barcelona - El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha citado a declarar como investigada a la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, y a día de hoy es una incógnita si se presentará el miércoles ante el magistrado. La exparlamentaria catalana se encuentra en Suiza, estudia refugiarse en ese país y está contactando con abogados especialistas en la gestión de extradiciones para evitar su encarcelamiento en el Estado español por un delito de rebelión y otros relacionados con la declaración de independencia.
En ese caso, Gabriel seguiría el camino del president cesado, Carles Puigdemont, y cuatro de sus consellers, que llevan cerca de cuatro meses refugiados en Bruselas. Este escenario expondría a Gabriel a una orden de detención internacional por parte de la justicia española, aunque lo fía todo a que en Suiza no existe el delito de rebelión, y los delitos contra la integridad territorial solo llevan aparejada la cárcel si hay violencia. Para el Gobierno español de Mariano Rajoy, su huida supondría un contratiempo de gran simbolismo político. Aunque Gabriel, al igual que la CUP, no formó parte del Govern, fue la cara visible de la formación anticapitalista y la bestia negra de Madrid, donde despierta muchas fobias bajo la acusación de haber arrastrado al Govern a posiciones cada vez más rupturistas. Su huida colocaría a Rajoy ante un problema de compleja gestión donde no todo depende de los deseos de la justicia estatal, justo en un momento en el que C’s está dando la batalla para presentarse como el garante de la unidad de España ante el PP tras su victoria en las elecciones catalanas. Su eventual huida incrementaría a seis el número de fugados: Puigdemont y cuatro consellers cesados (Clara Ponsatí, Lluís Puig, Meritxell Serret y Toni Comín) y la propia Gabriel.
Gabriel no ha tomado aún una decisión en firme. Según informó la CUP en un comunicado después de que El Periódico de Catalunya desvelase su paradero, se encuentra en Ginebra con otros miembros de la formación anticapitalista para organizar su estrategia de defensa. La CUP no aclaró si Gabriel regresará a tiempo para comparecer ante el juez. Será mañana cuando “se informará de todo aquello relativo a la declaración prevista ante el Tribunal Supremo”.
Las gestiones que está realizando son idénticas a las que hizo Puigdemont en sus primeros días en Bruselas, antes de hacer permanente su estancia. Por la analogía en los movimientos y los argumentos, todo apuntaría a que Gabriel podría seguir su camino y refugiarse en Suiza, aunque todos los escenarios están abiertos.
Según El Periódico, Gabriel está contactando con un abogado experto en extradiciones, Oliver Peter, de un perfil muy similar al letrado Paul Bekaert, con quien Puigdemont contactó nada más entrar en Bruselas el pasado 30 de octubre. Oliver Peter llevó el caso de Nekane Txapartegi, acusada de colaborar con ETA y cuya extradición quedó finalmente desactivada por la propia Audiencia Nacional española al decretar la prescripción de los presuntos delitos. En el comunicado de la CUP, se alude también a la necesidad de dar una dimensión internacional al procés, el mismo criterio que siguió Puigdemont para quedarse en Bruselas.
Mireia Boya, también de la CUP, no obstante, sí acudió la semana pasada a declarar y quedó en libertad, aunque el entorno de Gabriel tiene pocas dudas de que, por su posición de mayor rango, en su caso sí acabaría en prisión provisional, como sucedió con el vicepresident Oriol Junqueras, y los líderes sociales del independentismo, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, entre otros. Gabriel denunció ayer en un mensaje de audio en un acto de Endavant la “persecución política” contra el independentismo. Días antes, emplazó a un acto previsto para el próximo sábado 24, aunque no aclaró si estará presente.
Gabriel llevaba varios días en paradero desconocido y ayer se despejó la incógnita. Se había especulado con un viaje a Venezuela por cuestiones de afinidad ideológica y porque ese destino hubiera hecho posible una petición de asilo por su parte. Suiza es un destino que, en principio, puede sorprender, pero Gabriel podría jugar la carta de la inexistencia del delito de sedición y rebelión en su Código Penal, algo que, en principio, puede blindarla contra una orden internacional de detención (no sería una euroorden propiamente dicha porque Suiza no forma parte de la Unión Europea).
No obstante, Suiza contempla como delito la separación de una parte del territorio siempre que sea por vías violentas, una circunstancia que Madrid cree que sí ha concurrido en el caso catalán. Si Gabriel no acude a declarar ante el Supremo, la Fiscalía española y el juez Llarena tendrán que valorar si activan la orden de detención. La orden contra Puigdemont lleva semanas desactivada, un movimiento que se interpretó como un paso atrás de Llarena para evitar un varapalo de la justicia belga o que eliminara algunos delitos de la lista y rebajara la investigación. Llarena lo desmintió.
pascal y rovira JxCat y ERC habían apostado por mantener un perfil bajo en las últimas horas para no realizar anuncios sobre la investidura de Puigdemont que se interpretaran como actos de desobediencia y complicaran la situación de los investigados que declaran a partir de hoy ante Llarena, que podría adoptar medidas cautelares severas como la prisión provisional. Es una incógnita cómo puede afectar la estrategia de Gabriel a Marta Pascal (PDeCAT) y Marta Rovira (ERC), que declaran hoy ante Llarena. Mañana lo hará Artur Mas. El testimonio de Boya ya fue utilizado en algunos ámbitos del Estado, porque señaló que la declaración de independencia no fue cosmética, lo que contradijo la versión del PDeCAT y ERC.
Puigdemont escogió la huida a Bruselas para mantener vivo el Govern legítimo tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Quería exprimir el simbolismo del president a l’exili para internacionalizar el conflicto. Gabriel no formó parte del Govern y ya no es diputada.
Hoy. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, comparecen hoy como investigadas ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. Rovira está señalada en los informes de la Guardia Civil como pieza clave en la organización del referéndum del 1-O y en la posterior declaración unilateral de independencia.
Mañana. Llarena interrogará al expresident Artur Mas y a la expresidenta de la Asociación de Municipios para la Independencia Neus Lloveras.
Miércoles. Pasado mañana deberá presentarse ante el juez Anna Gabriel. Un día antes, la CUP informará de la estrategia que va a seguir y despejará si Gabriel atenderá la citación judicial o, por el contrario, se refugiará en Suiza. Tanto el documento ‘Enfocats’ como la agenda de Josep María Jové, hombre de confianza del exvicepresident Junqueras, han servido a la Guardia Civil para señalar que todos ellos actuaron bajo una “simbiosis absoluta” y unidad de acción plena en la estrategia para proclamar la independencia.