DONOSTIA. Fernández ha hecho esta reflexión durante la inauguración de la "Jornada sobre Propuestas de Reparación de Víctimas No Reconocidas de Violaciones de Derechos Humanos" que se celebra en Donostiay que será clausurada por el lehendakari, Iñigo Urkullu, con un acto de reconocimiento institucional a las víctimas de abusos policiales.

Este evento tiene lugar ocho meses después de que Egiari Zor, asociación que agrupa a estas víctimas, pidiera a Urkullu un "gesto" similar al acto público con víctimas de ETA en el que el lehendakari pidió perdón por el trato que les había dado el Gobierno vasco.

Se da la circunstancia de que el Ejecutivo vasco reconoció el pasado jueves como víctimas de abusos policiales cometidos entre 1969 y 1978 a un total de 187 personas (el 78 % de quienes lo solicitaron ante la Comisión de Valoración creada para analizar estos casos).

Durante la inauguración de la jornada celebrada hoy, que se desarrolla en el centro de congresos Kursaal de la capital guipuzcoana, Jonan Fernández ha recordado que el "camino" para reparar a estas víctimas comenzó con el Gobierno vasco presidido por el socialista Patxi López y el decreto 107/2012 que logró "un amplio respaldo parlamentario".

Ha explicado que ahora, "como continuidad" de aquella iniciativa, se está tramitando la aprobación de una Ley de Reconocimiento y Reparación de Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos Causados por Actuaciones de Represión Ilícita entre 1978 y 1999.

Una normativa que, según ha dicho, es necesaria por razones "éticas, democráticas y de convivencia".

"La primera razón que justifica la necesidad de esta ley son las propias víctimas que existen y que hasta el momento no han sido ni reconocidas ni reparadas", ha dicho Fernández, quien ha destacado el "firme componente ético" de este motivo.

El director de Paz y Convivencia ha precisado que la segunda razón es "democrática" y "está directamente vinculada al compromiso democrático con el Estado de Derecho y con los principios, derechos, libertades y garantías que lo fundamentan", porque "esta ley significa reconocer que en el ejercicio del poder que corresponde al Estado se han producido abusos, excesos y acciones de represión ilícita, tanto en el contexto de la lucha contra el terrorismo como con su pretexto, e incluso al margen de todo ello".

"Hay quienes temen este tipo de reconocimiento. Consideran que hacerlo implica ofrecer algún tipo de justificación al terrorismo o debilitar el Estado de Derecho. Sin embargo, se trata justamente de lo contrario", ha añadido Fernández.

Finalmente, ha indicado que el tercer motivo que "hace necesaria" esta ley es "su contribución a la normalización de la convivencia y a la construcción de una memoria crítica del pasado".

Ha recordado, en este sentido, que en los últimos 50 años "el mayor número de víctimas mortales y grandes heridos han sido provocados por ETA", si bien éstas "afortunadamente" cuentan ya con "leyes específicas" que, "aunque mejorables", les han ofrecido una "importante cobertura, reparación y reconocimiento".

Sin embargo, ha aclarado que otras víctimas de "actuaciones de represión ilícita" han quedado "sin cobertura en la legislación actual" y "la normalización de la convivencia requiere ofrecerles amparo también a ellas".

"Los derechos humanos son indisponibles. Violarlos es una injusticia. Repararlos y reconocerlos es un acto de justicia. La injusticia es oscuridad. Aquí buscamos la luz", ha concluido Fernández.