madrid. El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, avanzó ayer que, si logra la victoria el 20-N, aumentará un 10% el impuesto especial del tabaco y el alcohol -excepto del vino y la cerveza- para garantizar la financiación de la sanidad pública.
Este es el primero de los anuncios que fue desgranando durante la segunda jornada de la Conferencia Política que celebran los socialistas para preparar su programa electoral, que será ratificado dentro de una semana por el Comité Federal.
A esa medida, Rubalcaba sumó otras que llevaría a cabo: desbloquear parcialmente las listas electorales y crear una circunscripción con los emigrantes para que elijan directamente a cuatro senadores. Justo en plena polémica sobre los recortes que algunas autonomías están llevando a cabo, con ajustes en sectores como la sanidad, Rubalcaba aprovechó estas jornadas para dejar claro que el sistema público de salud es sostenible y para aportar fórmulas concretas de financiación.
Así, detalló que el aumento de los impuestos del tabaco y el alcohol aportaría 1.000 millones más a las arcas públicas, que se sumarían a los 319 millones que se ahorraría el Estado por la supresión de las desgravaciones fiscales de las empresas de sanidad privada y los 700 millones que se recaudarían por el cobro de servicios a terceros. Pero además, y convencido de la sostenibilidad del sistema público sanitario, instó a las CCAA a que 3.000 de los 8.000 millones de euros adicionales que el Estado aportará en 2012 para financiar la sanidad los utilicen para pagar las deudas que mantienen con los proveedores. Tampoco descartó recurrir a líneas de préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para las autonomías que quieran acelerar la reducción de su deuda sanitaria.
Rubalcaba recorrió algunos de los foros y las comisiones que los socialistas celebran en esta conferencia y, en una de ellas, la dedicada a estudiar cómo mejorar la democracia, lanzó otro compromiso: desbloquear las listas electorales. Se trata de poner en marcha el llamado "modelo preferencial", distinto a las listas abiertas, ya que los electores podrían escoger a sus candidatos sin necesidad de atender al orden de la lista que le ofrece el partido al que vota.
Para ello sería necesario reformar la ley electoral, pero no la Constitución, que sí habría que modificar si se optara por asimilar la legislación electoral al modelo alemán. Así, las fuerzas políticas se verían obligadas a ser "más cuidadosas" con los nombres que ponen en sus listas, según interpreta el PSOE, ya que el "número uno" podría verse relegado e incluso quedar fuera del Parlamento, especialmente en las circunscripciones más pequeñas. Pese a que esta propuesta se circunscribe a los comicios generales, el candidato del PSOE es partidario de abrir un debate para trasladarlo a las elecciones autonómicas y municipales.
Rubalcaba también propuso a sus compañeros de partido la creación de una circunscripción en el Senado para que los emigrantes elijan a cuatro representantes en la Cámara Alta que defiendan sus intereses.