barcelona - El portavoz del PP en el Parlament catalán, Alejandro Fernández, se mostró ayer partidario de que en Catalunya haya una alternativa política al nacionalismo liderado por la coalición Junts pel Sí que aglutina a la antigua Convergència y a ERC y que, en la hoja de ruta soberanista, cuenta con el apoyo crítico de la CUP. Para ello, aseguró, la única manera de conseguirlo es mediante un pacto entre Ciudadanos (C’s), PP y el Partido Socialista catalán (PSC), la fórmula de gobierno del Ayuntamiento de Tarragona, pese a que considera que “no es exportable”.
En una entrevista radiofónica, el dirigente popular manifestó que estas tres formaciones políticas “deberían ser capaces de entenderse para formar un gobierno no nacionalista”, pero reconoció que hay diferencias programáticas con la formación liderada en Catalunya por Inés Arrimadas.
Además, Fernández criticó la decisión del PSC de pactar dos gobiernos tripartitos con ERC, e instó a los socialistas catalanes a tejer “una relación más fluida” con los partidos no nacionalistas, al tiempo que añadió que es una decisión que corresponde solo a los socialistas.
Por su parte, el presidente de Societat Civil Catalana, Mariano Gomà, emplazó al espacio de los comunes -confluencias de la izquierda alternativa- a unirse a un eventual frente unitario con C’s, PSC y PP contra la independencia y a abrirse incluso a un futuro “gobierno de concentración”.
Gomà explicó que tiene previsto pedir reunirse con aquellas figuras del mundo de los comunes que estén dispuestas a hablar con él, incluidos Ada Colau, Xavier Domènech, Albano Dante Fachin, Lluís Rabell o “quien quiera hablar”.
Pese a que las fuerzas que integran las confluencias -Podemos, ICV, EUiA o Barcelona en Comú- defienden el derecho a decidir y la celebración de un referéndum en Catalunya, Gomà destacó que en sus filas hay “un gran porcentaje de gente que no es independentista”, lo que los aproxima a formaciones contrarias al proceso soberanista, como Ciudadanos, el PSC o el PP. - Efe