vitoria. Se consuma el cisma en el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco, Covite. Doscientos afiliados lo abandonarán por "discrepancias" con la presidenta, Consuelo Ordóñez, y barajan crear una nueva asociación, según afirmó ayer el sector crítico. Detrás de esta escisión se esconde una lucha por el control político de Covite, además de desavenencias en la forma de gestionar la asociación que se remontan años atrás -la asamblea del año pasado terminó con insultos-. La actual cúpula dirigida por Ordóñez ha ido endureciendo las críticas dirigidas al Gobierno del PP por su gestión del fin de ETA, al tiempo que gran parte de sus directivos son simpatizantes e incluso militan en UPyD y el recién creado partido Vox.
El portavoz del sector crítico que anuncia su abandono de Covite, Jorge Mota, confirmaba ayer esta circunstancia en la asamblea anual del colectivo que celebrada en Donostia. Mota manifestó que la dirección ha incumplido los nuevos estatutos de la asociación, que recogen que mantendrá su "independencia absoluta de cualquier político". Así, enumeró que "Consuelo Ordóñez es la primera persona que contraviene el artículo después de que pidiera el voto para UPyD, Maite Pagazaurtundua ha participado en actos de este partido, al que pertenece Rubén Múgica, y Ana Velasco es de Vox". Por todo ello, remarcó que los cerca de 200 socios que se darán de baja no quieren que se les identifique con ningún partido político, ya que solo desean "trabajar por y para las víctimas".
menos mediáticos Por el contrario, Mota sale de Covite junto con la viuda de Ramón Baglietto, Pilar Elías -también dejan la asociación Caty Romero o Miguel Olaciregui, entre otros- exedil del Partido Popular y que el pasado jueves respaldó expresamente a la líder del PP de la CAV, Arantza Quiroga, con su participación en el acto de homenaje a los militantes populares, de AP y UCD asesinados por ETA.
En aquel homenaje la presidenta de la formación conservadora salió en defensa de la trayectoria del partido y rechazó de plano "lecciones" de nadie tras el rapapolvo que tuvo que escuchar de Consuelo Ordóñez durante el tributo familiar por el aniversario del asesinato de su hermano, y donde la presidenta de Covite llegó a decir que el Gobierno de Mariano Rajoy "ha traicionado" a las víctimas de ETA.
El sector crítico se está pensando si formar otro colectivo o integrarse en alguno de los que ya existen, como la AVT o la Fundación Víctimas del Terrorismo, presidida esta última por la popular Mari Mar Blanco. Sea cual sea su decisión, la orientación de estos disidentes pasa más bien por alejarse de la beligerancia con el Gobierno del PP y por realizar actuaciones menos mediáticas que las que acostumbra Covite. "Sobre todo, vamos a trabajar por y para las víctimas desde dentro y no de cara al exterior", explicó Mota. Tras la asamblea, Rubén Múgica llegó a insinuar en su Twitter que el PP del País Vasco estaría detrás de la creación de un nuevo colectivo por parte de los disidentes: "Última hora: Génova 13 asciende a Iñaki Oyarzábal al cargo de muñidor asociativo", escribió.
vivir en Euskadi Otro de los argumentos de este grupo que abandona el colectivo es que representa a las víctimas que desde más antiguo forman Covite y que siguen viviendo en Euskadi, no como gran parte de la directiva. De hecho, en el escrito que el sector crítico entregó al notario que ayer tomaba acta de la asamblea de Covite se señala que se da de baja "un porcentaje importante de socios fundadores y otros que llevan desde su fundación viviendo en el País Vasco" en los momentos "más duros y trabajando por y para Covite".
Otra razón para la escisión es que, según Mota, la dirección de Covite ha dado entrada a "personas que no tienen la condición de víctimas del terrorismo" y son "amenazados" por ETA, lo que motivó que hace un año impugnaran las votaciones que refrendaron a Consuelo Ordóñez como presidenta, ya que consideran que el censo de Covite está alterado. De hecho, en poco más de un año Covite ha pasado de tener unos cuatrocientos asociados a los actuales 670. Jorge Mota explicó que la decisión de "desvincularse totalmente" de Covite se debe a que no querían reproducir los incidentes del año pasado.