BILBAO. En una entrevista publicada en el último número de la revista interna de ELA, Landeia, a la que ha tenido acceso Europa Press, Muñoz ha asegurado que el sindicato no hace "nada que no deba hacer un sindicato" y que no haya hecho "antes para 'molestar' al PNV", cuyos dirigentes han censurado su actuación.
Según ha manifestado, la central ha ejercido su "derecho a proponer alternativas" y ha pedido a los partidos "que no tomen decisiones que aumenten las desigualdades sociales". El dirigente sindical ha recordado las críticas que recibe la organización cuando "habla de fiscalidad", realiza "propuestas en política presupuestaria" u "organiza a las mujeres de residencias para dignificar sus condiciones de trabajo".
Tras reiterar que esto es "inaceptable", ha apuntado que los responsables políticos "solo piden a ELA que se calle". "El problema no es que hagamos política, es que la política que hacemos no les gusta", ha dicho.
En su opinión, "esa forma de hacer política" refleja "una gran intolerancia con los espacios organizados que existen en la sociedad y que ellos no controlan".
"No los toleran. No quieren una sociedad organizada, articulada. Las organizaciones que estructuran los intereses sociales limitan al poder político y económico, y no les gusta. Por eso nos combaten", ha explicado. Además, cree que, frente a "la autonomía política y financiera" de ELA, "prefieren relaciones clientelares y subordinadas".
IZQUIERDA ABERTZALE
Adolfo Muñoz ha admitido que pidió a la izquierda abertzale que no apoyara los Presupuestos vascos, algo "normal" porque, si las Cuentas "tienen alternativa, se debe reflejar en la oposición política para que esas referencias no se diluyan". Según ha recordado, ELA pretende "un cambio en las políticas públicas" y eso "no se puede hacer si no se aborda en serio, por ejemplo, la fiscalidad", algo que "no contemplaba el acuerdo en la Diputación de Alava entre PNV y EH Bildu".
A su juicio, "probablemente", el PNV "llegó a pensar que los partidos en el Parlamento, todos, aceptarían moverse en los límites cada vez más estrechos de su política neoliberal". "Si logra que eso sea así, sería una catástrofe para las políticas alternativas", ha advertido.
El secretario general de ELA considera que "a las políticas neoliberales hay que hacerles oposición", y al Gobierno vasco "no le gusta lo más mínimo que plantee los debates que plantea y que ellos quieren esconder".
Muñoz ha manifestado que la fiscalidad es "un tema político de primera magnitud" y ha mostrado su hartazgo con "la opacidad con que toman las decisiones". "Las Haciendas y el Gobierno Vasco imponen una fiscalidad muy favorable a las rentas altas, de capital y empresariales. ELA exige que la fiscalidad sea un tema central en la agenda política", ha dicho.
Por otra parte, ha asegurado que "no es verdad" que no existan recortes en los Presupuestos vascos, y ha indicado "los mismos recortes que se han hecho en el Estado se hacen aquí". "Y algunos que el Estado ha corregido, no se ha solucionado aquí", ha añadido.
ACUERDO ESTRUCTURAL
Preguntado por si cree que existe "un acuerdo estructural entre PNV, PP y PSE-EE", ha señalado que "hacen ruido para que no se note que es así", pero en Gasteiz, en las Diputaciones y en Madrid, "los acuerdos se hacen entre los tres porque comparten las políticas neoliberales".
"De hecho, la única política bilateral que funciona entre el Estado y la Comunidad Autónoma Vasca es la política neoliberal; se acuerda con el PP, el partido que más ha criminalizado las prestaciones sociales en nuestro país", ha censurado.
Adolfo Muñoz ha dicho ser "muy consciente" del "coste social y político que supone el debilitamiento del movimiento sindical", como se refleja en "otros países". En este punto, ha advertido de que ELA "no quiere que eso suceda en Euskal Herria".
Tras asegurar que "el Gobierno de Urkullu es muy antisindical", ha añadido que, "quienes desde el Gobierno vasco, combaten al sindicalismo usan el manual de Margaret Thatcher, que lo que quería hacer era imposible con un sindicalismo fuerte y organizado".
Además, cree que los ataques a la "caja de resistencia" son "ataques a la solidaridad" que "desprecian". "Nos quieren divididos y sin capacidad de reacción. La caja es un gran instrumento que refuerza la acción sindical", ha defendido.
PRIMERO DE MAYO
Adolfo Muñoz se refiere al próximo Primero de Mayo, y ha destacado como "ejes" de ELA ante esa jornada "la autonomía del sindicato, su voluntad rebelde y su compromiso para defender una sociedad más justa". "Tras ocho años de crisis, ELA esta viva y es indiscutible su influencia en la sociedad vasca", ha dicho. Además, en esta edición, pretende dar protagonismo, durante el acto central en Bilbao, al conflicto de residencias de Bizkaia.
Por otra parte, ante el Congreso que el sindicato celebrará en junio, confía en que ELA salga "reforzado". "Para los retos que tenemos hay que reforzar la organización. Hemos analizado el efecto social y político del debilitamiento de los sindicatos en otros países y no queremos que eso suceda en Euskal Herria", ha asegurado.
Los tres "elementos de innovación" que planteará la cita congresual son "el cambio organizacional pro-equidad de género", el reforzamiento de "lo organizativo" mediante la puesta en marcha de "la planificación estratégica" y la "activación social", para "estructurar nuevos espacios de lucha y militancia social".
ALIANZAS
También estará presente en el Congreso el debate sobre posible alianzas. "Vista la agresividad de nuestros adversarios y, sin voluntarismos, expresamos nuestra voluntad para superar los desencuentros que tenemos con LAB, especialmente en la negociación colectiva donde son importantes", ha explicado.
La "alianza", según ha dicho, es "esencial para fortalecer" el espacio laboral, pero también el social, "fortaleciendo un sindicalismo de contrapoder que interpele a la política y un proceso soberanista que dé centralidad al modelo de sociedad". "El neoliberalismo no suma adeptos a un proceso de construcción nacional", ha advertido.
Respecto a CC.OO. y UGT, ha afirmado que "hicieron su frente con Confebask y el Gobierno de Urkullu" para "tratar de destruir la democracia sindical en la negociación colectiva". "Ayudar al Gobierno y a la patronal para que elijan al interlocutor que le dé la gana es incompatible con un trabajo en común", ha manifestado.
Además, ha acusado a ambas centrales de "boicotear desde Madrid" la negociación colectiva vasca. "Defienden que mediante los convenios de Estado que ellos firman se impida que podamos negociar en Euskal Herria", ha censurado.
A su juicio, la firma del Acuerdo Interprofesional en Euskadi por parte de CC.OO. y UGT "es una pose". "Desde España esas organizaciones buscan el monopolio sindical apoyando hasta el extremo la reforma laboral de Zapatero. La estatalización de la negociación colectiva nos empobrece y CC.OO. y UGT son parte de ese empobrecimiento", ha concluido.