Madrid - La eclosión de Podemos en el tablero político ha dejado de ser solo un fenómeno sociológico analizado periodísticamente con profusión para convertirse en una amenaza seria del tradicional rol desempeñado por los grandes partidos, hasta el punto que desde sus medios de comunicación afines y desde el ámbito institucional se ha gestado en las últimas semanas una especie de conjura para situar en el disparadero a los dirigentes de la formación que lidera Pablo Iglesias. Al calor de la preocupación en la calle por la multiplicación de casos de corrupción, que precisamente acorralan particularmente a PP y PSOE, la prensa dominante en el Estado español no ha cesado de publicar informaciones referentes a representantes de esta fuerza emergente que rompe pronósticos en los sondeos electorales, con la finalidad de quebrar en lo posible los buenos augurios que se les vaticina y de tratar de aminorar la debacle del bipartidismo. O lo que es igual, de evitar que en España se produzca un efecto Syriza, aunque en el debe de Podemos esté esclarecer sin ambages las acusaciones que están recibiendo para poner en práctica las pautas de comportamiento transparente que preconizan desde su irrupción.
La última denuncia recayó en la persona de Juan Carlos Monedero, secretario del Proceso Constituyente y de Programa de Podemos, quien, según el diario El País, exageró su currículo profesional al señalar que había sido “profesor invitado en el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Humboldt de Berlín, dirigido por el profesor Claus Offe”, uno de los politólogos marxistas de mayor solera, quien negó conocer al número tres de este partido, o haber dirigido el instituto donde le sitúa como máximo responsable. En su blog personal, Monedero tiene colgada una foto con Offe tras la concesión del premio Príncipe de Asturias al filósofo alemán Jürgen Habermas, en 2003. Pero la polémica sobre la precisión de su expediente académico y laboral no es nueva, ya que también se describe como “responsable del equipo español del Banco Central Europeo (BCE) para el estudio y seguimiento de los efectos de la implantación del euro” en el Estado, y, al parecer, solo participó en la elaboración de un estudio de 80 páginas cofinanciado por el BCE junto con otras instituciones. La información pone en duda asimismo que haya sido profesor visitante de la Universidad Iberoamericana de Puebla (México).
Los dardos hacia Monedero vienen de días atrás, cuando el diario digital elplural.com dio cuenta de que el dirigente de Podemos había facturado en 2013 425.150 euros a través de una empresa, Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones SL, que carece de empleados y estructura, y que él justifica como pago de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador por diversos trabajos de consultoría, prestados, eso sí, tres años antes de su facturación. Sucede que los profesores de universidad se rigen por la Ley Orgánica 53/84, de 26 de diciembre, de Incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones Públicas, por lo que la Universidad Complutense de Madrid (UCM) le ha abierto una investigación al profesor de Ciencia Política, que debería haber solicitado permiso al centro universitario antes de haber realizado esas tareas. Desde Podemos aducen que cobró mediante una empresa inscrita en el registro mercantil y que pagó sus impuestos pero, según los estatutos de la UCM, el 20% de los ingresos por investigaciones debía haberlo abonado a la universidad en concepto de “gastos generales”.
Ya anteriormente se había puesto en el disparadero al secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, a quien la Universidad de Málaga suspendió cautelarmente de empleo y sueldo después de que El Mundo revelara indicios de irregularidades en su relación contractual con la institución que lo contrató por 1.825 euros brutos mensuales por un contrato semanal de 40 horas como investigador en un proyecto al que dedicaba “poco tiempo”. En la misma información se dejaba caer que Errejón, también doctor en Ciencias Políticas, llegó a España desde Venezuela -donde dirigía la línea de investigación de Identidades Políticas de la Fundación GIS XXI -a principios de 2014-, reclamado por Iglesias, para gestar la exitosa campaña electoral de las europeas, donde obtuvieron 1,2 millones de votos. La relación con Latinoamérica es una constante mediática señalada igualmente por un sector de la clase política gobernante, que acusa a Podemos de contactos con el chavismo y el régimen cubano en un tono hiriente.
intimidad personal Pero las acusaciones al partido de Iglesias, manjar para los tertulianos políticos más conservadores, partieron poco después de su éxito el pasado 25 de mayo, censurando la “opacidad” del líder de la formación respecto a las obligaciones tributarias y laborables de la productora Mano Izquierda, encargada de los programas La Tuerka y Fort Apache, donde el dirigente dio a conocer su ideario. Incluso un exsocio de Iglesias, Enrique Riobóo, se puso en el escaparate afirmando que había pagado a su compañero con dinero negro. La lupa sobre el secretario general de Podemos ha tocado de lleno en su plano personal y más íntimo, y directamente a su compañera sentimental, Tania Sánchez, aspirante a la candidatura de Izquierda Unida a la Comunidad de Madrid, con no pocos roces internos por su proximidad a Podemos, y a quien se le ha involucrado con unos contratos presuntamente irregulares durante su etapa en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, favoreciendo, según el diario ABC, con 29 contratos a la cooperativa de su hermano. El ataque llega al punto de que a la pareja le han bautizado como los Ingalls de La casa de la pradera.
Desde el ámbito político han proliferado los epítetos despectivos contra los líderes de Podemos, con Esperanza Aguirre a la cabeza tras publicar en su blog y en su cuenta de Twitter que este partido, que se ha querellado contra la lideresa del PP, ha recibido 3,7 millones de euros de Venezuela, y que “está con ETA y con el chavismo”. Ayer mismo, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, comparaba a Monedero con el pequeño Nicolás por “salir abrazado en fotos con gente importante de universidades para amañar su currículum vitae y darse importancia”. Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, instó a Iglesias, “tan aficionado como es a hacer bromitas de tic-tac, tic-tac”, a dar explicaciones sobre de dónde sale la financiación” de Podemos. “Si va de casto, debe dar ejemplo de transparencia”, soltó.
No por exageradas o malintencionadas, Podemos puede perderse en el tiempo sin dar explicaciones contundentes. Sin ir más lejos, en Euskadi, el Código Ético y de Conducta para altos cargos y personal directivo de los entes públicos que aprobó el Ejecutivo de Iñigo Urkullu recoge que estos “no podrán, bajo ningún concepto, falsear o mentir en torno a los datos propios del currículum profesional”. A su vez, en el ámbito internacional son habituales los episodios de profesionales de la política obligados a dimitir por situaciones de este calado, como sucedió en 2011 con el entonces ministro de Defensa alemán, Karl Theodor zu Guttenberg, acusado de plagiar su tesis doctoral. En cualquier caso, mientras Podemos se ha situado en el candelero, sus rivales se afanan, con un objetivo bien marcado, en ponerlo en el disparadero.