madrid - El PNV ha puesto en valor su influencia en Madrid para devolver a los pensionistas el poder adquisitivo perdido en los últimos años, y para propiciar un cambio de discurso de Mariano Rajoy en relación a Catalunya. Los jeltzales permitirán la tramitación de los Presupuestos estatales y votarán hoy en contra de las enmiendas a la totalidad en el Congreso de los Diputados tras haber arrancado al presidente español una subida generalizada de las pensiones con arreglo al IPC y la evolución de los precios, tras haber incorporado mejoras en las prestaciones de viudedad, y tras haber retrasado hasta 2023 la aplicación del factor de sostenibilidad, que iba a suponer una nueva rebaja en las pensiones al vincularlas con la esperanza de vida. En paralelo, Rajoy realizó ayer un pronunciamiento sobre Catalunya en un tono inédito hasta la fecha. Apostó claramente por la formación de un Govern para poner fin al artículo 155 y la suspensión del autogobierno en el territorio, anunció un esfuerzo a favor del diálogo, y evitó torpedear con un recurso ante el Tribunal Constitucional el voto delegado del diputado Toni Comin, clave para una investidura sin la CUP.
El PNV, que había anunciado que no negociaría con Rajoy mientras se mantuviera el 155 en Catalunya, quiso aclarar ayer que no hubo tal negociación, sino que le planteó esos dos requisitos como condiciones previas innegociables. La conversación se produjo al más alto nivel entre el presidente español y el líder del PNV, Andoni Ortuzar. Su apoyo en el trámite de hoy no garantiza su respaldo en la votación final prevista para los días 23 y 24 de mayo. El PNV tomará su decisión en función del transcurso de los acontecimientos en Catalunya. Mañana presentará sus enmiendas parciales, pero las fuentes consultadas adelantan que ninguna de ellas hará sombra al logro de las pensiones. En términos generales, el PNV cree que los Presupuestos son buenos para Euskadi por el incremento de las pensiones, y por los compromisos que se cerraron el año pasado y que tendrán un reflejo plurianual, como las inversiones en el Tren de Alta Velocidad y la revisión de la tarifa eléctrica que lastraba la competitividad de la industria vasca. No habrá sorpresas con las transferencias porque la negociación sobre las competencias ha quedado en manos del Gobierno Vasco y se va a desligar de los Presupuestos.
La mejora de las pensiones añade presión al PNV para permitir la aprobación de las Cuentas, pero tomará su decisión en función de la actitud de Rajoy ante Catalunya. En cualquier caso, en prácticamente todos los ámbitos políticos trabajan con la previsión de que la situación se normalice. Los soberanistas catalanes, por su parte, no tuvieron nada que objetar a que el PNV facilite la tramitación de las Cuentas. El PDeCAT, además, aplaudió la subida de las pensiones.
las modificaciones Los jeltzales han asumido las reivindicaciones de los pensionistas y sus multitudinarias movilizaciones en la calle, y han logrado arrancar a Madrid que las prestaciones suban con arreglo al IPC y la evolución de los precios, en lugar del 0,25% que se viene aplicando desde 2014 y que ha supuesto un lastre para el bolsillo de millones de jubilados, un colectivo que en la comunidad autónoma asciende a 550.000 personas. Para el incremento de este año se tomará como referencia el IPC del año pasado (1,6%), y se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero, de manera que los ciudadanos recibirán el abono de las cantidades pendientes. El próximo año, el aumento será del 1,6% o el IPC del momento.
Con su movimiento, el PNV extiende la subida a todos los colectivos. La vinculación con el IPC es una exigencia a la que Rajoy se había negado reiteradamente con el argumento de la escasez presupuestaria. Ni siquiera sus socios de investidura de Ciudadanos consiguieron un aumento tan ambicioso. El proyecto pactado entre Montoro y C’s solo contemplaba una subida del 3% para las pensiones mínimas y las no contributivas, (este porcentaje se mantiene) y otras subidas escalonadas para las más bajas (1,5% para las que no lleguen a los 700 euros mensuales, y 1% para las situadas entre los 700 y 860 euros). También se recogían beneficios para otros tramos en el IRPF. No iba a tener un gran impacto en Euskadi porque, aunque también existe un amplio colectivo con pensiones muy bajas, la media se sitúa en 1.155 euros mensuales por la tradición industrial.
En cualquier caso, el PNV también ha introducido una mejora para las pensiones de viudedad elevando la base reguladora, es decir, el porcentaje de la pensión del fallecido que percibe el viudo o la viuda, uno de los colectivos más vulnerables y con prestaciones más bajas. El porcentaje actual es del 52%, y el pacto entre C’s y el ministro Montoro lo había elevado al 54%, pero el PNV ha apretado más para lograr un 56% este año y un 60% el próximo.
Además, se aplaza cuatro años el factor de sostenibilidad que se iba a aplicar el año próximo. El PNV congela de esa forma los dos pilares de la controvertida reforma de 2013. Esta tregua puede ser clave porque, en paralelo, los agentes políticos reunidos en el Pacto de Toledo trabajan para recuperar el IPC con carácter permanente como elemento troncal en el cálculo.
El PNV completa una jugada maestra. Por un lado, satisface las demandas de los pensionistas, un colectivo de 550.000 personas en la comunidad autónoma sobre un censo electoral de 1,7 millones; por otro, desactiva la estrategia de desgaste de EH Bildu por sus acuerdos sobre un Presupuesto que considera antisocial; y, por último, frena el avance de C’s y le resta capacidad de influencia porque el PNV ha arrancado a Rajoy un incremento superior al que pactó Albert Rivera, quien presumió de su capacidad de negociación. Además, C’s se queda sin el argumento electoral de los “privilegios vascos”, porque esta subida afecta a todos los pensionistas.
Ortuzar mantuvo una reunión este martes en la Moncloa con el presidente español, Mariano Rajoy, a petición del propio Gobierno español; y le trasladó dos exigencias innegociables. Tras una primera conversación sobre política en general, Ortuzar le expuso que su partido estaría dispuesto a “ganar tiempo para Catalunya y salvar el trámite de las enmiendas a la totalidad” si lograba de Rajoy un compromiso explícito con el diálogo en Catalunya, y si modificaba notablemente las pensiones. Madrid aceptó todas sus demandas.
IPC. Subida de un 1,6% en todas las pensiones con carácter retroactivo desde el 1 de enero. El próximo año, subirán un 1,6% o el IPC del momento.
Viudedad. Incremento de la base reguladora del 52% actual al 56% este año, y el 60% en 2019. C’s había pactado con Montoro un 54% para este año. La base reguladora es el porcentaje de la pensión del fallecido que recibe el cónyuge.
Factor de sostenibilidad. Se aplaza su entrada en vigor cuatro años. En lugar de activarse el 1 de enero del próximo año, lo hará en 2023. En ese periodo de tiempo, el Pacto de Toledo puede llegar a un acuerdo que desactive este criterio, que supone vincular la prestación a la esperanza de vida.
Parlamento Vasco. El PNV asume de esta manera el pronunciamiento del Parlamento Vasco, que recientemente rechazaba los Presupuestos estatales con los votos de EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE porque no vinculan las pensiones al IPC.
Rajoy rectifica. El Gobierno español ha vetado hasta ahora proposiciones de ley de la oposición para revalorizar las pensiones al ritmo del IPC porque supone un coste de 2.000 millones de euros al año.
Protestas. Los jubilados de la CAV y Navarra tienen previstas manifestaciones el 5 y 26 de mayo.