COMO en aquella historia de la ardilla que podía viajar de Gibraltar a Irun sin bajarse de los árboles, los alaveses que quieran y puedan sólo tienen que echar mano de esta guía de festejos para pasarse todo el verano de verbena en verbena sin hacer un solo alto en el camino.

Pasadas las fiestas de La Blanca, epicentro de la celebración veraniega en el territorio histórico, más que nada por aquello del tamaño de la ciudad que las acoge, caben varias posibilidades para seguir de jarana. Ayala celebra San Lorenzo el 10 de agosto, al igual que Zigoitia o Zuia, y Okondo conmemora a San Román. En todo caso, si hay un lugar marcado en rojo en el mapa después de las fiestas de La Blanca ése es Amurrio.

Ayer viernes tocaba txupinazo y tras la lectura del pregón a cargo de Josefina Burutxaga, en nombre de los donantes de sangre de la zona, llegó la bajada del Iguarrako, ese espigado animal que da el pistoletazo de salida a la fiesta en la localidad ayalesa. Hoy se conmemora el Día del Niño, que se cerrará con el concierto de Vendetta, y a partir de ahí llegará un parón de tres días. El día 14 vuelve la juerga con el Día de los Jóvenes de Ayer, el 15 se celebran los actos de Nuestra Señora, el 16 San Roque y el sábado 17 se honra de nuevo al santo más ayalés, a quien, cómo no, también se rinde tributo en Llodio.

El día 15 comenzarán las fiestas en la segunda localidad más grande del territorio histórico, una celebración que se prolongará durante todo el mes y que combinará el programa oficial con el de las txosnas. Los encierros, los conciertos y las kalejiras irán transcurriendo hasta llegar al último sábado de agosto, cuando se celebrará el día de las morcillas, que marca el ocaso de la fiesta. Ya el domingo se reunirán los cofrades de San Roque para comer al resguardo del pórtico de la iglesia.

No sólo en Ayala se rinde tributo a este santo, también en localidades como Oion, Peñacerrada (que también está de fiesta el 25 de agosto, por la Virgen de la Peña; y 29, por Nuestra Señora del Rosario), Leza o Nanclares de Oca. En este último municipio es El Brujo el que bajará el día 14 de las alturas mientras el público le lanza cava y caramelos. A continuación dará comienzo un programa en el que destacan las verbenas, el mercado medieval, la morcillada, las comidas populares y el acto de Bendición de las Peras, que tras ser consagradas, se reparten a la salida de misa.

Al igual que Amurrio, también Labastida toma el relevo de Vitoria. Son las fiestas de Las Reliquias, con la bajada hoy del Pellejo como acto central. Niños y adolescentes se congregan en la plaza de la localidad riojanoalavesa para recibir una buena lluvia de vino a cargo de la mano inocente que va moviendo el enorme recipiente. Al margen de esta singular celebración, en Labastida destacan la misa y la procesión con Las Reliquias que dan nombre a la fiesta.

El día 15 se celebra el día de la Virgen de Agosto y son muchos los pueblos alaveses que aprovechan para divertirse un poco. Ayala, Aramaio, Berantevilla, Zigoitia, Elvillar, Leza, Moreda, Agurain y el Valle de Arana se visten de gala en este día. Por estas medianías del mes están también de fiesta en Arriola (16 de agosto) o Yécora (18). San Bartolomé, que cae en 24 de agosto, es un santo con muchos devotos en Álava. No en vano, Arrazua-Ubarrundia, Gordoa, Bernedo, Legutiano, Okondo, Baños de Ebro, Urkabustaitz o Zuia conmemoran este día con mayor o menor fasto. Hay sin embargo un lugar donde esta celebración cobra una relevancia especial: la también riojanoalavesa Lapuebla de Labarca.

Aquí la fiesta arranca con el viaje desde las bodegas hasta la plaza de los jóvenes del municipio, que acompañan a Bartolo en su periplo hacia el Ayuntamiento, donde preside las fiestas desde el balcón tras el txupinazo. No es un pasacalles al uso el que lleva a la mascota hasta el corazón del pueblo; cada pocos metros los jóvenes se sientan, se refrescan con el agua que les lanzan desde los balcones y empieza a correr el vino. Así empiezan las fiestas en Lapuebla, que tras unos días de celebración culminan sin perder pulso. Centenares de personas se dirigen en el cierre de la celebración hasta el parque de La Póveda, a orillas del río Ebro, para disfrutar de una enorme sartenada.

También es el 24 de agosto, pero en este caso se rinde homenaje la Virgen de Bercijana. Yécora baja en esta jornada a Katanillo, un muñeco afortunado durante tres días en los que ve las fiestas en directo desde el balcón del Ayuntamiento, y al que abandona la suerte con el fin de los festejos, cuando perece pasto de las llamas mientras los vecinos entonan su particular Pobre de mí.

Agosto va tocando a su fin, pero la fiesta no para. Artziniega y Ayala celebran San Emeterio, Iruña de Oca vuelve a ponerse de gala el día 30, como Santa Cruz de Campezo, y Zambrana hace lo propio un día antes. Sin embargo, el lugar marcado en rojo a estas alturas de mes es Laguardia.

Llega San Juan Degollao, llega la fiesta de nuevo aún con la resaca de San Juan y San Pedro coleando. La cofradía de San Juan Degollao tiene su origen en la defensa de las murallas de la villa y, durante muchos años fue garante de la supervivencia de las danzas típicas de Laguardia, como los Troqueados, la de los Arcos y la jota de Laguardia. Lo habitual en esta celebración es lanzar el cohete anunciador, recoger al abad en su casa y marchar hasta la iglesia de San Juan para celebrar las vísperas. Posteriormente hay cena de hermandad y, tras una visita al santo bajo la torre de San Juan, empieza la fiesta como tal. Todo esto es el día 28, pero el 29 es la jornada grande, cuando se conmemora la decapitación del santo. Procesiones y misas culminan con fuegos artificiales.

Llega septiembre, se acaban las vacaciones, la vuelta al cole es inminente, los días son más cortos, los vientos se entremezclan, se atisba el otoño, pero la fiesta sigue.

El mes lo inician en Lanciego con la Fiesta de los Jubilados y en Legutiano con San Antolín, y lo siguen en esta misma localidad el día 7, con la fiesta de las Cofradías. En estas fechas cabe destacar Elciego, que el 5 inicia las fiestas de la Virgen de la Plaza. El pregón vendrá acompañado de un concierto a cargo de la Banda de Música de la Asociación Santa Cecilia de la localidad, y a partir de ahí la fiesta se trasladará a la calle. También el día 7 están fiestas en Kripán, Ibarguren, Berantevilla y Samaniego, donde rinden tributo a la Virgen del Valle. Festejarán un día más tarde en Aramaio y Bernedo, localidad ésta última que repite el 16, por Santa Eufemia; y el 29, por San Miguel, a quien también homenajean en Ribera Baja, Peñacerrada, Murgia, Zuia, y de nuevo Aramaio.

La localidad de Artziniega (comarca de Ayala), por su parte, se reencuentra en septiembre con Nuestra Señora de la Encina, Dulantzi con la de Alaia y la bajada de Tripafina, y Campezo con la de Ibérnalo. Mientras, Ilarduia celebra sus fiestas el 17, Salinas de Añana el 19 y Legutiano el 29.