gasteiz - El PNV y el PSE optaron por sacar de su acuerdo de gobierno la cuestión del autogobierno y la de la memoria y la convivencia, para constituir sendas ponencia en el Parlamento en aras de cerrar los acuerdos más amplios posibles. Menos de una semana después de la puesta en marcha del Ejecutivo, ya se atisba en el horizonte que ese consenso no será unánime. Ayer el Partido Popular anunció que mucho tendrá que cambiar el presupuesto de partida de jeltzales y socialistas para que los de Alfonso Alonso se sienten a la mesa con ellos, con Elkarrekin Podemos y con EH Bildu tanto para reformar el Estatuto de Gernika como para acordar el escenario posterior al terrorismo.
“Que no cuenten con el PP si es para legitimar una estrategia de dilación o una teoría del conflicto, en eso el PP no va a estar”, señaló el parlamentario Borja Sémper en la presentación de sendas proposiciones no de ley llamadas a derivar el debate “a los temas sobre los que hay una demanda social, en torno a la Economía o la generación de empleo”.
En relación a la ponencia de autogobierno, el PP critica fundamentalmente que tras una legislatura en la que ya se creó un órgano parlamentario al efecto se plantee un plazo de dos años para aprobar un texto consensuado. “La política vasca parece una noria, que se mueve pero no avanza”, señaló Sémper, quien se preguntó por la utilidad de estar “otra legislatura dando vueltas a esto”, tras haber escuchado en la anterior “a profesionales, juristas y políticos” pronunciarse sobre el autogobierno vasco. A juicio de los populares, reincidir en estas cuestiones es “hacer de la dilación una estrategia política, desviar la atención de lo realmente importante” .
Así pues, en principio el PP va a participar del proceso, pero presentará una proposición no de ley para enmendar la registrada por PNV y PSE en la que reclamarán el compromiso de tener un texto articulado sobre el que pronunciarse en un plazo mucho inferior a los dos años previstos. Sémper habló a modo de ejemplo de seis meses, aunque después puntualizó que podría ser “un periodo de sesiones o diez meses”.
El parlamentario popular está “convencido” de que el PNV ya dispone de ese texto articulado con su postura concreta sobre el futuro del autogobierno, y se preguntó “por qué no lo presenta ya”. “Debemos saber -dijo- qué es lo que opinan, pero el primer anuncio es que necesitan una legislatura entera. Son dos años para volver a debatir y el resto para aprobar el texto articulado; me parece una broma de mal gusto, un cachondeo”, manifestó Sémper, quien afirmó que el PP no va a “perder el tiempo”. Además, señaló, aunque los populares están “dispuestos a debatir”, no consideran “urgente” la reforma del Estatuto de Gernika.
En relación a la ponencia de Memoria y Convivencia, Sémper criticó que en la solicitud de PNV y PSE se hable de consolidar la paz, algo no necesario a juicio del PP, pues la ausencia de violencia está garantizada desde el momento en el que “ETA ha sido derrotada”. Plantear así la cuestión, señaló, es aceptar que para lograr el fin de ETA hay que “hacer estas cosas”, lo cual es “un chantaje que no vamos a aceptar”. Tampoco ha aceptado de buen grado el PP que en la proposición se mencione “la diversidad y la solidaridad, las nuevas formas de exclusión, el terrorismo internacional o la guerra”. A juicio de Sémper, en Euskadi “tenemos un problema específico, la deslegitimación de quienes utilizaron el terrorismo para defender una idea política”, y denunció en ese sentido que haya “chavales de 15 y 16 años que homenajean a terroristas dirigentes políticos que justifican a ETA”. Para Sémper “suena a broma que volvamos a la teoría del conflicto incluyendo ahora las guerras internacionales”.
Así pues, los populares enmendarán las proposiciones no de ley relativas a ambas ponencias y no descartan no formar parte de las mismas, en función de si sus enmiendas son atendidas o no. “Tal como está planteado no nos gusta nada, tomaremos la decisión de si participamos o no”, insistió.
iniciativas económicas En esta nueva legislatura, los populares han optado por el pragmatismo como argumento político y, así, centran sus esfuerzos en la reactivación y en el impulso al empleo, y en ese sentido se dirigen la quincena de proposiciones no de ley que han registrado en el Parlamento desde que comenzó la legislatura. Ayer Sémper anunció dos nuevas. La primera, relativa al control presupuestario del Gobierno Vasco. “Pedimos la modificación de la Ley Presupuestaria para aumentar la transparencia”, explicó el portavoz parlamentario del PP, quien señaló que con su iniciativa cualquier alteración del Presupuesto debería contar con el aval de la Cámara Vasca. La medida también afectaría a los incrementos de deuda, y además se pide el veto a las partidas nominativas. “Este Parlamento no es el Olentzero, tiene que haber pública concurrencia”, señaló al respecto.
La otra proposición no de ley plantea que en el plazo de dos meses el Gobierno Vasco presente un Plan interinstitucional de empleo dirigido a colectivos vulnerables, como las mujeres o los jóvenes, pero con un especial esfuerzo en los mayores de 45 años. “Nos sorprende -señaló Sémper en relación a esta cuestión- que el lehendakari quiera bajar el paro por debajo del 10% y las dos primeras iniciativas que lanza tienen poco que ver con el empleo, y se centran en el manido tema del nuevo estatus y en la ponencia de Memoria y Convivencia”.
El portavoz del PP se refirió además al deshielo de las relaciones entre el PNV y el PP para hablar de los Presupuestos Generales del estado. Sémper celebró que se reconduzcan las relaciones y pidió al Gobierno Vasco que muestre “la misma predisposición” que a su juicio ha expresado la nueva ministra de Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría. “No tensemos las relaciones hasta romperlas, se puede hablar y acordar”, sentenció el político del Partido Popular.