gasteiz - Hace ya un año y medio desde la puesta en marcha del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, y “los puntos de partida siguen siendo los mismos”, según el programa de actuación para los próximos tres años de este foro en el que convergen partidos políticos e instituciones. Ayer el lehendakari Urkullu presidió el consejo de dirección de este organismo, al que se presentó este documento que incide, efectivamente, en la necesidad de profundizar en la búsqueda de reflexiones críticas sobre el pasado de violencia vivido en Euskadi y en el asentamiento de la pluralidad como base para la construcción de una memoria en la que quepa todo el mundo.
Gogora, además, consolidará y ampliará su estructura para seguir trabajando en el “camino constructivo” desarrollado hasta ahora, “ahondando en los acuerdos y en la participación plural”, dijo Urkullu, con el documento presentado ayer, abierto a aportaciones hasta finales de septiembre, como guía de actuación.
El documento recuerda que es necesario gestionar la memoria de “acontecimientos traumáticos diferentes, con lecturas divergentes y con el nexo común de contener un dramático balance en vulneraciones de los derechos humanos”, y por ello la actuación del Instituto hasta 2020 se ha estructurado en tres ámbitos; el transversal, el de la Memoria Histórica y de la Memoria Reciente, tres ámbitos que acumulan 9 iniciativas y 27 proyectos, 3 por cada iniciativa.
En lo relativo a la Memoria Reciente, destacan, en el ámbito de la educación, el traslado de testimonios grabados de víctimas a las aulas vascas, testimonios que se almacenarán en un fondo audiovisual público orientado tanto a las propias víctimas como a la ciudadanía en general. Además, se consolidará el día de la Memoria (10 de noviembre) y se tratará de armonizar las políticas de memoria reciente entre las diferentes instituciones públicas.
En el ámbito de la Memoria Histórica, se seguirá adelante con el Plan de Exhumaciones y el desarrollo del banco de ADN; se redactará un informe de vulneraciones de derechos humanos y se avanzará en el reconocimiento institucional y personal a las víctimas de la guerra o el franquismo, actuaciones englobadas en otros nueve proyectos. Por otro lado, se prevé que el Museo de la Paz de Gernika se especialice en Memoria Histórica.
En lo que respecta a la actuación transversal, Gogora seguirá trabajando de forma coordinada con otras instituciones memoriales de Euskadi, a la vez que promoverá un discurso y proyecto expositivo propio para acercar a la ciudadanía el valor real de la memoria, mediante nueve proyectos. En ese sentido destaca la continuidad de la experiencia Memoria Plaza, que en septiembre llegará a Portugalete y en octubre a Hernani, también durante 2018. Además se desarrollará cada año una temática específica junto a unas jornadas anuales, se pondrá en marcha de un programa de becas de investigación y se consolidará el centro de documentación, biblioteca y publicaciones de Gogora.
Por otra parte, en todos estos ámbitos el trabajo de los próximos tres años girará en torno a la promoción de la empatía, de tal suerte que la gestión del pasado se pueda llevar a cabo desde un punto de encuentro en la sociedad vasca, en el que se trasciendan las experiencias subjetivas para dar cabida a otras miradas, vivencias y realidades. La empatía es, por tanto, “condición necesaria para hacer sitio a la memoria de los otros”, asumiendo a su vez que “no es posible un acuerdo completo de interpretación del pasado”, señala el documento.
El objetivo de Gogora será, al igual que lo ha sido hasta ahora, “fijar unos mínimos que hagan factible la posibilidad de consenso” en torno al pasado, donde se ubican “el diagnóstico de la culpa y de la responsabilidad, el dolor y el sufrimiento padecidos y, junto a ello, las diferentes lecturas sobre las causas y génesis de lo ocurrido”.
objetivo cumplido El texto dado a conocer ayer tras la reunión del consejo de dirección de Gogora recoge además las conclusiones sobre el trabajo realizado por el instituto desde su creación, y que sirve como sustento al plan para los próximos tres años. Así, el documento destaca que en el último año y medio Gogora “ha alcanzado un alto grado de cumplimiento de los proyectos previstos”, englobados en cuatro objetivos generales. Por un lado se ha consolidado la infraestructura básica de Gogora, tanto en lo referido a su proyecto, equipo y presupuesto como a sus servicios de gestión, investigación y divulgación. “Esta institución -se explica- cuenta ahora con una base sólida para encarar los retos de los próximos años”.
Además, “desde el primer día de su puesta en marcha, Gogora ha conseguido canalizar la participación y la expresión del pluralismo en su configuración”, tanto “en su conexión con la sociedad como en las dinámicas de su consejo de dirección”. Este órgano, en el que han estado todos los partidos con representación parlamentaria ha celebrado en este tiempo cuatro reuniones.
También se ha logrado el objetivo, “debido fundamentalmente al éxito de la iniciativa itinerante Memoria Plaza”, de “conectar la memoria con la calle y con los ciudadanos de a pie”, contribuyendo así “a la comprensión social del significado de la memoria y de la participación en la misma”.
También se ha trabajado en la dimensión ética para “orientar la política pública de memoria hacia una convivencia democrática e inclusiva, rechazando cualquier forma de equiparación compensatoria entre distintas formas de violencia y promoviendo, sin discriminaciones ni lagunas, una reflexión crítica y autónoma sobre cada una de ellas”.
la guerra civil Por otro lado, en la sesión de ayer celebrada en la sede de Gogora en Bilbao se presentó un resumen de los actos en los que ha participado Gogora y otras instituciones con motivo del 80 aniversario de la Guerra Civil en Euskadi desarrollados en 2017. Entre ellos destacan la inauguración del Columbario de la Dignidad en Elgoibar, el homenaje a Cándido Saseta, comandante de Euzko Gudarostea; el acto de conmemoración de la batalla de Matxitxako, el homenaje a los dieciséis asesinados en la localidad alavesa de Azazeta, el recuerdo de los bombardeos de Durango y Gernika, o el acto de aniversario de la caída de Bilbao.
Memoria Plaza. La iniciativa de llevar la memoria de la violencia a los municipios vascos continuará en 2018. En septiembre la carpa de Memoria Plaza se instalará en Portugalete y en octubre en Hernani.
Testimonios en las aulas. Gogora pretende constituir un fondo documental con testimonios de víctimas, destinado tanto a ellas mismas como al público en general. Esos testimonios grabados se harán llegar también a las aulas vascas, y además se pretende incluir la memoria en los materiales escolares relativos a la Historia.
Museo de la Paz. El Instituto de la Memoria plantea ampliar las funciones del Museo de la Paz de Gernika para especializarlo en Memoria Histórica.
Informe. Además, también en materia de Memoria Histórica, Gogora elaborará un informe de vulneraciones de derechos humanos cometidos entre los años 1936 y 1978, abarcando así todo el franquismo y dando continuidad a los trabajos similares realizados con la memoria más reciente.
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Proyectos, distribuidos en nueve iniciativas que abarcan tanto la Memoria Histórica como la reciente, constituyen el programa del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, para el periodo 2017-2020.