AUSTRALIA. La operación se llevó a cabo ayer en el hospital Princess Margaret de Peth, la capital del estado de Australia Occidental, de acuerdo a la radio ABC.

El paciente padece diabetes del tipo 1 y vivía con el peligro constante de sufrir hipoglucemia.

El nuevo mecanismo, parecido en el tamaño y la forma a un teléfono móvil, hace las funciones del páncreas al liberar insulina cuando es necesario, se lleva en la cadera y está conectado con tubos al interior del cuerpo.

El surtidor de insulina tiene una vida media de unos cuatro años y un coste de unos 10.000 dólares australianos (6.980 euros).

La madre del paciente declaró que la operación tendrá un impacto importante en la vida de su hijo, a quien los padres tienen que vigilar con regularidad el nivel de glucosa.

"Ofrece una mayor libertad en las comidas. Tiene solo cuatro años. No puedes parar a un niño cuando quiere más espaguetis o cuando asiste a un cumpleaños (...) También nos permitirá a nosotros un mayor control por la noche (...) Ningún padre quiere estar teniendo que levantarse cada hora, lo puede asegurar", explicó la madre.

El profesor Tim Jones, del hospital Princess Margaret, insistió en que "sirve para cualquier edad" y que la tecnología se volverá con el tiempo más barata y accesible.