PANAMÁ. El presidente cubano calificó a Obama de "honesto" y le pidió disculpas expresamente por su emotividad en "defensa de la revolución".

La primera intervención del presidente de Cuba, Raúl Castro, en una Cumbre de las Américas, provocó una ovación en la sala donde se celebra la reunión y copó la atención de centenares de periodistas en la sala de prensa instalada en el Centro de Convenciones Atlapa.

"Ya era hora de yo hablara aquí" en nombre de Cuba, dijo el mandatario cubano, quien el viernes protagonizó junto al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, un momento histórico cuando se estrecharon la mano en el marco de la inauguración de la VII Cumbre de las Américas.

El anuncio del gobernante anfitrión, Juan Carlos Varela, de la intervención de Castro, inmediatamente después de las palabras del presidente de Estados Unidos, arrancó un sonoro y largo aplauso de los jefes de Estado y delegaciones oficiales.

DISCURSO DE OBAMA

El presidente de EEUU, Barack Obama, sostuvo hoy que su país "no será prisionero del pasado" con Cuba ni con la región, al mostrarse convencido de que si continúa el diálogo bilateral entre su Gobierno y el de Raúl Castro habrá progresos pese a las "diferencias".

"Estados Unidos mira hacia el futuro", subrayó Obama en su intervención en la primera sesión plenaria de la VII Cumbre de las Américas.

Obama calificó la Cumbre, en la que están presentes los 35 países americanos y por primera vez Cuba, de "momento histórico" y dijo que el acercamiento entre EEUU y Cuba marca un "punto de inflexión" para toda la región.

"La Guerra Fría ya terminó", dijo tajante Obama. "No estoy interesado en disputas que francamente empezaron antes de que yo naciera", apuntó al indicar que lo busca es "resolver problemas" trabajando y cooperando con toda la región.

El "giro" de la política estadounidense hacia Cuba "profundiza" su compromiso con toda la región, según Obama, quien declaró que desde que llegó a la Casa Blanca en 2009 su propuesta ha sido la de mantener una relación de "socios" y de igualdad con el continente.

En su intervención, Obama respondió directamente a las acusaciones del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que minutos antes que él denunció en la plenaria que Estados Unidos "continúa con ilegales intervenciones" en América Latina, y que ha llegado la "hora para la segunda y definitiva independencia" de la región.

Según Correa, el intervencionismo de Washington se revela con acciones como la orden ejecutiva con la que Obama declaró la situación en Venezuela una "amenaza", o con el pedido de funcionarios estadounidenses ante el Congreso de ese país de recursos para "defender la libertad de expresión" en Cuba, Venezuela, Ecuador y Nicaragua.

En respuesta, Obama admitió que en el pasado la política de derechos humanos de EEUU no siempre fue acertada, pero que, hoy por hoy, su país no tiene interés en "inmiscuirse" cuando denuncia determinadas situaciones que no considera justas, sino que lo hace porque considera que es "lo correcto".

"No estamos atrapados en la ideología, al menos no yo", remarcó Obama.