madrid - Pedro Sánchez presentó ayer las condiciones que pondrá sobre la mesa para pactar un gobierno del cambio tras las elecciones generales del 26 de junio. Y de ellas se desprende que el bloqueo político que ha provocado la repetición de las elecciones se mantendrá tras la cita con las urnas. El candidato socialista a la presidencia española vuelve a rechazar expresamente un referéndum independentista para Catalunya, Euskadi y Galicia, uno de los planteamientos que provocaron en su momento el rechazo de Podemos y los nacionalistas vascos y catalanes a su sesión de investidura. Ahora corre el riesgo de plantear las negociaciones en términos similares y de cronificar así la situación de bloqueo. Su apuesta puede resultar especialmente sangrante para el PNV, aunque ayer rechazó valorar la propuesta. Cabe recordar que el veto al referéndum era uno de los puntos del pacto que forjó el socialista con Ciudadanos para la fallida investidura, y los jeltzales le pidieron expresamente que levantara esa prohibición como gesto para empezar a negociar sobre unas nuevas bases. Por lo visto, Sánchez ha desatendido la petición.
El socialista presentó ayer con toda la ceremonia y oficialidad, delante del monumento a la Constitución ubicado en Madrid, los seis ejes que planteará a los partidos tras las elecciones. Son los principios del documento que presentará a los partidos. Sánchez recupera algunas señas de izquierda que tuvo que aparcar en su pacto con Ciudadanos, como la reforma fiscal progresiva para sostener las pensiones y las políticas públicas con nuevos ingresos vía impuestos, pero no parece factible un entendimiento con Podemos e IU. De hecho, rechaza expresamente el referéndum de independencia y se augura un nuevo portazo de Podemos, de quien Sánchez parece cada vez más alejado, con un recelo que roza el terreno de lo personal en su relación con Pablo Iglesias. En ámbitos políticos se asegura que el socialismo no quiere pactar con Podemos porque el partido morado solo pretende ocupar su lugar. Por razones evidentes, PNV, EH Bildu, Convergència y ERC tampoco podrían firmar un acuerdo contra el derecho a decidir. Todo apunta a que el socio preferente vuelve a ser C’s. La única solución pasaría por que Podemos, ahora coaligado con IU, pusiera en un segundo plano la cuestión del referéndum con tal de que haya un cambio de gobierno y el PP sea desalojado. El PSOE podría tentarle con la reforma fiscal y los aspectos más sociales de su plan. Pero hay más problemas.
El candidato socialista presentó sus propuestas partiendo de la premisa de que será el más votado en las elecciones. Ninguna encuesta prevé tal escenario e, incluso, está en duda que conserve la segunda plaza porque podría ser superado por la coalición de Podemos e IU. La poderosa baronesa andaluza, Susana Díaz, ha dejado ver que presionará para que su partido no intente gobernar si no gana las elecciones, con el propósito de evitar el sainete de las negociaciones fallidas de los últimos meses. Esa situación pondría en bandeja a Rajoy un nuevo mandato.
recortes En la presentación de ayer, en todo momento sobrevoló la idea de que su presidencia garantizaría los servicios sociales, frente a los recortes que habría prometido Mariano Rajoy a la Unión Europea en una carta remitida al presidente Juncker. En ese contexto habría que encuadrar su “rechazo rotundo a cualquier tipo de recortes” o su reforma de los impuestos para garantizar las pensiones o la sanidad. En ese punto, chocará con Ciudadanos, pero no hay muchos más focos de conflicto con la formación de Rivera en el planteamiento socialista. Otras medidas que planteará Sánchez pasan por derogar de facto la reforma laboral del PP aprobando una nueva, o activar un plan de choque para los parados de larga duración y un subsidio para mayores de 45 años con cargas familiares. En cuanto al tercer bloque, quiere evitar el control político de la Justicia, las fuerzas de seguridad, los órganos constitucionales y RTVE, en lo que parece una alusión velada a la separación de poderes y las críticas que ha lanzado en ese sentido tanto al PP como a Podemos. También defiende incrementar recursos para luchar contra la violencia machista, reformar la Constitución española en sentido federal y caminar hacia una Europa “social, democrática y solidaria”.
Destacó que, “frente a quienes quieren romper España, el PSOE va a reivindicar el derecho a convivir unidos entre todos los españoles”. Presentó sus ejes como los “seis pilares” sobre los que quiere “construir todos los acuerdos”. Según dijo, sale a ganar y a ser “la primera fuerza”, y para ello detalla primero qué quiere pactar y no con quién.
Estado de Bienestar. Rechazo rotundo a cualquier tipo de recorte que afecte a la cohesión del país. Abordar una reforma fiscal progresiva y garantizar las pensiones y servicios públicos como la sanidad.
Empleo. Aprobar un nuevo estatuto de los trabajadores que implicaría la derogación de facto de la reforma laboral del PP. Activar un plan de choque para los parados de larga duración y los jóvenes, y un subsidio por desempleo para mayores de 45 años con cargas familiares, y mayores de 52 años hasta la edad de jubilación.
Regeneración. Un sistema no partidista de designación parlamentaria de los órganos esenciales del Estado, suprimir las tasas judiciales, impulsar las listas electorales abiertas con carácter obligatorio, y evitar el control político de la Justicia o las fuerzas de seguridad.
Violencia machista. Aumentar los recursos para combatirla.
Modelo de Estado. Rechazar el referéndum de independencia y promover la reforma constitucional en clave federal.
Europa. Impulsar un modelo social, democrático y solidario.