WASHINGTON. , anunció hoy en un comunicado el presidente de la farmacéutica estadounidense Inovio, que hará la prueba junto a la compañía surcoreana GeneOne Life Science.

La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) autorizó a las dos empresas la primera prueba de una vacuna experimental del virus del Zika en humanos.

La vacuna, denominada "GLS-5700", ha demostrado inducir eficaces respuestas de anticuerpos y células T (responsables de coordinar la respuesta inmune celular) en modelos con animales, de manera que ahora pasará a una nueva fase en la que se probará su efecto en 40 personas voluntarias sanas.

El estudio evaluará su seguridad, tolerancia e inmunogenicidad (la capacidad que tiene el sistema inmunitario de reaccionar frente a un antígeno).

"Planeamos administrar la vacuna a nuestros primeros voluntarios en las próximas semanas y esperamos informar de los resultados provisionales más adelante este año", explicó Inovio en su nota.

Inovio y GeneOne desarrollan esta vacuna en colaboración con académicos de Estados Unidos y Canadá, con los que trabajaron anteriormente en el virus del ébola y del síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio (MERS).

Otras compañías y varios laboratorios académicos trabajan a contrarreloj desde hace meses en una vacuna contra el zika, de manera que se prevé que la FDA de nuevas autorizaciones próximamente.

El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Alergias de Estados Unidos también diseña su propia vacuna del zika, cuyos ensayos con humanos comenzarán en septiembre, según anunció recientemente su director, Anthony Fauci.

No obstante, el experto advirtió de que se trata solo de una primera prueba y de que no será hasta dentro de dos o tres años cuando se sabrá realmente si funciona.

El pasado 9 de junio, el Instituto de Investigación Walter Reed del Ejército de Estados Unidos anunció que hace pruebas preclínicas con una vacuna contra el zika que planea empezar a probar con humanos antes de finales de año.

Los científicos del Instituto (WRAIR), el mayor centro de investigación biomédica del Departamento de Defensa de EEUU, trabajan en el desarrollo de exámenes preclínicos de una vacuna junto a expertos del Centro Médico Beth Israel Deaconess (Boston).

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU siguen actualmente la transmisión del virus del zika en 39 países y territorios de América, en ocho de Oceanía y las islas del Pacífico y en uno de Cabo Verde.

Hasta la fecha, los CDC han detectado en EEUU más de 600 casos de zika, aunque hasta ahora no se ha confirmado ningún caso de transmisión local en el país por la picadura del mosquito que transmite el virus.

La OMS declaró el pasado 1 de febrero que las malformaciones congénitas (sobre todo microcefalia) y los trastornos neurológicos (síndrome de Guillian-Barré) ligados al contagio de zika constituían una emergencia sanitaria de alcance internacional, pero descartó incluir como tal el brote en sí mismo.

El zika es un virus que se transmite por la picadura de mosquitos vectores del género Aedes, como el dengue y el chikunguña, y cuyos síntomas son similares pero más leves: sarpullido, fiebre ligera, dolor muscular y de las articulaciones.

Muchas personas infectadas con zika no acuden al médico al no presentar síntomas o confundir estos con los de un resfriado o una gripe, lo que complica el seguimiento del virus por parte de las autoridades sanitarias.

Por ahora, no existe ni vacuna ni tratamiento contra un virus que fue descubierto en los años cincuenta del pasado siglo en el bosque Zika de Uganda, de donde toma el nombre.