Bilbao.El PP de la CAV volvió a sumarse ayer al coro de voces que apuestan poruna rebaja en el sistema autonómico. Veinticuatro horas después de queel portavoz popular en el Congreso y presidente del partidoen Araba, Alfonso Alonso, lamentara los "excesos" de algunosterritorios y pidiera clarificar qué competencias pertenecen al Estadoy cuáles a las comunidades, Antonio Basagoiti dio por buena laposibilidad de que el Estado obligue a la CAV a aplicar los recortes deRajoy. En una entrevista concedida a Europa Press, se mostró convencidode que el próximo Gobierno vasco no tendrá más remedio que meter latijera para superar la crisis, y avisó de que, en el supuesto de que seresistiera a abordar esos sacrificios, sería el Ejecutivo español quienle obligaría a reducir el gasto: "Aquí se tendrán que hacer ajustes, lodigan o no lo digan. Y, si no, los impondrá Madrid".

Basagoitienmendó a la totalidad el sistema autonómico al abrir la puerta a queMadrid pueda coartar la libertad de acción del próximo gabinete vasco.El popular tampoco precisó si el Gobierno español deberíadetenerse ante las competencias que obran en poder de la CAV, y vacióde contenido el Concierto Económico con sus declaraciones: de pocoservirá recaudar impuestos si las instituciones vascas no puedendecidir en qué políticas los invierten, y si es el Estado quiendetermina dónde aplicar los recortes para alcanzar los objetivos dedéficit.

El presidente del PP de laCAV se situó nuevamente ante el dilema que lleva acechando a su partidodesde que Rajoy accediera a Moncloa. Por un lado, la disciplina departido obliga a defender los recortes de Madrid. Por otro, sus filasse colocan ante el reto de hacerlo sin que parezca una cesión enmateria de autogobierno. Basagoiti, que tomó las riendas del partido enla CAV para imprimir un giro vasquista tras la era San Gil,se ve obligado a mantener ahora un difícil equilibrio que amenaza a susintereses electorales más inmediatos: peligra su mensaje autonomista, yse enfrenta a la posibilidad real de acusar el desgaste por lasimpopulares medidas de Rajoy.

Ya lesucedió al PP de Andalucía. A causa de los primeros recortes, perdió lamayoría absoluta que le auguraban las encuestas. Peor podría tenerlo elPP de la CAV, ya que en los últimos meses se ha asistido alcontrovertido rescate de la banca mientras suenan los tambores de unasegunda ayuda global a la economía estatal que podría agrandar ladesafección ciudadana. Además, la huelga general prevista para el 26 deseptiembre en Euskadi servirá para volver a situar a los populares en el ojo del huracán.

Recurso contra los recortes Lasfilas de Basagoiti ya tuvieron que retratarse en el Parlamento vasco.Cuando PNV, PSE y Ezker Anitza aprobaron una iniciativa para instar aLakua a que recurriera los recortes en materia de educación y sanidad,el PP buscó cubrir los dos flancos -no contravenir al PP estatal yescenificar su defensa del autogobierno-. La decisión se tradujo en quelos populares terminaron oponiéndose a los puntos quecriticaban los ajustes de Rajoy, mientras votaron a favor delarticulado que aludía a la defensa del autogobierno. A pesar de ello,avalaron implícitamente la recentralización al defender unos recortesque Madrid ha exigido en sanidad y educación a pesar de que ambascompetencias obren en poder de las comunidades autónomas.

Labalanza parecía inclinarse a favor del centralismo, máxime cuandoBasagoiti fue capaz de romper su pacto con el lehendakari López despuésde que el Gobierno vasco anunciara su intención de recurrir losrecortes. Desde ese momento, el PP se ha convertido en el defensor delos intereses de Rajoy en la CAV, especialmente desde la atalaya de laDiputación de Araba. El responsable foral Javier de Andrés llegó aterciar en la polémica por la supresión de la paga extra navideña a losfuncionarios para avisar de que debería cumplirse porque había sidotramitada como ley básica de obligado cumplimiento en todo el Estado.La semana pasada era Leopoldo Barreda quien reformulaba el autogobiernopara rechazar una salida vasca a la crisis y para considerar que elsistema autonómico existe para remar todos en la misma dirección.

AntonioBasagoiti, por su parte, opinó ayer que el lehendakari López y elpresidente del EBB Iñigo Urkullu "están en lo que estaba Zapatero", endecir "aquí no pasa nada", y en defender que la CAV "está en laChampions League". En su opinión, "como sigan por ahí, en un tiempo nomuy lejano habrá que tomar decisiones muy difíciles". "Urkullu y López,en lo económico, están azapaterados", opinó. Por ello, consideró "imprescindibles" los ajustes, y consideró que el próximo Ejecutivo vasco tendrá que aplicarlos.

Oposición Suapuesta, sin embargo, no ha contado con demasiado predicamento en laCAV. La Diputación de Bizkaia ya ha anunciado que no suprimirá la paganavideña a los funcionarios, mantendrá las prestaciones en materia dedependencia, y no eliminará la deducción fiscal por compra de vivienda.Gipuzkoa también ha apostado por blindar las políticas sociales y, encuanto a Lakua, el lehendakari ha convertido su oposición a Rajoy enuna de sus banderas electorales, aunque no ha quedado claro hasta quépunto ejercerá la insumisión. Por lo pronto, parece asumido queaplicará el medicamentazo -la medida que obligará a losciudadanos a abonar íntegramente 417 medicinas-, mientras persisten lasdudas sobre los funcionarios.