MADRID. Según ha anunciado en la sesión de control al Gobierno en el Senado, los arrestos son resultado de la investigación interna desarrollada por el Ejército de Tierra. En concreto, se trata de un sargento, un cabo y dos soldados que formaban parte del equipo de guardia la noche en que tuvo lugar el robo de 25 fusiles y diez pistolas.
Chacón ha explicado pormenorizadamente las medidas de seguridad con que cuenta la base -reforzadas tras un primer intento de robo hace tres años- y ha destacado que la noche del pasado día 28 febrero "no fallaron los medios técnicos de seguridad, fallaron las personas" y, en concreto, "algunos de los miembros del equipo de guardia".
En concreto, ha detallado que la base cuenta con 44 cámaras de seguridad, un cierre perimetral doble con sensores de movimiento, un centro de control con seis monitores y alarmas en todos los lugares sensibles de la base, así como un equipo de guardia las 24 horas compuesto por 12 militares que trabajan un día de cada cinco y los otros cuatro se dedican a la formación en tareas de seguridad.
Además, desde el robo frustrado de 2008, la base cuenta con una unidad de seguridad permanente con 63 efectivos "con dedicación exclusiva a tareas de seguridad" y la armería que fue objeto del asalto tiene "tres alarmas", una magnética en las dos puertas, otra volumétrica con dos sistemas infrarrojos y una tercera acústica y luminosa.
ARRESTOS DE HASTA 30 DÍAS
En un comunicado hecho público coincidiendo con la comparecencia de la ministra en la Cámara Alta, el Ejército de Tierra ha explicado que los cuatro militares han sido sancionados "por inexactitud en el cumplimiento de sus obligaciones", una "falta leve que comporta arrestos que van desde 48 horas a 30 días".
Fuentes militares han precisado a Europa Press que estos arrestos no están relacionados con los autores materiales del robo y con el posible cómplice que les pudo ayudar desde el interior. La investigación sigue la pista de que alguien de la base pudo proporcionarles información y ayuda, dado el modo en el que se desarrolló el asalto.
Todos los militares que formaban parte de la guardia en la noche de los hechos ya habían sido relevados del servicio de seguridad, por decisión del Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general Fulgencio Coll, desde el pasado miércoles día 2 de marzo.
Ese mismo día, el JEME también decidió que el coronel responsable de la seguridad de la base pasase en comisión de servicio a colaborar exclusivamente con todos los órganos investigadores, con el objetivo de dar máxima prioridad a las investigaciones en curso. Desde entonces su responsabilidad ha sido asumida por el segundo jefe de la Unidad de Servicio de Base (USBA).