Sarajevo. Diecisiete años después de la matanza que llevaron a cabo las tropas serbobosnias en Srebrenica, miles de personas asistieron ayer a la sepultura de otras 520 víctimas de uno de los episodios más terribles de la guerra de Bosnia. Unas 40.000 personas se congregaron en el centro memorial de Potocari, en los alrededores de Srebrenica, para rendir homenaje a las víctimas y conmemorar el 17 aniversario del asesinato de más de 8.000 varones musulmanes a manos de las fuerzas serbobosnias. Entre los restos enterrados ayer en el cementerio de Potocari están los de seis adolescentes que tenían 15 años cuando fueron asesinados, el 11 de julio de 1995, y de tres mujeres, una de ellas de 24 años y una anciana de 94.
Los cadáveres provienen de distintas fosas comunes en las que, a lo largo de los últimos años, se han ido encontrando víctimas de la masacre, que han sido identificadas gracias a las pruebas de ADN.
A petición estricta de las familias de las víctimas de la matanza, ayer no se pronunciaron discursos políticos en la ceremonia. El acto comenzó hacia el mediodía con un minuto de silencio y la lectura del Poema sobre Srebrenica, del escritor bosnio Abdulah Sidran.
Entre los asistentes, muchos familiares de las víctimas, como Rufejda Buhic, madre de uno de los enterrados ayer y que recordó cómo su hijo le conminó a salir de la ciudad con el resto de las mujeres, mientras que los hombres fueron apartados por los serbobosnios para ser ejecutados. "La medida de nuestro respeto por los que hemos sepultado y por los que todavía tenemos que enterrar no son las grandes palabras que pronunciaremos, sino lo que hacemos por sus hijos, por los huérfanos cuyo futuro debemos asegurar", declaró Camil Durakovic, del comité organizador del acto.
El representante de la comunidad internacional en Bosnia, Valentin Inzko, dijo que los ciudadanos de Europa se solidarizan con las víctimas, al referirse a que el Parlamento Europeo proclamó el 11 de julio día de conmemoración del genocidio de Srebrenica en toda la UE. Recalcó que es muy importante que se sepa la verdad sobre lo ocurrido en la guerra de Bosnia (1992-1995). "Sólo sobre la base de la verdad, la sociedad dividida puede iniciar el proceso de curación y seguir adelante", señaló Inzko.
También asistió a la conmemoración en Potocari el rabino Arthur Schneier, superviviente del holocausto nazi. "Conozco el dolor que padecéis. Toda mi familia fue asesinada en los campos nazis. En mi dolor, nunca he vuelto la cabeza a Dios ni a la gente. He dedicado mi vida a edificar puentes entre los hijos de Dios y a la lucha por la verdad y la justicia", subrayó el rabino. "Lo importante es reunir el mayor número posible de testimonios de los supervivientes. Esto es el instrumento más potente que impedirá que se nieguen los hechos", agregó al referirse al genocidio, como califican instituciones judiciales internacionales la matanza de Srebrenica.