los jóvenes son el presente y el futuro, pero de un tiempo a esta parte, con la crisis como telón de fondo, se han visto envueltos en una espiral de falta de oportunidades. La tasa de paro juvenil continúa desbocada en Álava y el mercado de la vivienda inaccesible para la mayoría, por lo que la posibilidad de encontrar un empleo estable a corto plazo y salir del nido familiar se han convertido en poco menos que un privilegio. Empleo y vivienda, dos objetivos tan íntimamente relacionados como difíciles de alcanzar. En ese escenario, algunos se han visto obligados a hacer las maletas con destino a otros países, muchos más agotan los meses saltando de un empleo precario a otro -si lo encuentran- y el resto encadena cursos de formación o de idiomas a la espera de un futuro mejor.

La situación es dramática, pero aun así pocos caen en la desesperanza. Y eso que, según los datos que maneja el Ayuntamiento de Gasteiz, el 36% de los jóvenes de 16 a 24 años se encuentran en paro actualmente, al tiempo que la temporalidad de los contratos se sitúa en el 95% en esta franja de edad. Sólo el 46% de los jóvenes gasteiztarras de entre 18 y 34 años ha podido emanciparse. Según remarca Pilar Abella, directora del área de Juventud en el Consistorio, esta tendencia sigue "al alza" y la realidad dice que "los jóvenes están muy preparados pero a la vez cuentan con muy pocas salidas".

El campus alavés de la UPV es uno de los centros neurálgicos de esa juventud que reúne todos los ingredientes para triunfar en la vida, pero que fruto del destino se han hecho adultos en un momento convulso. Iñaki Milton, guipuzcoano de Andoain, ultima el grado en Nutrición y Dietética y los fines de semana trabaja como cocinero en un restaurante de Hondarribia para lograr los ingresos suficientes que le permitan vivir en Vitoria con su pareja. Pagan 630 euros de alquiler, una cantidad importante que sorprendentemente sigue estando bastante por debajo de la media.

"Mi intención es poder investigar, pero no paran de recortar las becas y no sé cómo estará el tema. Recortan todo lo que no sea sueldos de políticos", censura el joven. Iñaki, que siente "un poco de vergüenza" cada vez que enciende la televisión y ve los informativos, está convencido de que "dinero hay", pero no se destina a lo prioritario. "Los jóvenes empezamos a trabajar tarde, los sueldos son bajos y los alquileres altos. Está claro que no da y así no vamos a ninguna parte", lamenta.

Muy cerca de él, Ariana Domínguez, Urko Gabiña y Beatriz Hernáez charlan animadamente durante un receso de la jornada universitaria y tampoco dudan a la hora de censurar la mala praxis de los políticos a lo largo de los últimos años. Todos se encuentran a caballo entre los cursos segundo y tercero de Nutrición y Farmacia. "Lo han hecho mal desde siempre, siempre ha habido mucho trapicheo", denuncia Beatriz. "La situación está muy mal y seguirá mal", añade Ariana sin demasiados rodeos. Todos se han planteado ya salir al extranjero cuando terminen sus estudios, a la vista de la situación actual. "A mucha gente que conozco y está investigando no le pagan", advierte Ariana en este sentido. Urko, natural de Araia, compagina los estudios con un empleo en horario de tarde -da clases de multideporte a chavales- y de esta forma puede "sacar algo". También valora la opción de salir al extranjero, algo que lamentablemente ya no se hace por gusto sino por "necesidad". "Hay una fuga de cerebros, porque si en el extranjero hay más trabajo y encima pagan más que aquí, no te vas a conformar con menos", argumenta Beatriz.

Las expectativas no son mejores en otro de los centros universitarios de referencia de la capital alavesa, la Facultad de Letras. Aunque también hay excepciones, como la que representa la joven vizcaína Lohitzune Rica. Natural de Gorliz y estudiante de Filología Clásica, su futuro se encuentra también en las aulas, impartiendo clases de latín y griego. "En mi caso lo veo bien, porque no hay muchos profesores de lo mío. Quizá quienes ahora están estudiando Filología Vasca lo tengan peor", advierte.

Lohitzune, por el momento, no se ha planteado salir de casa y diariamente realiza el trayecto de ida y vuelta Gasteiz-Gorliz para estudiar. Reconoce que la situación de la vivienda está "muy mal" y también se muestra muy crítica con la clase política. ¿Qué nota le pondrías? "Un cero, porque están haciendo las cosas muy mal. No estoy en contra de que se hagan recortes, pero nunca en Sanidad o Educación". Si tuviese que recortar Lohitzune lo tendría claro. "Sobre todo en ayudas a los militares y en los sueldos de los políticos. Ellos son los primeros funcionarios y tendrían que dar ejemplo", advierte.

plenos derechos Aunque también hayan sido víctimas de los recortes, desde el Consejo vasco de la Juventud (EGK) siguen trabajando para buscar soluciones a estas y otras problemáticas. Amaia Elorza, técnica de condiciones de vida materiales, cree que el mayor problema para acceder a los derechos socioeconómicos radica en que "sólo hay una puerta" para hacerlo, el empleo, con todo lo que ello significa para los jóvenes en la situación actual. "Estamos supeditados a ese mercado y no se nos considera ciudadanos con plenos derechos. En esta perspectiva, la crisis afecta mucho más a los jóvenes", lamenta Elorza. A todo ello se suma un sistema público de vivienda que "no satisface las necesidades de la población", debido a un error de concepto que ya viene de atrás. "La vivienda se sigue concibiendo como un bien de propiedad privada, no como un derecho", denuncia Elorza, que aboga por crear un parque público de alquiler social.

La representante de EGK reconoce que no tiene "ninguna varita mágica", pero considera imprescindible que los jóvenes "tengan voz propia, para no seguir siendo considerados en una época de transición". Y advierte sobre algunos términos que últimamente "están muy en boca política", como el emprendimiento o el hecho de salir al extranjero en busca de oportunidades. "Cuando esto es una opción personal es muy valorable, pero si te vas empujado por la situación habría que ver si estamos hablando de emancipación o exilio. Además, la Administración debería ocuparse de sus ciudadanos cuando están fuera, porque en otros países no se respetan sus derechos más básicos", advierte. Lo mismo sucede con el emprendimiento, "que es mucho más que algo que genera ingresos" porque "implica hacer vulnerable" a quien da este paso.

Pilar Abella, entretanto, llama a trabajar desde todas las instituciones "para que no se nos escapen ni los que tienen formación ni los que tienen poca". La directora municipal de Juventud considera que los planes de empleabilidad para los jóvenes que se desarrollen "van a ser muy importantes" y aboga por impulsar proyectos que faciliten la emancipación de los jóvenes. "Hay un parque enorme de viviendas en Vitoria y debe aprovecharse", recuerda, poniendo de relieve que la emancipación actual de muchos jóvenes es "de ida y vuelta", por la precariedad del mercado laboral. "Los jóvenes son nuestro presente más vivo e imaginativo y no podemos olvidarlo. Rompen todos los topicazos", remarca Abella.