Bilbao - El Departamento de Educación quiere hacer que los centros escolares sean un espacio libre de violencia y “desenmascarar” el bullying para quitar la careta tras la que se esconden los acosadores. La consejera Cristina Uriarte junto a parte de su equipo presentó ayer en Bilbao Bizikasi, el nuevo plan contra el acoso escolar y para la convivencia positiva en el sistema educativo, que ha arrancado en setiembre y cuya aplicación se hará de manera escalonada hasta el año 2020. Tal y como adelantó DNA el pasado mes de setiembre, el Gobierno Vasco ha diseñado un programa propio para luchar contra una problemática que se ha duplicado el último curso hasta los 121 casos de acoso reales. Y según dijo ayer la consejera, “podemos prever un aumento” del número de denuncias debido a la creciente sensibilización dentro de la comunidad educativa y a la campaña de concienciación que se lanzará el próximo lunes, en la que se invita a toda la sociedad a formar parte de BAT (Bullyingaren Aurkako Taldea/ el equipo contra el bullying).
En palabras de Uriarte, el objetivo del plan y de la campaña es el de “ayudar a quien padece acoso escolar” pero también “ayudar al alumnado con comportamiento acosador para que pueda quitarse la máscara, para que tenga conciencia del dolor que puede estar causando”. Y en este empeño, explicó, es fundamental “la implicación de todos y todas”.
Tanto es así que el plan de choque trascenderá a los límites del aula para extenderse a toda la comunidad escolar y a las familias a través de módulos de formación específicos para dotarlas de las percepciones y herramientas necesarias para abordar este problema. Y es que según Aitor Albizua, uno de los creadores de Bizikasi, la clave para erradicar el acoso escolar es que toda la comunidad educativa “comparta un conocimiento y lenguaje unificados en torno al concepto del acoso escolar y el mismo enfoque en el proceso de resolución de un caso”.
El Gobierno Vasco ha contado en el diseño del plan con la colaboración de los berritzegunes, la Inspección Educativa, el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI) y el asesoramiento de una de las autoridades de la materia del Estado, Rosario del Rey, profesora del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla. El programa prevé tres ámbitos de actuación: la prevención, la intervención y la evaluación. Contempla la constitución en cada centro educativo de un grupo dinamizador formado por cuatro personas: el director del centro, el jefe de estudios, un orientador y un profesor. La iniciativa prevé una formación específica a los distintos colectivos implicados, impartida de manera jerarquizada.
En primer lugar, se formará a los miembros de los grupos dinamizadores y se continuará con el profesorado, con la previsión de que estén formados en su totalidad durante el curso 2018-19. Después irá el personal no docente de los centros escolares, las familias y los colectivos de extraescolares. Según Uriarte, los equipos dinamizadores estarán formados “en breve”. Hasta la fecha han recibido ya la formación específica 320 asesores de berritzegunes, 80 inspectores y cerca de 800 docentes. A la hora de establecer la formación del profesorado, en el caso de que en un centro se haya constatado la existencia de un caso de acoso, el claustro recibirá de manera obligatoria y prioritaria dicha formación especifica. Si no se ha detectado ningún caso, cada centro podrá solicitar dicha formación en el momento que más le interese.
Primero se empezará por los centros de la red pública y progresivamente se irá ampliando el programa a la concertada. Cabe recordar que las ikastolas aplican desde hace dos cursos es famoso programa antibullying KiVa, con el que Finlandia ha logrado reducir sus tasas de acoso un 80%, y que este curso decenas de centros -en su mayoría concertados- se han sumado al programa TEI que propone que el alumnado mayor vele por sus compañeros más pequeños. En la presentación oficial de ayer, las responsables del Departamento no ahondaron en la metodología o dinámicas concretas que se van a desarrollar en las aulas más allá del aspecto formativo mencionado.
En este sentido, la consejera Uriarte explicó que durante la formación los centros reciben material para poder desarrollar el necesario control -herramientas para la observación y detección, para la elaboración de un diagnóstico de las relaciones en el grupo, listas de chequeo, etc.- con el objetivo de prevenir y lograr la implicación de toda la comunidad educativa. Parte del material “que se están creando” se dirigirá al empoderamiento del alumnado para desarrollar en él estrategias para identificar buenos y malos tratos en la convivencia, mejorar la comunicación y otras cualidades como la empatía o la asertividad.
También se trabajará en la sensibilización del grupo -de los espectadores- a fin de integrar en él a las posibles víctimas ya que, si el grupo no permite el bullying, el acosador o acosadora dejará de actuar por falta de refuerzo social. La complicidad o inacción por parte de los testigos es el caldo de cultivo para que el acosador se sienta legitimado y continúe con su comportamiento. En este punto hay una tarea importante por delante porque según el último estudio del ISEI-IVEI, el 40% del alumnado vasco se une o mira hacia otro lado cuando se produce un caso de acoso. Al respecto, Uriarte dijo que “es necesario empoderar al alumnado, lograr que a través del compromiso individual y colectivo del alumnado y de su participación activa en la erradicación de los casos de acoso, se den pasos para hacer del centro un lugar seguro y de tolerancia cero al acoso”.
La prevención es el fin del plan Bizikasi. Pero desde Educación asumen que, aunque deseable, el acoso escolar cero es una meta poco realista ya que la violencia forma parte de la condición humana. Así, en caso de que se detecte un posible caso de bullying, el centro aplicará como hasta hora el protocolo de intervención existente en coordinación con las instituciones implicadas (Fiscalía, ayuntamientos, diputaciones).
Plazos. El Departamento de Educación del Gobierno Vasco prevé tener “desplegado y consolidado por completo” en 2020 el programa contra el acoso escolar y para la convivencia positiva Bizikasi, que tiene como objetivo “perseguir las situaciones de acoso e intervenir adecuadamente con el alumnado que sufre acoso, pero también con quienes contemplan el acoso a modo de espectadores y con el alumnado con comportamiento acosador”.
Objetivo. Entre las principales características del primer nivel, la consejera Cristina Uriarte destacó la formación específica, así como la creación en cada centro educativo de un grupo dinamizador formado por cuatro personas: director del centro, jefe de estudios, consultor/orientador, y profesor relacionada con el ámbito de la convivencia. Dicho grupo dinamizador liderará y coordinará el proceso de resolución de los casos de acoso y dirigirá las acciones a desarrollar en el centro en el marco de la convivencia positiva.