BILBAO. El Ministerio del Interior siempre ha rechazado conceder beneficios a los presos de ETA -como acceso al tercer grado o libertad condicional-, por su negativa a colaborar con la Justicia y a pedir perdón, precisamente los dos "límites" que según los presos siguen vigentes.

El diario "Gara", cuyo portal digital, "Naiz", avanzó ayer el contenido de la propuesta, ha publicado hoy el texto íntegro que contiene el planteamiento que la dirección del EPPK ha enviado a las cárceles para que se debata entre los 350 presos que quedan en la cárceles.

El texto da por superada la fase de "resistencia" y apuesta por "intentar vaciar las cárceles", a partir de tres pilares "unidad, solidaridad y unión con el pueblo" y con dos únicos límites, ya reiterados: "arrepentimiento y delación".

Para ello, se propone "utilizar las distintas posibilidades existentes en el ámbito jurídico, diferentes en función de la situación de cada persona presa, que decidiría por sí misma pero siempre que esta propuesta sea aprobada colectivamente en el debate que ahora arranca".

Hasta ahora, la petición de beneficios individuales ha estado vetada por ETA. Lo más que se han acercado los presos es a pedir los beneficios cada uno, pero según una fórmula idéntica establecida para todos.

Según "Naiz", ahora el colectivo se abre a fórmulas "inéditas", pero con los citados límites del "arrepentimiento", algo inaceptable hasta ahora para el Ministerio del Interior, que siempre ha instado a los reclusos a romper con la organización y pedir perdón a las víctimas.

El EPPK sitúa el documento en el contexto de proceso Abian impulsado por la izquierda el pasado mes de abril en el que plantea adaptar la estrategia política para impulsar un "movimiento popular" independentista "plural", capaz de alcanzar amplias mayorías y coordinado por una "dirección colectiva" que trascienda a las organizaciones políticas.

El colectivo de presos afirma que en la "época en la que la negociación política constituía la principal vía para la superación del conflicto armado" se promovió "una función de resistencia" y en este sentido reconoce que "la gente de la calle e incluso sus allegados no han podido entender demasiadas decisiones duras o rígidas adoptadas" por este grupo.

En este sentido, señala que los pasos del colectivo generaron contradicciones, ya que "para algunos ciertas decisiones no contaron con la suficiente participación" y para otros "anduvo tarde a la hora de materializar esas decisiones".

Afirma que para que "sea eficaz" la línea trazada en la declaración de diciembre de 2013 -cuando los reclusos de ETA se abrieron a la utilización de vías legales para reclamar de forma individual, pero dentro de una decisión colectiva, su traslado a cárceles vascas- es "indispensable contar con el apoyo y el arrope popular y actuar de forma compartida con agentes políticos, sociales, sindicales e institucionales".

Reconocen que "a día de hoy no se vislumbra ninguna posibilidad para una negociación bilateral" y aseguran que el EPPK "se pone en manos del pueblo y del desarrollo del proceso independentista, uniendo la libertad de los presos con la libertad de Euskal Herria".

El documento aborda asimismo la necesidad de renovación interna, ya que el colectivo de presos "se ha reducido a la mitad a partir de 2011" por lo que deberá "elegir nuevos representantes", al tiempo que propone la "asunción de la línea política acordada por la izquierda abertzale".