Madrid. Mientras el sábado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, trató de enviar a la opinión pública un mensaje de tranquilidad acerca de la situación que atraviesa la economía española, el portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, José María Beneyto, hizo sonar ayer todas las alarmas al no descartar que el país tenga que ser rescatado por la Unión Europea. Sin embargo, fuentes de la dirección nacional del PP y del grupo popular de la Cámara Baja salieron al paso de las declaraciones de Beneyto asegurando que en ningún momento se pueden interpretar como el sentir del partido ni del grupo popular y que las realizó "a título personal".

Rajoy, en unas jornadas organizadas por el Círculo de Economía en Sitges, trató de transmitir a los ciudadanos cierta "serenidad" ante las "graves" dificultades que vive el país y aseguró que España "no está al borde de ningún precipicio" y "saldrá de la tormenta" con sus propios esfuerzos y con la ayuda de la UE.

Frente a estas afirmaciones, el portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, José María Beneyto, fue ayer más alarmista al afirmar que la eventual intervención económica de España es un escenario que "no hay que excluir" y que, aunque supondría un "cierto varapalo" para la proyección exterior, no sería el "apocalipsis" para el país. Beneyto advirtió de que este posible escenario obligaría a adoptar medidas duras como "bajar el sueldo de los funcionarios o las pensiones", pero también a "revisar el Estado autonómico claro, que es lo caro que tenemos".

Recordó que otros socios europeos, como Portugal e Irlanda, han visto intervenidas sus finanzas sin que se haya producido su colapso, ni el descrédito de sus mandatarios. En su opinión, al no disponer España de suficiente liquidez, el Gobierno debería cruzar "una serie de líneas rojas del Estado del bienestar y de la estructura constitucional" que se han evitado traspasar hasta ahora.

Beneyto opinó que al contar el Gobierno con una "legitimidad democrática tan fuerte", lograda en las urnas hace pocos meses, la hipotética intervención representaría un "cierto fracaso del conjunto de Europa" ante la presión de los mercados.

Descartar mensajes alarmistas El portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, pidió ayer que se descarten los mensajes alarmistas. Aseguró que "se está haciendo lo correcto", si bien ha admitido que el camino va a ser "muy complicado y difícil". "España no está en el precipicio y de la crisis se saldrá, pero si somos capaces de perseverar en el camino de las reformas que hemos empezado", puntualizó. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, aseguró que no contempla una intervención de España y pidió al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que "no saque pecho" y que "arrime el hombro" y "apoye" a Mariano Rajoy para "sacar adelante" al país.

Por su parte, el portavoz de IU en el Congreso, José Luis Centella, se preguntó "qué será el apocalipsis" para el PP si no lo es el rescate de España porque una intervención de la UE haría la vida "aún mucho más dura" a los españoles.