Bruselas. El Gobierno continúa exprimiendo las vías disponibles para evitar el rechazo de sus primeros presupuestos. A veinticuatro horas de que el Parlamento vote las enmiendas a la totalidad planteadas por toda la oposición, Iñigo Urkullu podría haber hallado un asidero en Europa para evitar el veto. El lehendakari anunció ayer -tal y como adelantó DNA-, la intención de plantear hoy la retirada del proyecto, sin renunciar a redactar en unas semanas otras Cuentas cuando se confirme un mayor volumen de ingresos. Ese aumento depende de que Bruselas relaje el objetivo de déficit fijado al Estado para este año, y de que Madrid, a su vez, afloje la presión sobre las comunidades, incluida la CAV. La revisión al alza de los ingresos ayudaría a Lakua a vencer los recelos de la oposición, ya que podría diseñar unas Cuentas con más recursos y no tan mediatizadas por los recortes, tal y como han reclamado PSE y EH Bildu. El Ejecutivo se citará hoy mismo en Consejo de Gobierno para confirmar a buen seguro la retirada de sus Presupuestos, y analizará si procede presentar otro proyecto. Un análisis en el que, según ha podido saber este medio, pesarán dos consideraciones.

Por una parte, la decisión europea debería llegar antes de julio, de tal modo que la adaptación del borrador no se solapara con la confección de los Presupuestos para 2014, que debería arrancar este mismo verano. Desde distintos círculos se especula con que Bruselas decidirá sobre el déficit estatal el 29 de mayo a más tardar, un plazo que las fuentes consultadas consideran asumible para el Gobierno vasco. El propio Urkullu recordó ayer en Bruselas que la próxima semana arrancará el mes de mayo y que, por tanto, no supondría un gran esfuerzo esperar "veinte días más", máxime cuando Lakua ya lleva cuatro meses trabajando con un presupuesto prorrogado por el anterior gabinete. Además, el nuevo proyecto respetará el espíritu del actual borrador, lo que contribuirá a simplificar la tarea. Los nuevos ingresos, asimismo, se destinarán únicamente a inversiones. El Ejecutivo estaría dispuesto a pactar los planes concretos con la oposición.

La cuantía del límite El segundo factor que condicionará la decisión de presentar un nuevo proyecto será la cuantía en que Europa acceda a relajar el déficit. En este sentido, el PNV calcula que, por cada décima, Lakua podría disponer de 66 millones adicionales. El Gobierno se adentraría en la elaboración de un nuevo presupuesto si la relajación del objetivo, fijado en el 0,7%, fuera significativa y, por tanto, compensara el esfuerzo de rehacer las Cuentas.

Aunque pudiera resultar singular que el Consejo de Gobierno, que se citará hoy a partir de las 17.00 horas, vaya a condicionar su decisión a hechos que aún no se han producido, en realidad el lehendakari podría disponer ya de datos orientativos. De hecho, Urkullu se citó el pasado día 10 con el presidente español Mariano Rajoy, con quien abordó, entre otras cuestiones, el debate sobre el déficit. Tampoco sería mera coincidencia que haya planteado la reelaboración de las Cuentas en pleno viaje institucional a Bruselas, y tras citarse con el presidente de la Comisión Europea José Antonio Durao Barroso, y el vicepresidente Joaquín Almunia.

El propio lehendakari dejó caer esa idea al asegurar ayer que, aunque fuera conocida la apuesta del PSE por tener en cuenta la flexibilización del déficit, su Gobierno no ha podido tomar antes una decisión porque un presupuesto no se podría elaborar en base a "hipótesis", sino a datos concretos. "Hoy y ayer estamos encontrando nuevos datos que nos hacen pensar que quizás merezca la pena diseñar un proyecto en base a esos datos y no a hipótesis, y que quizás lo tengamos que hacer en las próximas semanas, y esto es lo que quiero valorar con urgencia en el Consejo de Gobierno", expuso.

Unas cifras que, por otra parte, ya habrían comenzado a circular oficiosamente en distintos ámbitos. Así, se da por sentado que Europa pasará de exigir un 4,5% al Estado a proponer un 6% o, incluso, un 6,5%. En cuanto a las comunidades autónomas, el secreto parece mejor guardado. Partidos de Catalunya, no obstante, ya hablan de un 2%. En el caso de la CAV, el socialista José Antonio Pastor aventuró un 1,1%, que se traduciría en 260 millones extra para los Presupuestos.

apoyo socialista Elaborar un proyecto menos condicionado por la escasez de recursos podría ayudar al Ejecutivo a procurarse el favor del PSE, que fundamentó su enmienda a la totalidad en la discrepancia con el capítulo de ingresos. Lakua se ofreció en su momento a pactar el destino de los eventuales ingresos extra a posteriori, una vez aprobadas las Cuentas, cuando se apreciara la evolución de la recaudación o los hechos probaran que, efectivamente, había razones para intuir la llegada de fondos extraordinarios. El socialismo consideró insuficiente la propuesta, y pidió modificar ya el techo de gasto. En este sentido, el Gobierno Vasco, que en las últimas jornadas habría obtenido ciertas garantías de que la CAV se podría beneficiar de la flexibilización, se encontraría ya en condiciones de abordar ese plan B en base a datos y no hipótesis.

El tiempo que transcurra hasta la eventual aprobación del nuevo borrador serviría, asimismo, para que el PNV pudiera avanzar en un segundo carril de la negociación presupuestaria. Sabin Etxea mantiene una línea abierta con el socialismo en materia de fiscalidad, fraude, adelgazamiento de la Administración y gestión de los ingresos extraordinarios que pudieran llegar a la CAV. Ambas partes han acercado posturas sobre el fraude, un debate tan estratégico para el socialismo que podría allanar su apoyo a las nuevas Cuentas. De hecho, Patxi López llegaba a aparcar jornadas atrás el recálculo de ingresos para centrarse en reclamar pactos fiscales, y sobre duplicidades, políticas públicas y empleo. Sin la presión del calendario y del pleno que estaba previsto para mañana, PNV y PSE podrían seguir explorando esa vía.

La propuesta sobre el déficit eleva a tres los intentos de Urkullu de desbloquear la negociación de las Cuentas, después de que propusiera pactar el destino de los eventuales ingresos extraordinarios una vez aprobados los Presupuestos, y después de que entregara a los grupos un documento que contemplaba la coordinación en la lucha contra el fraude.