Bilbao - Nekane Balluerka, vicerrectora, catedrática en Psicología, investigadora, ama de dos chicas y puede que pronto rectora.
-No es que lo vea como algo cercano, pero me veo como rectora si realmente la comunidad universitaria deposita en mí su confianza. Habrá que esperar al día 24.
Se presenta a las elecciones en solitario. ¿Está todo el pescado vendido?
-No, ni mucho menos. Me hubiese encantado que hubiese habido otra candidatura con la que contrastar proyectos. Ir en solitario implica que tienes que conseguir un porcentaje de votos y movilizar al electorado. Y existe la idea errónea de que yendo sola no hace falta ir a votar ya que total va a salir... y nada más lejos de la realidad.
Pues tiene tarea...
-Sí,pero me gustaría poder movilizar a la gente, poder ilusionar, esa es mi responsabilidad.
Debe lograr un tercio de los votos, por tanto su único rival es el voto en blanco. ¿Entendería que el sector crítico, habiendo renunciado a presentar candidatura, hiciese campaña por el voto en blanco?
-Si hay un sector crítico con un proyecto lo lógico es que hubiese salido ahora. Y es que lo único a lo que puede llevar una campaña por el voto en blanco es al desgobierno y creo que la universidad no se lo puede permitir y menos habiendo un proyecto plural sobre la mesa. He tratado de integrar en el equipo a gente de prácticamente todas las ramas de conocimiento, de distinta trayectoria académica y perfil. Es un equipo muy plural y entiendo que integrador, incluso para aquellas personas que tal vez en otras ocasiones han estado con el sector crítico.
¿Teme que las elecciones se conviertan en un plebiscito de la gestión del rectorado actual?
-Entendería que se evaluase mi gestión al frente Estudios de Posgrado y Relaciones Internacionales y que podría influir en el voto. Pero no me parecería razonable que las elecciones se conviertan en un plebiscito.
Es la heredera natural del rector Iñaki Goirizelaia e incluso colaboró con Juan Ignacio Pérez. Ha dicho que “continuidad” sí pero “continuismo” no. ¿Cuál es la diferencia?
-El continuismo sería seguir haciendo lo mismo y continuidad no romper con un proyecto que está funcionando, que ha colocado la investigación de la UPV en el ranking de Shangai y que ha prestigiado a la universidad en la sociedad vasca e internacional. Pero entramos en un nuevo ciclo, con ideas nuevas y caras nuevas.
¿Cuáles son esas ideas nuevas?
-En formación quiero impulsar la empleabilidad. Tenemos 10.000 prácticas anuales, pero creo que hay que hacer un plan de empleabilidad y apuntalarlo con un catálogo de competencias trasversales para el alumnado, desde cómo hacer una entrevista, comunicación, el tránsito a la vida laboral, competencias lingüísticas.... Además, me gustaría dar un impulso a la formación en dual, primero con Automoción en Gasteiz cuando la ANECA nos autorice la titulación y seguir con Administración y Dirección de Empresas (ADE) en Gipuzkoa.
¿Novedades en investigación?
-Mejorar nuestra posición en Shangai. Y para eso queremos crear una oficina de datos que nos permita evaluar los indicadores de nuestra investigación y ver hacia dónde debemos ir y dónde tenemos que mejorar. En transferencia hay tres ejes: divulgación científica, donde creo que lo estamos haciendo bien, prueba de ello son la Zientzia Astea o la Cátedra de Cultura Científica; por otra parte están los contratos con empresas, donde nuestros equipos de investigación hacen mucho pero pueden mejorar; y la formación continua, donde hay que poner a rodar en serio el proyecto EHUalumni de exalumnos. Debemos poner antenas en la sociedad para ver cómo podemos ayudar a la gente que se quiera reciclar a través de la universidad.
¿Las especializaciones se han quedado un poco atrás para las personas que llevan años en el mundo laboral?
-Sí, creo que la oferta que tenemos es limitada y está muy concentrada en unas áreas de conocimiento, pero hay otras muchas en las que no tenemos prácticamente oferta de formación continua. Y también tenemos que mejorar mucho el ámbito de doctorado.
Eso suena a autocrítica en su ‘negociado’.
-Quiero hacer una Escuela de Doctorado muy potente con un catálogo formativo que aproxime a los doctorandos y doctorandas al tejido socioeconómico.
¿En qué sentido?
-El doctorado no debe ser solo para la Academia. El doctor o doctora no tiene que hacer solo carrera académica, tiene que ser la persona que se inserte en la sociedad y tenga capacidad de generar innovación. Este es otro de los temas que me gustaría reforzar porque el posgrado es lo que marca la diferencia entre las buenas y las no tan buenas universidades.
¿El programa de doctorado ‘a la carta’ para las empresas cubre las expectativas?
-La valoración es muy buena, pero es muy escaso. Hemos tenido a 45 doctorandos y doctorandas que están en distintas entidades haciendo sus tesis, pero me parece que ese número tiene que ser muy superior y para eso necesitamos la implicación de las empresas.
Dígame, su prioridad para el profesorado PDI.
-Apoyar su carrera académica. Esto tiene dos vertientes, para unas supone estabilidad y para otras promoción interna.
¿Y para el personal de administración y servicios (PAS)?
-La misma, garantizar su estabilidad.
¿De qué hablamos en ambos casos?
En el caso del PDI, después de las limitaciones de la tasa de reposición, hemos perdido muchísimo profesorado y además no hemos podido sacar nuevas plazas porque nos lo recurría el Estado. ¿Qué queremos hacer? Recuperar todo lo perdido con OPES, ir avanzando y contratar sobre todo personas con perfil investigador de alto nivel de forma más flexible. Y aquí sí me adhiero a la petición de Goirizelaia de una Ley del Sistema Universitario Vasco.
¿Y en el caso del PAS?
-La máxima prioridad es pasar a la financiación ordinaria a aquellas personas que estén contratadas con un contrato programa. También me gustaría incrementar un 10% los perfiles de técnicos de apoyo a la docencia y la investigación. Veo muchas necesidades en el PAS, somos una de las universidades con peor ratio profesorado-PAS y creo que aquí sí necesitamos contratar a más personas.
El alumnado es un colectivo importante, de hecho le dio el rectorado a Goirizelaia en 2008. ¿Cómo piensa movilizar a los estudiantes?
-Además de la empleabilidad, una de las cosas que les preocupa es la vida universitaria, el alumnado piensa que los campus están muertos.
¿Y los campus están muertos?
-A mí me parece que a partir de una determinada hora podría haber más gente, sobre todo en Leioa, porque creo que en Donostia y Gasteiz hay más movimiento. Me gustaría ayudar con locales para las asociaciones que fomentan la vida cultural y deportiva e implicarlas en esa oferta. Por otra parte, ofrezco más posibilidades de internacionalización con más becas Erasmus, potenciando los laboratorios de idiomas o grados trilingües, sobre todo en el ámbito de la educación y la empresa.
Muchos jóvenes se ven obligados a salir al extranjero porque aquí no pueden avanzar en su carrera investigadora en condiciones dignas.
-Lo único que podemos hacer es solicitar más becas, pero se ha hecho un gran avance porque hemos convertido en contratos las becas posdoctorales que tienen dotaciones importantes. Salir fuera es enriquecedor, todos hemos salido fuera, pero tienen que volver y para eso tienen que encontrar oportunidades. Por eso las empresas tienen que ser conscientes de que un doctor es un valor añadido. Nosotros tenemos una responsabilidad X, pero el tejido socioeconómico y sobre todo el Gobierno estatal, el vasco no tanto porque invierte en becas pre y posdoc, tienen parte de esa responsabilidad.
¿Se garantiza el doctorado en euskera?
-Son muy pocos los programas de doctorado en los que no se pueda hacer una tesis en euskera y a ser posible internacional. A mis doctorandos y doctorandas les hago escribir el 40% en inglés, el 60% en euskera y además se tienen que ir tres meses fuera. Y para mí esta es la fórmula correcta de plantear una tesis, porque además consiguen el C1 de euskera, adquieren competencia lingüística en inglés y ven cómo se trabaja en un grupo internacional.
Persisten las quejas por la falta de euskera en ciertas carreras. ¿Son razonables las críticas?
-Son razonables las críticas, lo que no me parece lícito es que se diga que no se ha hecho nada. Donde existen problemas es en algunas titulaciones de Ciencias de la Salud y en algunas ingenierías. Nos comprometemos avanzar sobre todo en las asignaturas obligatorias, hay un Plan de Euskera que cumpliremos y además diseñaremos un tercer plan.
¿Habrá ampliación de las infraestructuras?
-Este mandato no va a ser el mandato de las infraestructuras, va a ser el mandato de las acciones. Dicho esto, me gustaría equipar las infraestructuras que están en marcha y si tengo que apostar por una será la Facultad de Medicina y Enfermería porque es lo que nos falta por renovar.
La financiación de los contratos programa para los próximos años ya están cerrados en el Plan Universitario. ¿Cómo piensa abordar todos sus compromisos?
-Tenemos la financiación suficiente para abordar el tema de la estabilización de la plantilla. Y respecto al Plan Universitario, decir que lo volveremos a negociar y que quiero que la relación con el Gobierno Vasco sea la mejor posible.
Si es rectora, ¿qué pondría primero sobre la mesa del Gobierno Vasco en ciernes?
-Le pediría que confiase en la UPV y garantizase una estabilidad a medio y largo plazo, que la financiación no dependa de un plan universitario que dure uno o dos años y luego cambie.
Se ha fijado como reto una Ley del Sistema Universitario Vasco que garantice ese marco estable de financiación, autonomía en la contratación y un nuevo modelo de gobernanza. Hasta ahora Goirizelaia no ha conseguido que Lakua lo incluya en su agenda y ningún partido ha hecho suya la reivindicación llevando el tema al Parlamento. ¿Qué le hace pensar que puede cambiar este bloqueo?
-Todos los partidos han llevado esta acción en sus programas de gobierno, así que confío...
Perdone, ¿el PNV también?
-El PNV de forma más velada, no de forma explícita, pero implícitamente sí me ha parecido ver que también apuesta por una Ley del Sistema Universitario Vasco, ¿no? Esta es una cuestión que trasciende a la universidad y que corresponde al arco parlamentario, pero desde luego solicito que se trabaje en ello porque nos daría una flexibilidad que nos permitiría mejorar.
¿En qué?
-Un ejemplo es el mecenazgo, las donaciones.
Las universidades se han puesto las pilas para captar recursos internacionales y privados, pero la UPV/EHU flojea, según la CRUE.
-La gente aquí también se ha puesto las pilas, hay 40 proyectos con financiación Horizonte 2020 de la UE y otros 5 con fondos estructurales. Es verdad que debemos mejorar y que nos hemos marcado como reto incrementar un 25% esos fondos, porque somos conscientes de que la UPV tiene que captar más fondos privados, pero no creo que estemos tan mal como se dice. Vamos a crear tres direcciones para ver cómo mejorar el rendimiento de los grupos de investigación y tratar de generar sinergias entre ellos para crear grandes grupos que puedan ir a Europa a captar muchos fondos. Y para eso el Campus Eurorregional Transfronterizo con Burdeos es muy importante porque la Universidad de Burdeos es muy buena.
¿Qué papel debe jugar la UPV en el fomento de la igualdad de género?
-Desde hace varios mandatos tenemos un Vicerrectorado y una dirección de Igualdad que trabajan por la igualdad de género. Yo estoy muy concienciada con este objetivo porque todavía existe el techo de cristal, somos un 18% las catedráticas y el porcentaje de investigadoras principales es aún menor a pesar de que hemos llevado a cabo acciones de discriminación positiva en proyectos de investigación propios. En la UPV se fomenta la igualdad, lo que necesitamos es que los hombres también lo hagan. Yo no estaría aquí si no fuese por mi marido, mi marido es ingeniero, tiene sus responsabilidades, pero si no conciliase conmigo sería imposible.