pese a que la cifra total de llegadas a suelo de la Unión Europea supone volver a los números previos al año 2014, antes de que comenzara la crisis migratoria, uno de cada 31 inmigrantes ilegales que intentaron cruzar a territorio comunitario en los pasados meses de junio y julio o desaparecieron o murieron, frente a uno de cada 49 a lo largo de 2017, indicó ACNUR.
la meteorología “Urgimos a los países y a las autoridades en la ruta de tránsito a tomar todas las medidas necesarias para desmantelar y eliminar las redes de traficantes” de inmigrantes, recalcó el enviado especial de ACNUR para el Mediterráneo, Vincent Cochetel. “Sin medidas, más gente fallecerá en el mar en los próximos meses, ya que los traficantes buscan aprovechar las oportunidades que ofrecen las mejores condiciones meteorológicas” en verano, alertó el enviado humanitario.
ACNUR recordó que en julio urgió a los países a reforzar sus capacidades de rescate en el Mediterráneo, después de que se impusieran restricciones legales y logísticas a las ONG que participan en esta tarea en el mar y de que varios barcos con inmigrantes auxiliados a bordo fueran “abandonados” a su suerte durante días al rechazar Italia y Malta su desembarco. “Unas capacidades de búsqueda y rescate reforzadas y un mecanismo claro y predecible para los desembarcos son la piedra angular de la propuesta que han hecho ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)”, recalcó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados.
En ese sentido, el barco de Proactiva Open Arms que el pasado jueves rescató a 87 personas en aguas del Mediterráneo tras estar dos noches a la deriva y más de 50 horas hacinados en un bote sigue sin un puerto de destino. - Efe