BILBBAO. Padín, fallecido el pasado 7 de octubre a los 98 años de edad en el hospital de Miranda de Ebro, en Burgos, municipio en el que se vivía ingresado en una residencia.
El histórico militante anarquista relató el pasado 4 de agosto en el juzgado de Miranda de Ebro sus vivencias como prisionero de un campo de concentración franquista a la jueza argentina María Servini, dentro de la causa que ésta instruye por crímenes cometidos en España durante el régimen dictatorial del general Franco.
El caso de Padín resultaba de especial relevancia por ser uno de los pocos represaliados del franquismo que permanecía con vida.
Natural de Bilbao, Padín formó parte de las Juventudes Libertarias y cuando estalló la sublevación militar liderada por Francisco Franco, luchó como sargento y teniente en los batallones Isaac Puente y Durruti de la República española.
En el acto celebrado hoy ante el monumento a junto al monumento "La Huella" del monte Artxanda, dedicado a la memoria de todos aquellos que lucharon contra el franquismo, responsables actuales de la CNT han recordado que tras caer prisionero fue obligado por el franquismo "a trabajar como esclavo en diferentes zonas".
El emotivo homenaje ha concluido con la lectura del poema escrito por Padín en cuyo último párrafo anotó: "Si algo en mí no muere, si algo al rojo fuego escapa, sea yo fragancia, polen, ritmo, luz, idea libertaria".