GASTEIZ. Hoy se ha reunido en la sede de Lehendakaritza, en Gasteiz, la Comisión Interinstitucional Social para la acogida e integración de personas refugiadas integrada por representantes del Gobierno vasco, las diputaciones, la Asociación de Municipios Vascos -Eudel- y las organizaciones CEAR, Cruz Roja, Accem, MPDL, Cáritas y Fundación Ellacuría.
Esta comisión ha comenzado sus trabajos para articular una respuesta ante la posible llegada a Euskadi de parte de los migrantes del barco Aquarius que se dirigen al puerto de Valencia, después de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, anunciara la disposición del País Vasco para acoger a un diez por ciento de estas personas.
A su término, el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno vasco, Jonan Fernández, ha comparecido brevemente ante los medios de comunicación y ha recordado que esta comisión trabaja de manera constante desde enero de 2017 para dar respuestas de acogida a inmigrantes "y no solo a golpe de espasmo o de interés por circunstancias como la del Aquarius".
Hay que dar "un aldabonazo en Europa que remueva las sinergias y falta de respuestas que están planteando desde las instituciones europeas y desde muchos de los Estados", ha insistido.
Por el momento, ha explicado, el Gobierno vasco desconoce tanto el número de refugiados que podrían recalar en Euskadi como las fechas ya que a día de hoy es "muy difícil" prever estos detalles porque la información de la que se dispone está "muy fragmentada" y hay "muchas incertidumbres abiertas", ha explicado Fernández.
Por ello, la comisión interinstitucional ha acordado trabajar con tres escenarios posibles simultáneamente.
Uno de ellos consiste en preparar una respuesta para el supuesto de que Euskadi reciba a un grupo grande de migrantes en un plazo corto, lo que implica habilitar recursos de acogida inmediata para numerosas personas.
Otra posibilidad, ha indicado Fernández, es que la llegada de estas personas se produzca de forma escalonada y en grupos pequeños, lo que conlleva preparar otro tipo de dispositivos de acogida inicial teniendo en cuenta las posibilidades con las que cuenta cada territorio.
Y un tercer escenario es el de dar respuesta a situaciones de emergencia humanitaria a personas que lleguen al País Vasco con especiales necesidades de asistencia sanitaria, psicológica o de otro tipo.
En principio se espera que los migrantes que viajan en el barco Aquarius y en otros dos navíos italianos en los que han sido distribuidos lleguen a Valencia el sábado, después de que Italia y Malta se hayan negado a que desembarcaran en sus puertos.