Donostia. ¿Cómo valora el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy?
No vamos a entrar en una valoración personal. Tiene que haber una decisión política que supere nombramientos personales. Lo único que esperamos del Gobierno de Rajoy es que esté a la altura de las circunstancias. 2011 ha sido un año crucial para abrir definitivamente un proceso de soluciones y acabar con el conflicto político y armado que ha padecido este pueblo. Pensamos que Rajoy y los ministros de Interior y Justicia tienen que estar a la altura.
¿En qué se concreta esa petición?
Hay cuestiones referidas a las consecuencias del conflicto que tendrían que iniciarse cuanto antes. El Gobierno tiene que ser capaz de finiquitar una política penitenciaria de dispersión, un castigo político que es ilegal y que supone que centenares de presos estén a centenares de kilómetros. Tanto con el fin de la dispersión como la puesta en libertad de presos enfermos y los que hayan cumplido tres cuartas partes de su condena, podrían darse pasos en la humanización. Tiene que llevarse a cabo un diálogo con la organización ETA sobre las consecuencias, donde entran la cuestión de los presos, las víctimas y, obviamente, el desarme de la propia organización.
La izquierda abertzale ha emplazado a PP y PSOE a que estén "a la altura", pero ¿toda la izquierda abertzale y el MLNV ya han asumido lo que supone el nuevo escenario?
Pensamos que no solo la izquierda abertzale ha asumido esa decisión. Hemos hecho un proceso largo de reflexión, que nos ha llevado al conjunto de las organizaciones de la izquierda abertzale a llegar al escenario actual, de apuesta inequívoca por las vías políticas y democráticas, la resolución del conflicto y, en el caso de la organización ETA, por hacer público el cese definitivo de la violencia después de 50 años. Son muestras más que evidentes de cuál es la apuesta del MLNV, del conjunto de la izquierda abertzale. Ahora falta la otra parte, que además de decir que los pasos de la izquierda abertzale son insuficientes, empiece a dar pasos, aunque pudieran ser valorados también como insuficientes.
La izquierda abertzale mostró su "pesar" a las víctimas dentro del Acuerdo de Gernika. ¿Habrá más pasos en esta línea?
Todos tenemos que ser conscientes de que tenemos que seguir trabajando en la resolución del conflicto y haciendo frente a sus consecuencias, en el caso de las víctimas, todo lo que sea para avanzar en la reconciliación y el reconocimiento, garantizando la justicia, la verdad y la reparación de todas las víctimas, incluidas las de ETA. Claro que se pueden esperar más pasos, pero no es justo ni lícito que cuando una de las partes da un paso, el resto se dedique llanamente a decir que no es suficiente. Lo insuficiente, y así lo ha entendido una mayoría de este país, es esa actitud permanente que, durante los dos últimos años, lo único que hace es decir que los pasos son insuficientes.
¿Aboga por separar las víctimas del conflicto armado (miembros de ETA y de las fuerzas policiales) de las víctimas 'civiles' (concejales, empresarios, periodistas…)?
El dolor no puede ser dividido en ese sentido, de la misma manera que cuando hablamos de víctimas, hay asociaciones que solo pretenden poner encima de la mesa un tipo. El sufrimiento, el reconocimiento y la reparación tienen que ser para el conjunto de las víctimas. Hay víctimas por diferentes razones y acontecimientos, pero tendremos que ser capaces de abordarlas en su globalidad. En otros procesos sí se ha producido ese tipo de matizaciones y es probable que algún día aquí habrá que realizarlas, pero, en un primer lugar, hay que reconocer el sufrimiento y hacerlo a las personas y allegados que se sienten víctimas.
El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, ha dado la etapa de la violencia de ETA por cerrada, pero no descarta "algún atentado".
Las últimas declaraciones de Jesús Eguiguren son totalmente desacertadas e inapropiadas, por no utilizar cualquier otro adjetivo. No hace falta que sea la izquierda abertzale quien lo diga, sino que cualquier ciudadano de este país da perfecto reconocimiento a lo que dice la organización ETA. Se pueden decir y pensar muchas cosas de lo que ha hecho ETA, pero durante su historia ha reconocido lo que ha hecho. Si ha dicho que el cese es definitivo, a eso nos tenemos que atener. Todo lo demás son ruidos de artificio que en absoluto compartimos.
Con la declaración del 20 de octubre, ¿la lucha armada fracasa como vía para resolver un conflicto político?
No sé si ha fracasado, es ETA quien tendrá que decirlo, que es quien ha utilizado durante 50 años la lucha armada. Lo indudable es que ha cesado definitivamente, que hoy, más que nunca, podemos superar y cerrar esa etapa de la historia de Euskal Herria, que es posible un escenario de paz y democracia y que cada cual tendrá que valorar su recorrido.
¿Espera una pronta resolución del 'caso Sortu'?
Cuanto antes se produjera la legalización, sería bueno para el país. Que sectores no tengan garantizado su derecho a la actividad política es un craso error que no ayuda a la normalización. Esperamos esa decisión porque la mayoría de esta sociedad lo reclama, la solución del conflicto lo necesita y hablamos de derechos básicos.
Candidatos independientes de izquierdas y abertzales han concurrido en candidaturas de Bildu y Amaiur. ¿Estos cargos, considerados como "candidatos no contaminados", cuentan con 'comisarios políticos', tal y como les han acusado?
Pues no. Sectores de izquierdas y abertzales de este país han sido capaces de poner en marcha coaliciones que han contado con un apoyo muy importante y a partir de ahí es lógico que personas que tienen capacidad y experiencia puedan ayudar en el trabajo institucional diario. Cuando el resto contrata a asesores, nadie habla de comisarios políticos, sino de asesores institucionales. La experiencia histórica de muchos militantes de la izquierda abertzale es un apoyo importantísimo para el trabajo diario de Bildu.
En cuanto a la relación entre formaciones, la menos normalizada parece la de entre la izquierda abertzale y el PP. ¿Confía en reunirse con ellos?
Confiamos y estamos convencidos de que se va a dar. Iñaki Antigüedad decía que estábamos condenados a entendernos. Quien ostenta la máxima responsabilidad en el Estado español y tiene la responsabilidad histórica de buscar una solución al conflicto para siempre está obligado no solo a intentarlo, sino a conseguirlo. En Euskal Herria, como antes en otros sitios del mundo, la única vía es el diálogo y así va a tener que ser, afortunadamente, en nuestro país. Aunque ahora no existe ningún tipo de contacto, cuando las relaciones se normalizan, se aceleran. Basta conocer la labor de ayuntamientos como el de Donostia, las Juntas… para ver que se acepte con naturalidad que puede haber acuerdos en distintos tipos de materias.
Respecto a Aralar, ¿ve factible la conformación de un único partido de toda la izquierda abertzale?
El siguiente paso debe ser el de la legalización de Sortu, lo que nos llevará a un debate respecto a la articulación de la izquierda abertzale. Más que la articulación que cada formación se quiera dar, lo fundamental para el proceso abierto de soluciones como avanzar a un escenario de mayor soberanía política y social son las alianzas que estamos tejiendo. Hacemos una valoración muy positiva de lo que han supuesto Amaiur y Bildu y damos importancia a seguir trabajando para que ese tipo de alianzas políticas y electorales se puedan dar a futuro y garantizar sumar en aquello que nos une. Vamos a apostar en esa dirección.
Para ello, hay voces de Aralar que les reclaman una "revisión ética del pasado".
Como he dicho antes, todos tenemos que hacer probablemente nuestro balance. Nosotros, como organización política dentro de la izquierda abertzale, seguro que tendremos que hacer balance al respecto. En todo caso, hablar de planteamientos éticos y situarse por encima del resto, como en un púlpito, para dar lecciones de ética o de planteamientos religiosos nos parece fuera de lugar. Cada uno tiene que ser consciente de los errores cometidos y, desde un punto de vista de izquierdas, hay que ser permanentemente autocrítico y la izquierda abertzale también lo tiene que ser. A partir de ahí, aquellos que, también desde planteamientos de izquierdas, pretenden dar clases de ética, debieran de hacer su propia valoración.
¿Cuál debe ser el papel de Amaiur en Madrid?
Ya han dicho durante la campaña y a posterior cuál es su reflexión. Al margen de que haya mayoría absoluta, Amaiur ha dicho que va a llevar las reivindicaciones de los vascos y vascas que quieren que haya una solución definitiva al conflicto, que se reconozca nuestra palabra, que en plena crisis sistémica de la sociedad tienen que ser respetados los derechos de la clase trabajadora… Cuando se anuncian recortes, es evidente que hay una mayoría social y sindical que reclama un marco propio de relaciones laborales y Amaiur ha dicho que va a intentar dar voz a estas reclamaciones. Como probablemente será una voz incómoda, se le ha negado algo que históricamente se había concedido a otras formaciones políticas, la confección del grupo propio.