Vitoria. "Estamos hablando de un trágico accidente, pero hay que precisar que no se ha registrado en una línea de alta velocidad". Es la primera impresión que trasladan los expertos consultados por este periódico, "cansados" de escuchar que se trata del primer siniestro registrado por el AVE. "No es así, ha ocurrido en un tramo de velocidad convencional, de ferrocarril normal", insisten.

¿Pero cómo es posible semejante tragedia? A falta de los resultados de la investigación en curso, el exceso de velocidad del tren Alvia Madrid-Ferrol es la causa más probable del trágico accidente ocurrido en la zona de transición, a la entrada de la estación de Santiago de Compostela, en el kilómetro 84,3 de la línea Orense-Santiago. Según los expertos en transporte ferroviario, que pidieron no ser identificados, será preciso "analizar toda la información para determinar si se trata de un error humano, técnico, o una mezcla de ambos. Lo que sí parece evidente es que el tren entró en la curva a una velocidad disparatada".

El convoy circulaba, al parecer, entre 160 y 190 kilómetros por hora en un tramo de vía convencional, especialmente en el radio de curva, muy inferior a los mínimos con los que se construyen las vías de la alta velocidad. En este tramo no está permitido superar los 80 kilómetros por hora .

"La velocidad a la que iba era increíble en ese tramo. Hay vagones que se han salido de la composición, que han volado, lo que demuestra lo rápido que iba. Hay que tener en cuenta que la cabeza tractora, la locomotora, no descarrila tan fácilmente. Lo hace por la inercia de los vagones que salen volando. Son los coches los que la sacan, haciendo un efecto látigo", indican.

Conducción manual Los expertos consultados precisan que las entradas a las estaciones, como a la que se aproximaba el convoy, siempre se realizan a conducción manual. Es decir, el maquinista es quien aplica en cada instante el esfuerzo de tracción o freno deseado mediante el manipulador. "En posición de freno, el manipulador detiene eléctricamente las cabezas motrices" y "si el esfuerzo de freno eléctrico no es suficiente para detener el tren", el maquinista tiene la posibilidad de accionar además el freno neumático.

Nada de ello ocurrió y, si lo hizo, no fue suficiente para evitar el fatal desenlace. "Los trenes llevan una caja negra que va registrando las velocidades en cada punto, así como las conversaciones que mantiene el maquinista con el centro de control. Ahora habrá que comprobar todo ello, revisar las balizas, que son los puntos en los que el tren se comunica con la vía para gestionar su circulación", indican las mismas fuentes.

El tramo en el que se produjo el accidente pertenece a la línea de alta velocidad Orense-Santiago-La Coruña, puesta en servicio en diciembre de 2011. "Es un tren que ha realizado cientos de circulaciones durante catorce meses sin registrar ningún problema. Estamos hablando de unas máquinas espectaculares, con tracción eléctrica y diesel, muy adaptables. No estamos hablando de un problema del tren".

El tramo concreto Orense-Santiago tiene una longitud total de 87,1 de trazado de doble vía electrificada de ancho ibérico -1.668 mm-, es decir, no es ancho internacional, como puede ser la vía Madrid-Sevilla. Esta traviesa polivalente está equipada con un sistema de comunicaciones GSM-R; otro de protección del tren, ERTMS, y Asfa como respaldo. Por Asfa (Aviso de Señales y Freno Automático) se conoce el sistema que permite realizar una supervisión puntual de la velocidad máxima al paso de las señales, dando avisos acústicos y visuales al maquinista en caso de que supere la velocidad permitida.

En el supuesto de que el conductor no responda, el sistema ocasiona el frenado automático del tren. "El Asfa provoca el frenado del tren, pero el exceso de velocidad era tal que, probablemente, en el espacio que quedaba hasta la curva no hubo espacio suficiente para frenar", aseguran profesionales consultados. "Desde luego que es muy poco probable que hayan fallado los sistemas de seguridad de la linea", sostiene el ingeniero Antonio Papell. Fuentes de Adif indicaron que la señalización en el punto en el que se produjo el accidente del tren Alvia estaba "perfectamente", y "tiene todas las revisiones al día".