Bilbao - La gira realizada la semana pasada por el rey Felipe VI en Euskadi y Catalunya ha dejado un regusto amargo en los sectores nacionalistas de ambas comunidades al comprobar que el monarca se limitó a lanzar un recado de defensa férrea de la unidad de España con ausencia de otros mensajes más conciliadores. El lehendakari, Iñigo Urkullu, se explayó ayer sobre esta circunstancia y pidió al jefe del Estado español que realice una “mirada mucho más detenida” al respeto a la “plurinacionalidad” del Estado, y le emplazó a mencionar el “respeto a los fueros” vascos “en lugar de hablar de la unidad de España”.
El monarca español defendió en Bilbao la semana pasada, durante la entrega de premios al presidente de honor del Grupo Freixenet y en presencia del lehendakari, que “la gran empresa que a todos nos une es España”. Días después, en pleno acelerón del proceso soberanista catalán tras la presentación de la lista unitaria para el 27-S, afirmó en Barcelona, ante el president Artur Mas, que “el respeto a la ley no es una alternativa”.
Ya en la cita empresarial de Bilbao, Urkullu abogó ante Felipe VI por un proceso de reforma constitucional “desde los cimientos”, “desde la apertura al diálogo y la disposición al reconocimiento y el respeto mutuo”. El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, también dejó claro con posterioridad su apuesta por una relación de bilateralidad con el Estado. “Queremos un reconocimiento de nación como sujeto político; estar de tú a tú con el Estado y tener capacidad de decisión, también en la UE donde nos sentimos mal representados y mal protegidos -afirmó el líder jeltzale-. No inventamos nada: en otros tiempos un rey de otro lugar venía aquí a jurar los fueros y convertirse en señor de Bizkaia”, aseveró tras la visita del rey a Euskadi.
En esta misma línea, Urkullu reclamó ayer a Felipe VI durante una entrevista en Onda Vasca “una mirada mucho más detenida a lo que es el respeto a la plurinacionalidad del Estado español”. “Creo que, como jefe de este Estado plurinacional, así definido en la propia Constitución española -precisó-, debería contemplar también ese respeto, por ejemplo, en el caso del hecho singular vasco”. Y lanzó una propuesta: que en lugar de “estar hablando de la unidad de España” también podría mencionar “el respeto a los fueros”, y que el monarca, “como jefe del Estado”, exprese su voluntad de “estar presente en Gernika y atender a la singularidad vasca y ese respeto”.
Añadió que, en estos momentos, “más allá” de la preocupación que “a los poderes del Estado les pueda suponer determinadas aspiraciones”, es también “momento” después de 35 años de “hacer balance” del respeto por parte de esos poderes a la plurinacionalidad del Estado.
Diferencias con catalunya Urkullu reiteró las diferentes realidades que viven Euskadi y Catalunya, esta última en vísperas de una nueva cita con las urnas, a la que los partidos soberanistas quieren imprimir un carácter plebiscitario que sea el primer paso para la independencia del territorio catalán. Por el contrario, el lehendakari apuntó a una realidad vasca “absolutamente propia y diferente a la de los demás” desde “el respeto a todas las realidades de nuestro entorno”, incluidas “otras aspiraciones nacionalistas”.
“Desde nuestra realidad propia, tenemos nuestras circunstancias propias y nuestros tiempos que gestionar diferentes. No podemos olvidar que estamos en una comunidad autónoma, parte de un pueblo que ha sufrido también los efectos del terrorismo, con la presencia de una organización terrorista que no se ha disuelto, que no ha anunciado pasos adelante en un proceso unilateral y todo esto condiciona la vida política de manera normalizada”, apuntó el lehendakari.
El jefe del Ejecutivo vasco añadió que alcanzar un acuerdo en la ponencia de autogobierno del Parlamento Vasco antes de que acabe la legislatura es uno de sus propósitos y concluyó que sería bueno que “el eje vertebrador de estabilidad” que forman PNV y PSE se extienda a otros ámbitos, como el desarrollo, precisamente, del autogobierno vasco.