gasteiz - Acepta sin rechistar posar con el estandarte de la última promoción de ertzainas entre sus manos, el grupo licenciado el viernes que dejó un agradable sabor de boca a la consejera de Seguridad tras una semana bastante amarga. Las divergencias con el Gobierno de Rajoy sobre las plazas de la nueva OPE, esta vez a través del Ministerio de Hacienda, reabren una herida apenas cicatrizada que Beltrán de Heredia describe como “ataque directo al autogobierno”.
Quedan dos semanas para responder al recurso con el que el Gobierno español pretende recortar la próxima promoción de ertzainas. ¿Qué argumentarán?
-Básicamente defendemos que con esta decisión no se contempla la singularidad de la Ertzaintza. Las leyes comunes en materia de Función Pública y presupuestaria nunca han sido de aplicación a la Ertzaintza, el derecho a mantener los medios de seguridad viene derivado de la propia Constitución y el Estatuto; y, por último, debe quedar claro que no estamos superando el número de agentes que se acordó en la Junta de Seguridad, que fue de 8.000 efectivos.
¿Cuántos agentes hay hoy en día?
-Un total de 7.707. Hay que tener en cuenta que desde que se hace la convocatoria hasta que los ertzainas pueden incorporarse al servicio transcurren más de dos años. Creemos que la decisión del Gobierno de Rajoy es un ataque directo al autogobierno. La Ertzaintza basa su origen en los derechos históricos, en la foralidad, y por parte del PP se evidencia esa falta de respeto a esos valores que dieron origen a la propia Ertzaintza.
Si nos guiamos por las pautas del Ejecutivo español y teniendo en cuenta las próximas jubilaciones, ¿qué número de agentes calculan que habría dentro de díez años?
-Calculamos que, debido a las jubilaciones, en una década habrá que renovar la mitad de los ertzainas. Hay que proceder a ese relevo para garantizar los 8.000 agentes fruto de un acuerdo bilateral. Creo que esta decisión de aprobar esas tasas de reposición, que nunca había aplicado ningún gobierno, es un ataque a los acuerdos jurídico-políticos que se tomaron en su momento.
¿Por qué no se dirimen las diferencias en una nueva convocatoria de la Junta de Seguridad, un foro bilateral, en lugar de llevar el asunto a los tribunales?
-La convocatoria ha sido demandada en varias ocasiones y corresponde al Ministerio del Interior. En cualquier caso, el número de agentes de la Er-tzaintza nunca ha estado en las conversaciones que yo he mantenido con el ministro. Lo que queda en evidencia es que un acuerdo adoptado por el Ministerio de Interior viene a ser descalificado por el Ministerio de Hacienda, con el consiguiente aval de Rajoy. No obstante, espero que se solvente de forma satisfactoria. No olvidemos que estamos hablando de garantizar la seguridad que Euskadi necesita.
¿Ha hablado con el ministro del Interior desde que tuvieron notificación del recurso?
-He hablado con el ministro del Interior sobre este asunto al igual que hablé con él tras el requerimiento que sufrió la anterior promoción. La respuesta ha sido que se trataba de una decisión de Hacienda.
¿Observa alguna relación entre esta medida y la proximidad de las elecciones generales?
-Más bien creo que tiene que ver con la política recentralizadora que está practicando el PP, sin respetar la singularidad del Estatuto vasco. El PP en Euskadi, por el contrario, está demandando continuamente más agentes. Tendrá que explicar cómo se consigue esa aspiración cuando el Gobierno de su partido está insistentemente zancadilleando la renovación de la Ertzaintza.
Un informe del Gobierno Vasco critica el refrendo de las decisiones judiciales, en concreto del Tribunal Constitucional, a las iniciativas del Ejecutivo español que, supuestamente, vulneran el autogobierno vasco. ¿Teme que estemos ante un nuevo caso?
-Pues espero que no sea así, pero cabe esperar que pueda suceder.
La Ertzaintza también ha sido protagonista recientemente por la anulación del ascenso de 30 comisarios. ¿En qué medida afecta esta decisión judicial a la dirección del Cuerpo?
-Este es un recurso que interponen una serie de agentes que quedaron fuera de ese ascenso contra el proceso de selección. Ya hubo una primera sentencia que anulaba las bases y que promovió que se repitiera el juicio. La sentencia vuelve a manifestarse en el mismo sentido y entiendo que los afectados recurrirán al Superior. En cualquier caso, a la organización no afecta. Son 30 comisarios con los que contamos y son una parte fundamental que sigue trabajando con la misma diligencia. Son nuestros comisarios y cuentan con nuestra confianza.
La Policía Nacional y la Guardia Civil han reducido en medio millar de efectivos su presencia en Euskadi desde el final de ETA. ¿Esta circunstancia ha aumentado el trabajo de la Policía vasca?
-Las competencias están bien definidas. Las Fuerzas de Seguridad del Estado tienen unas competencias residuales en Euskadi, donde una de sus principales funciones era la antiterrorista. Ahora estamos viendo una invasión en cuanto a las funciones a desarrollar por parte de la Ertzaintza. Eso tiene que tener un lógico reflejo en la práctica diaria, pero queda mucho por hacer para corregir esas, llamémoslas, disfunciones.
¿La Ertzaintza está capacitada para asumir las competencias de las FSE en suelo vasco?
-Por supuesto que está capacitada. Sobre todo se trata de funciones en extranjería, puertos, aeropuertos y la función más administrativa. La Er-tzaintza no solamente está preparada, sino que la vocación de la Ertzain-tza es ser una policía integral. Bajo ese principio nació y se ha desarrollado.
¿El ministro del Interior le ha transmitido su intención de mantener este progresivo desalojo de efectivos?
-En ningún momento me ha transmitido nada de esto. Afecta a la organización de las FSE y no tanto obedece a una decisión política, sino organizativa.
En clave interna, ¿cree que la negativa de agentes a saludar al lehendakari es...?
-(Interrumpe) Si me permite una puntualización, no son ertzainas que se niegan a saludar, sino que en un momento determinado no han saludado al lehendakari.
Le decía si piensa que esta circunstancia refleja que en la Ertzaintza se vive una realidad convulsa.
-Estamos incidiendo en que hay que ganar en confianza hacia las personas. Y entre esas mejoras figura cómo tenemos que atender a los ciudadanos. El saludo es un signo de cortesía que se debe a cualquier ciudadano, no por el hecho de ser lehendakari. Es un síntoma de educación y respeto.
De acuerdo, ¿pero no cree que el hecho de que el no saludado sea el máximo responsable del gobierno al que los agentes pertenecen incrementa la gravedad?
-Insisto en que deben el mismo respeto al lehendakari que a cualquier ciudadano. No obstante, considero que en este caso específico se trata de una práctica de dejación más que de una falta de respeto intencionada.
¿El caso del homenaje a Lucía Urigoitia ha obligado a improvisar al Gabinete Urkullu?
-No, para nada. Está claro que dentro de los retratos de vulneración del derecho a la vida hay una relación de personas sobre las que se admite que hay una necesidad de una investigación más a fondo.
El Gobierno ha anunciado que va a amparar estos actos siempre que lleven “implícitos el reconocimiento de la injusticia de la violencia”. ¿Cómo lo van a hacer?
-Cada ayuntamiento ha recibido información de todos los casos de vulneración del derecho a la vida que se produjeron en el municipio. Cualquier acto de reconocimiento o reparación debe llevar implícito reconocer que fue una vulneración del derecho fundamental a la vida y una injusticia, sea cual sea el modo de hacerlo que adopte cada municipio. La convocatoria no podrá expresar nada que no se ajuste a ese principio básico o que vulnere la ley de reconocimiento a las víctimas del terrorismo.
¿Existe alguna vigilancia especial ante los grupos de la izquierda abertzale que se han alejado de los postulados estrictamente políticos definidos por Sortu?
-La Ertzaintza investiga cualquier riesgo que pueda existir. En el día a día de la Ertzaintza están todos los riesgos que puedan existir.
¿No hay una vigilancia especial?
-Hay una atención a todos los ámbitos, ninguno está desatendido.
Euskadi aguarda la llegada de los refugiados. ¿Qué papel desempeñarán los agentes vascos?
-Lo primero es poner en valor el trabajo que se está llevando a cabo entre departamentos e instituciones. A la Ertzaintza le corresponde garantizar la seguridad de los refugiados que lleguen y exigir seguridad.
La participación en el espacio Schengen, que teóricamente permite la circulación libre por la UE, es una petición histórica. ¿En qué momento nos encontramos?
-Tenemos acceso a las bases de datos, pero seguimos reclamando la participación directa en todos los órganos europeos donde se debate sobre materia de seguridad. Nunca se sabe, pero de momento no parece que sea fácil avanzar.