Bilbao - Los acuerdos entre el Gobierno Vasco y el español avanzan con fluidez, y en las últimas horas han neutralizado por completo la posibilidad de un conflicto en materia económica y fiscal. En ese terreno, la paz ha quedado garantizada para el resto de la legislatura. El consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, presentó ayer el pacto alcanzado con Madrid para regular las relaciones financieras, y el documento deparó algunas novedades. Además de garantizar la paz fiscal con la firma de la Ley Quinquenal que regula el Cupo, el acuerdo recoge cambios que ensanchan la capacidad tributaria de las haciendas forales y van más allá de lo previsto. Este acuerdo supondrá que unas 300 empresas pasen a tributar ante las instituciones vascas y no ante el Estado.
Por un lado, el consejero confirmó el acuerdo sobre la Ley Quinquenal, que va a regular el método de cálculo del Cupo hasta 2021. La ley vigente caducó en 2011. El Cupo es el dinero que paga Euskadi al Estado por las competencias no transferidas, como el Ejército, la Corona, los puertos y los aeropuertos, y en este ámbito no hubo ninguna sorpresa porque el índice volverá a ser del 6,24% para los próximos cinco años. Rajoy no ha escuchado las voces de Ciudadanos, o incluso del PSOE, que pedían que Euskadi pagara más. El método de cálculo no cambia, y la única diferencia radica en que ahora la ley se ha actualizado y va a tener como año base 2017, lo que supone un Cupo de 1.300 millones al que hay que descontar varios conceptos referidos a las políticas activas de empleo y algunos impuestos. La resta va a dejar esa cantidad por debajo de los mil millones. En vista de que no hay grandes cambios, su relevancia es más política que técnica, porque supone regular el método de cálculo y no dejarlo al albur de los criterios que pueda aplicar Madrid de manera unilateral. Esa falta de acuerdo hubiera supuesto con total seguridad volver a tener disputas año tras año a cuenta de las liquidaciones de cada ejercicio, un conflicto que la última vez se alargó diez años en los que Madrid estuvo adeudando 1.400 millones a la comunidad autónoma.
Por otro lado, los dos gobiernos han realizado ajustes en más de veinte artículos de la Ley del Concierto Económico para simplificar impuestos y aclarar sus criterios de recaudación. Los parámetros que se han utilizado benefician en muchos casos a las haciendas forales, que van a ensanchar sus competencias recaudatorias. También se gana seguridad jurídica. Por ejemplo, en la exacción de retenciones del IRPF de la tripulación de los barcos que faenan en aguas internacionales, el criterio va a ser tomar como domicilio fiscal el puerto donde está inscrito el buque. En el Impuesto de Sociedades e IVA, las empresas que tengan domicilio fiscal en el Estado tributarán en las haciendas forales si su volumen de negocio en suelo vasco es de, al menos, un 75%. Hasta ahora, para que las instituciones vascas tuvieran la competencia era necesario que realizaran su negocio íntegramente en la comunidad autónoma. También tributarán aquí las herencias de personas fallecidas en el extranjero.
La tercera vertiente del acuerdo se ha saldado sin novedad. Tal y como informó este periódico, la comunidad autónoma podrá incurrir como máximo en un déficit del 0,4% el próximo año, un 0,1% en 2019, y un 0% en 2020. En este caso, son las mismas cifras que se aplicarán a las otras comunidades. El acuerdo lo encarrilaron el jueves el consejero Azpiazu y el ministro Montoro, y se firmará el miércoles en Madrid, en la Comisión Mixta.
“éxito político” Con este acuerdo, queda blindada la relación bilateral en materia fiscal, la mayor singularidad del autogobierno vasco. El pacto viene a cola de la negociación de los Presupuestos estatales de este año, donde se sentaron las bases con el Gobierno de Rajoy para solucionar este conflicto. Su necesidad de apoyos ha propiciado que la lealtad en materia fiscal sea máxima, y ahora el Gobierno Vasco espera trasladarla al ámbito político cerrando los traspasos competenciales pendientes. La vicepresidenta española Soraya Sáenz de Santamaría visitará Euskadi el martes, y la convocatoria ha disparado las expectativas sobre el inicio de las conversaciones con el consejero Josu Erkoreka. Desde el Gobierno Vasco dicen que no hay nada previsto y que solo vendrá para visitar la planta de Mercedes-Benz en Gasteiz.
En una comparecencia en Bilbao en compañía del viceconsejero Juan Miguel Bilbao, Azpiazu puso en valor el acuerdo como “éxito económico y político que trae una estabilidad deseada para Euskadi”. “Es un muy buen acuerdo, ya que la normalidad y el no conflicto deben presidir la relación. En el ámbito fiscal, lo estamos consiguiendo”, aplaudió. La ley tiene que ser ratificada por el Congreso de los Diputados, pero Azpiazu no teme que sea tumbada porque “todas las leyes quinquenales que se han tramitado han logrado un apoyo masivo”. El consejero apuesta por hacer pedagogía para que se vea que Euskadi “es solidaria y quiere seguir siendo solidaria”, y confía en superar el trance sin contingencias. El compromiso del Gobierno español es tramitar la ley en septiembre para que entre en vigor el 1 de enero de 2018.
Ley Quinquenal. Fijará el cálculo del Cupo hasta 2021 tomando como año base 2017. Establece el Cupo para 2017 en 1.300 millones y mantiene el índice de imputación en el 6,24% para este quinquenio. En este Cupo están incluidas las compensaciones del impuesto de producción de energía eléctrica que se recaudan en Euskadi, cercanas a los 40 millones. Además, hay que compensar las políticas activas de empleo que suman de forma provisional en 2017 cerca de 225 millones (tras restar a los 341 millones de políticas activas que corresponde recibir a Euskadi los 116 millones de bonificaciones que se deben aportar al Estado). A estas cantidades hay que unir también las compensaciones por impuestos de alcohol, bebidas derivadas y productos intermedios, cerveza, hidrocarburos y tabaco; que ascienden a 86 millones.
Déficit y deuda. En términos de PIB, el déficit tiene que ajustarse al 0,4% en 2018; 0,1% en 2019; y 0% en 2020. La deuda pública para el trienio será de 14,2% para 2018; 13,8% para 2019; y 13,2% para 2020.
IRPF. Se establece la regla competente para la exacción de retenciones de rendimiento de trabajo prestados en el extranjero, teletrabajo y personas enroladas en embarcaciones radicadas en puertos de Euskadi. Las haciendas forales tendrán la competencia sobre los casos de las personas enroladas en barcos que naveguen en aguas internacionales si el buque está inscrito en un puerto vasco.
Impuesto de Sociedades. En el Impuesto de Sociedades e IVA se actualiza la cifra de umbral de volumen de operaciones para exigir el impuesto para las haciendas vascas, que pasa de 7 a 10 millones de euros. Además, se atribuye a Euskadi la competencia sobre contribuyentes que, teniendo su domicilio fiscal en territorio común, hubieran realizado en Euskadi el 75% o más de su volumen de operaciones. Se elimina así la asimetría por la que estos contribuyentes hasta ahora solo tributaban a Euskadi si realizaban todas sus operaciones en territorio foral.
Sucesiones y donaciones. La tributación de los herederos y herederas vascas de personas fallecidas no residentes en España se realizará en Euskadi. Se tributarán también aquí las donaciones de inmuebles situados en el extranjero.