OVIEDO. El hombre, que se arrojó desde un viaducto situado en la autovía del Cantábrico (A-8) se había divorciado recientemente de su mujer y tenía asignado un régimen de visitas a sus hijas.
Los hechos tuvieron lugar ayer por la tarde en la localidad costera de San Juan de la Arena, donde este hombre de 55 años y recientemente separado, acabó, al parecer, con la vida de las dos niñas para, a continuación, tirarse desde uno de los viaductos de la autovía A-8.
La Guardia Civil encontró a las dos pequeñas en el interior de la vivienda que su padre había alquilado a raíz de la separación en una urbanización de San Juan de la Arena.
Los cuerpos de las dos niñas de 7 y 9 años y de su padre ya han sido trasladados hasta el Instituto de Medicina Legal de Oviedo, donde les será practicada la autopsia a lo largo del día.
Las niñas vivían habitualmente con su madre, que se había separado recientemente de su marido, y estudiaban en el colegio Gloria Rodríguez de Soto del Barco, localidad que dista escasos kilómetros del domicilio paterno.
El consejero de la Presidencia del Gobierno asturiano, Guillermo Martínez, ha señalado hoy que en su momento hubo una denuncia por maltrato psicológico, que acabó siendo considerado como un caso de vejaciones, y una petición de orden de protección por parte de la exmujer que en su momento se denegó.
Martínez ha señalado que no iba a entrar en detalles sobre los momentos en los que la pareja convivió y se separó o si la denuncia se llevó a cabo cuando y estaban separados porque prefería "respetar el dolor de la familia".
Además ha mostrado la "repulsa y condena" del Gobierno asturiano por la muerte de las niñas y ha puesto a disposición de la familia el equipo de respuesta inmediata para prestar respuesta sicológica.