Madrid - Tras las elecciones europeas de mayo, UPyD logró aumentar su representación de uno a cuatro escaños, pero no obtuvo tan buenos resultados como preveían sondeos previos y detuvo su tendencia al alza. La formación Ciudadanos, enraizada en Catalunya y liderada por Albert Rivera, obtuvo dos asientos. Los dos partidos comparten su radical oposición a los nacionalismos vasco y catalán, de modo que forjar una coalición podría resultar sencillo y, además, evitaría la dispersión del voto de su electorado, una división que podría poner en riesgo su supervivencia tras la irrupción de Podemos. La suma de los votos de ambos en las europeas los coloca a la par de Izquierda Unida, en torno al millón y medio de papeletas y pugnando por la tercera plaza tras PP y PSOE. Por ello, el eurodiputado Francisco Sosa Wagner apeló ayer en El Mundo a unir esfuerzos ante las elecciones municipales, autonómicas y estatales del año que viene. El guante lo recogió el secretario general de Ciudadanos, Matías Alonso, quien celebró la postura de Sosa Wagner y se ofreció a “abrir un nuevo espacio para fortalecer España”, aunque el acercamiento podría quedar en nada porque la líder de UPyD, Rosa Díez, se ha opuesto tradicionalmente a la alianza.
Desde determinados ámbitos de opinión del Estado comienza a alentarse la alianza, con la expectativa de que pueda condicionar la formación de futuros gobiernos españoles y convertirse en socia de la Moncloa para anular el influjo que han tenido PNV o CiU sobre distintos ejecutivos socialistas y populares. Sosa Wagner lamentó en Onda Cero que en su partido “no se quiere reflexionar seriamente” sobre la coalición. Recordó que Díez ha estado en contra, pero matizó que el delicado escenario electoral “obliga a replantearlo”. El diputado Toni Cantó salió en defensa de Díez en Cuatro para matizar que no ha sido la líder de UPyD sino el “90% de los afiliados” quienes decidieron no ir con Ciudadanos a las europeas. - DNA